El domingo algo se quebró en Grecia. La mayor parte de los analistas no han dudado en limitar esta sacudida al derrumbe electoral sufrido por los dos principales partidos que encabezaban todas las encuestas: el conservador Nueva Democracia y el Movimiento Socialista Panhelénico (Pasok). «La alternancia de partidos se derrumbó -había mucha presión de Berlín, Bruselas y el FMI-. Esperábamos eso, pero no de forma tan violenta y fulminante», aseguró el lunes Nikos Jydakis, editor del diario «Kathimerini» y comentarista político.

Cae de sorpresa la dimisión del ministro de economía de Aznar, el que mantuvo la deducción fiscal por compra de vivienda; del director del FMI en el ciclo alcista, que calló mientras empezaba el colapso de la economía; del presidente de Bankia, que ganaba 2,3 millones hasta hace poco. ¿No le son suficientes 600.000€? ¿O es que se perfila  como próximo interventor de la Troika en España? Rato no ha dejado un  puesto sin escalar hacia el firmamento de los tecnócratas neoliberales.  ¿Tan mal está Bankia?

    La aventura entre cinegética, erótica y quirúrgica protagonizada por su majestad el rey católico nuestro señor, que Dios guarde, ha merecido un aluvión de escritos en prosa, pero muy pocos en verso. No corren buenos tiempos para la poesía. En cambio, los poetas gozaban de un gran prestigio en el siglo XVII, en la corte de Felipe IV, sin duda porque hasta componía él mismo algunos versillos, alabados sin cuento por sus confidentes, aunque es muy probable que fueran idioteces, porque un mentecato es incapaz de hacer algo valioso.