Hambre y miseria infantil en el Estado Español PDF Imprimir E-mail
Opinión / Actualidad - Política
Escrito por Francisco González Tejera   
Sábado, 18 de Mayo de 2013 00:00

En el gobierno español del PP piensan que los niños y las niñas deben nacer, que el aborto es un serio pecado mortal, pero luego cuando van creciendo entre la pobreza y la miseria les joden la vida, tal como hacen con toda la ciudadanía de un estado hundido y en manos de seres sin escrúpulos, perfectas maquinas de hacer dinero para engordar sus podridas cuentas corrientes.



Hasta sus diputadas más ilustres y megapijas, como una tal Escudero, se permiten acusar a las mujeres que abortan de "analfabetas", de "incultas" y hasta de "miserables". Luego se queja y dice que se siente “acosada” “calumniada”, e “insultada” en las redes sociales y por la calles, después de ladrar y arrojar mierda por la boca en contra de las mujeres que toman esta siempre difícil decisión.

Actualmente 4 de cada 10 niños y niñas del estado español, más de dos millones y medio, sobreviven por debajo del umbral de la pobreza. Los menores son los que sufren las consecuencias de este expolio, de este saqueo generalizado por parte de la casta político-financiera, al que tienen la cara dura de llamar “crisis económica”.

La tasa de empobrecimiento infantil en el régimen español ya supera el 28%. Chiquillos y chiquillas desconsoladas, tristes, sin libros, sin techo, sin Reyes, sin medicinas, sin actividades extraescolares, sin comida, con todos los miembros de su familia desempleados y sin esperanza de encontrar trabajo.

Cuando todo esto sucede y crecen las cifras de menores empobrecidos que se desmayan en clase por no haber cenado ni desayunado, los datos del hambre en aumento y creciendo entre la población infantil de todo el estado, de niños y niñas que sufren de fracaso escolar, de desnutrición progresiva, mientras el gobierno de Rajoy y sus amigos del dinero y el poder desmedido no hacen absolutamente nada, lo permiten y se llenan la boca hablando de “decisiones dolorosas”, de “sacrificios necesarios”, “de reformas, recortes y ajustes del puto déficit”, ellos, sus familiares y los empresarios que los financian se hacen millonarios con sus sueldazos, negocietes y privatizaciones de servicios públicos tan esenciales como la sanidad y la educación.

No se plantean para nada desde este vergonzoso gobierno, desarrollar planes contra la pobreza infantil, son responsables directos de la exclusión social de millones de menores, del terrible sufrimiento de vivir en la miseria, vulnerando con sus recortes y corruptas medidas de austeridad los derechos de los niños y las niñas de un estado devastado, arruinado por una casta insaciable y despreciable.

La pobreza infantil inducida por el gobierno del PP y en parte por sus antecesores, provoca situaciones sociales gravísimas, que afectan directamente a los niños y niñas en su desarrollo, en su crecimiento, en su educación, en la salud, en la protección y en sus derechos, sufriendo las nefastas consecuencias de unas políticas neoliberales, que rozan el fascismo y el genocidio social premeditado.

Esta explosiva situación genera violencia contra la infancia, aumento de los malos tratos y hasta suicidios de madres o padres desesperados que se llevan por delante a sus hijos, pensando que de esta forma los sacan del sufrimiento y de un futuro negro de pobreza y hambre.

La tensión de no tener ingresos, de no encontrar trabajo, de no poder alimentar a la familia, de la precariedad económica, junto a otros aspectos provocados desde las políticas de privatizaciones y recortes sociales, que generan situaciones de extrema gravedad y de confrontación en las familias, que muchas veces las acaban pagando los más pequeños de la casa.

Familias enteras que sufren desahucios de sus viviendas por la banca inhumana, donde en más de un 90% de los más de 400 desalojos diarios son los niños y niñas los que más los sufren, viéndose en la calle, desarraigados y separados de sus seres queridos, produciéndose un impacto psicológico que arruina la vida de los menores y los traumatiza de por vida.

El gobierno español vulnera de forma descarada la “Convención sobre los Derechos del Niño”, ratificada y firmada por España en 1990. Un colectivo de los más vulnerables abandonado a su suerte por el estado, condenado a una educación recortada y clasista y a un casi seguro fracaso escolar, creando desde el PP el perfecto ejército de esclavos y esclavas para esa sociedad futura de represión y miseria que están construyendo, donde solo podrán estudiar los hijos de los enriquecidos, condenando a la mayoría de la población a vivir sometidos en este oscuro y siniestro “cortijo nacional”, donde los señoritos y las fascistas damas de beneficencia satisfagan sus siniestros egos de prepotencia y “caridad cristiana”.

Los datos de la infancia en España avergüenzan al mundo civilizado, con casi un 28 por ciento de menores que sufren malnutrición, según datos de distintas organizaciones internacionales como Unicef y Save The Children, que identifican este nefasto panorama entre las familias que sufren el desempleo y les impiden ofrecer una dieta equilibrada a los más pequeños de la casa, además de una higiene y ropas adecuadas, lo que produce una situación insostenible que este gobierno se niega a solucionar, actuando con una clara falta de sensibilidad social, de humanidad, además de una absoluta carencia de voluntad política.

Rajoy y su banda prefieren gastarse el dinero público en salvar a sus amigos y afiliados de la banca, en despilfarrar 368 euros anuales por habitante en gastos militares para sus guerras imperialistas y otras masacres humanitarias, con una deuda de más de 30.000 millones de euros en los Programas especiales de armamentos (PEAS), que no son más que contratos de larga duración para compra de armamentos, como la reciente adquisición de 239 blindados Leopard 2E, 87 cazas EuroFighter, en contratos firmados hasta 2017 y 2024, entre otros derroches desproporcionados en un país arruinado, que recorta solo un 9% en gastos militares y arrasa por la educación, la sanidad, la cultura y las ayudas a la dependencia o al desarrollo y la investigación.

Los olvidados niños y niñas del estado español que pasan hambre y viven en la pobreza no parecen importar a este gobierno, los recortes los paga la ciudadanía para que ellos vivan en la opulencia desmedida, cometiendo un verdadero holocausto social sobre los sectores más desfavorecidos de la sociedad.

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