Angela Merkel gana el Grecia-Alemania PDF Imprimir E-mail
Imperio - Unión Europea
Escrito por Matías Vallés   
Lunes, 18 de Junio de 2012 05:02

Merkel, Grecia Se insiste en que España no tiene nada que ver con Grecia, aunque se multiplican las semejanzas. El resultado griego de anoche equivale a que PP y PSOE sumaran la mitad de diputados del Congreso. Esta circunstancia jamás se ha producido, pero todos los sondeos españoles –pese a la feroz manipulación a que son sometidos–, coinciden en un desplome de los populares, acompasado a un retroceso socialista. Camino de Atenas, donde la derechista Nueva Democracia falseadora de balances y la izquierda corrupta del Pasok han engendrado una pléyade de vigorosas formaciones adyacentes.


Nueva Democracia obtuvo una victoria relativa, pero ni el premio adicional de 50 escaños le otorga la mayoría absoluta. Los cien mil votos de diferencia con la emergente Syriza de Alexis Tsipras no sólo miden el temor a una izquierda radical. Traducen además que Grecia no se decide a abandonar Europa. El Pasok recuerda con tal fuerza al PSOE que se negó a todo pacto que no incluyera a Syriza. El comienzo de la subsidiariedad. 

Para entender la situación de partida, cabe recordar que oficios como peluquero o locutor radiofónico se consideran estresantes en Grecia, por lo que conllevan la jubilación a los cincuenta años. ¿Quién paga las pensiones de los 35 años restantes? La respuesta se dilucidaba ayer. El respeto a los privilegios adquiridos se refleja en que el crecimiento del viejo percherón de Nueva Democracia supera al auge del desencorbatado Tsipras. El líder de Syriza no ha logrado tranquilizar a quienes desconfían del póster del Che Guevara que adorna su despacho.

Grecia sale de un bipartidismo para entrar en otro, los votantes quieren ganar. Angela Merkel se impone en el Grecia-Alemania, que presagiaba en la arena política el no menos intenso duelo en la Eurocopa. Aunque habrá sorpresas en la prórroga parlamentaria, la guerra de nervios desatada por Berlín se salda con el triunfo de la austeridad, a cambio de seguir sufragando los excesos del pasado. Atenas ha sido la primera en parpadear, y opta por un sometimiento remunerado. Ahora bien, así en Grecia ¿como en España? la calle tendrá la última palabra. La vía pública griega está patrullada por policías que votan abrumadoramente a la extrema derecha de Amanecer Dorado.

«No dudaremos del papel de Grecia en Europa», pregonaba Samaras anoche en la plaza Sintagma. Pronunció su discurso de aceptación de la victoria en inglés y griego, no introdujo el «Ja wohl» de ordenanza. Tanto el resultado como su intervención demuestran que ni Nueva Democracia defendía una entrega a Berlín sin contrapartidas, ni los revoltosos de Syriza estaban dispuestos a abandonar el euro de haber logrado los votos necesarios para gobernar. Sin embargo, un decepcionado Tsipras insistía en que «Syriza es el partido del antirrescate».

Grecia –o España, o Europa– sigue siendo un laberinto. Para descifrarlo, ¿se considera usted mejor conductor que la media? La mayoría de personas responden afirmativamente, una muestra de autoconfianza que desarbola la estadística y dificulta la salida de la crisis. Nadie quiere ceder. En una última enseñanza aplicable a España, la fragmentación de la izquierda, siempre ahíta de pureza, acaba por bendecir a los conservadores.

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Fuente: Levante