Esperanza Aguirre, esa mujer PDF Imprimir E-mail
Opinión / Actualidad - Política
Escrito por Crónica de Aragón   
Jueves, 24 de Abril de 2014 05:04

Desde el la semana pasada, la “España de cerrado y sacristía, devota de Frascuelo y de María” tiene nueva lideresa. Con un discurso que bien podría haber firmado cualquier preboste del franquismo, Esperanza Aguirre pregonaba este domingo la sección taurina de la Feria de Abril con perlas argumentales como “los Toros (con mayúscula, como hay que escribirlo) simbolizan mejor que nada la esencia misma de nuestro ser español”, o “lo peor son esos antitaurinos que lo son especialmente por ser antiespañoles”.

 

La nueva diva de esa “España inferior que ora y bosteza, vieja y tahúr, zaragatera y triste” (lo de “tahúr” indica que quizá Antonio Machado tuvo ciertas premoniciones sobre Aguirre y Eurovegas), alcanzó el paroxismo cuando la presidenta del PP madrileño se atrevió incluso a descalificar intelectualmente a los millones de españoles que hoy rechazan un espectáculo basado en la tortura hasta la muerte de un animal de cuatro patas a manos de otros de dos. En este punto, Aguirre se preguntó que “¿cómo podemos comparar a los actuales [antitaurinos] con los Joaquín Costa, Unamuno, Azorín, Baroja, Maeztu, Ramón y Cajal o Giner de los Ríos, que también fueron antitaurinos, pero de mucha mayor talla?”.

Abundando en el argumento, podríamos decir que el nivel político e intelectual de la propia Esperanza Aguirre y de muchos de sus actuales correligionarios palidece hasta morir si lo comparamos con figuras históricas de la derecha española como Cánovas del Castillo, Francisco Silvela, Antonio Maura, Eduardo Dato o Menéndez Pelayo.

En cualquier caso, el discurso rancio, demagógico, reaccionario, chulesco, tradicionalista y gazmoño del que hizo gala Esperanza Aguirre en Sevilla despeja la duda acerca de la persona que está llamada a encabezar a esa “España inferior que ora y embiste cuando se digna usar la cabeza”, en el caso de que el desprestigio que sufre el PP ponga en peligro la hegemonía cultural que la derecha viene ejerciendo sobre este país desde la noche de los tiempos.

Del mismo modo que crece la tensión internacional cuando el líder norcoreano Kim Jong–un abre la boca, cada vez que Esperanza Aguirre pone voz a sus ocurrencias, crece el número de antiespañoles, al menos, de antiespañoles respecto a la España raquítica, endogámica, casposa, cruel y sombría promulgada por la lideresa. Cabe recordar que Antonio Machado apostaba ya hace casi un siglo por la otra España, la “del cincel y de la maza, implacable y redentora, con un hacha en la mano vengadora, la España de la rabia y de la idea” (siempre que la “idea” no se vea obligada a exiliarse a causa del austericidio promovido por el partido de Aguirre).

...........

Fuente: Crónica de Aragón