Dos estudiantes modelo están presos en la cárcel de Quatre Camins. Hace ya casi un mes que Ismael Benito y Daniel Ayyash no pueden ir a la Universidad de Barcelona. El pasado 29 de marzo, día de la huelga general, cambió sus vidas, probablemente para siempre. A las 11.00 horas unos mossos de paisano los detuvieron en una protesta entre las calles Diagonal y Numancia. Ahora, ambos comparten celda y conviven con los 90 presos de su módulo.

Les doy la fianza que quieran, pero que me devuelvan a mi hijo. Que tiene que estudiar, que solo se dedica a eso", dice Isabel Altamirano, madre de Ismael, que tiene 20 años, que cursa tercero de Física por las mañanas y trabaja por las tardes como becario en el aula de informática de la facultad.

Les doy la fianza que quieran, pero que me devuelvan a mi hijo". Mi hijo siempre está estudiando, ni siquiera sale los fines de semana. Es muy pacífico, la última persona a la que relacionarías con los hechos violentos de aquel día. No entiendo lo que está pasando. Es incomprensible", explica Cristina Sala, la madre de Daniel, de 19 años, que estudia con una beca segundo curso de la doble titulación de Matemáticas y Física.

Ni el hecho de que vivan con sus padres, ni la falta de antecedentes, ni las cartas de apoyo de profesores, decanos y hasta el rector de la UB han convencido a la jueza, Carmen García, que dictó prisión preventiva y la mantuvo tras el primer recurso presentado por los abogados de las dos familias. Ahora han recurrido a la Audiencia Provincial de Barcelona, que debe tomar una decisión durante la primera o segunda semana de mayo.

¿Riesgo de fuga?

Para dictar prisión preventiva a un detenido sin antecedentes, los delitos deben sumar una pena mayor a dos años y debe haber riesgo de fuga, inutilización de pruebas o reiteración delictiva. "La jueza dice que quiere evitar que reincidan en próximas fechas clave, como el 1 de mayo, la cumbre del Banco central europeo (BCE) y el partido Barça-Espanyol y les ha ampliado los delitos para que sumen cinco años y medio", explica Luis Salvadores, el abogado de CC OO que defiende a Ismael.

No hay riesgo de fuga porque vive con nosotrosLos Mossos lo detuvieron acusado de desórdenes públicos —por manifestarse y cortar el tráfico— y daños materiales —por quemar dos contenedores valorados en 4.000 euros—. La jueza añadió luego atentado a la autoridad —por tirar piedras a un grupo de agentes—, resistencia a la autoridad —porque un mosso se paisano se lesionó cuando lo detuvo—, delito contra la seguridad del tráfico —por cruzar los contenedores en la carretera— y tenencia de medios explosivos —ya que la policía dice que llevaba una mochila con petardos y líquido para hacer barbacoas—.

Los dos universitarios, que son miembros de la Asociación de estudiantes progresistas, se han declarado inocentes de todos los cargos e Ismael ha negado ser el dueño de la mochila, pero es su palabra contra la de los mossos.

"He visto a mi hijo a través de una mampara de cristal, como en las películas. Él no entiende por qué está allí y dice que no ha hecho nada. Y yo creo que aunque lo hubiera hecho, lo tendrían que demostrar y respetar la presunción de inocencia. Y está claro que no hay riesgo de fuga porque vive con nosotros y también depende económicamente", defiende Isabel. "Daniel me dijo que cuando los detuvieron iban andando por la calle, que no han hecho nada delictivo. Él está muy tranquilo en ese aspecto", añade Cristina.

Agravio comparativo

Estos chicos no son antisistema, los mantienen en prisión por la alarma socialLa prisión preventiva debe aplicarse de forma restrictiva y excepcional para evitar agravios comparativos, como el que explica el abogado de Ismael que recuerda que a Luis Millet, imputado por el desfalco millonario del Palau de la Música Catalana, le piden siete años de cárcel y está en su casa, mientras estos chicos llevan un mes en prisión. "Hay que gente que estafa, atropella o mata y está en la calle. Y mi hijo solo salió a manifestarse y está en Quatre Camins", protesta Isabel.

"Estos chicos no son antisistema, los mantienen en prisión por la alarma social que provocaron los disturbios. Fueron detenidos por los incidentes de la mañana, que fueron menores. Los más graves se produjeron por la tarde y sus autores están en libertad tras pagar fianzas de 3.000 euros", asegura Salvadores.

El apoyo de la Universidad

Es uno de los mejores alumnos que tengoIsabel, que no se enteró de la detención de su hijo hasta la noche del 29-M y tardó cuatro días en poder hablar con él por teléfono y una semana en verlo explica que "es un estudiante ejemplar, no tiene ni una triste multa ni dice palabrotas. He visto todas las fotos y vídeos de aquel día y él no sale. Espero que algún día se sepa la verdad". También en la Universidad confían en su inocencia. "Es uno de los mejores alumnos que tengo. Su rendimiento es superior a la media de su promoción con una tasa de éxito cercana al 100%", sentencia su profesor Arturo Camicer.

Cristina, la madre de Daniel, confiesa que cada vez que va a verlo a la prisión regresa hecha polvo por tener que dejarlo allí. "Lo más duro para mi hijo es que en la cárcel no podía estudiar porque no tenía los materiales, pero el rector de la UB se ha implicado mucho y ha conseguido que podamos llevarles apuntes. Así que yo intento ser fuerte y le digo que trate de aguantar y de estudiar", se sincera.

El rector de la UB ha conseguido que podamos llevarles apuntes a la cárcel"Vivimos en El Vendrell y mi marido y yo dejábamos a nuestro hijo en la UB a las 8.00 y lo recogíamos a las 19.00 horas porque se llevaba una fiambrera y comía allí. A la vuelta no paraba de hablar contándonos todo lo que había hecho. Ahora estamos perdidos. Todo es silencio. Comer sin él. La cama vacía. No se lo deseo a nadie. Es una pesadilla", se lamenta Isabel, que no entiende por qué le ha pasado esto a dos familias sencillas y trabajadoras que sólo se han dedicado a inculcar los valores del esfuerzo y el estudio en sus hijos.

Libertad para los que quemaron Starbucks

De los 88 detenidos por los disturbios del 29-M —79 el día de la huelga, seis el 19 de abril y tres sindicalistas esta semana— sólo cuatro ingresaron en prisión preventiva—. Se trata de Isamel, Daniel y Javier —cuya familia y abogados no quieren hablar con los medios—, además de la secretaria de organización de la CGT en Barcelona, Laura Gómez, acusada de haber hecho una hoguera frente a la Bolsa de Barcelona. El resto, incluidos los acusados de quemar la cafetería Starbucks, están en libertad bajo fianza.

En la foto, Isabel Altamirano junto a su hijo, Ismael Benito detenido en la huelga general del 29-M

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Fuente: 20 Minutos