Los agentes denuncian también la utilización de interjecciones

Más de cien mil onomatopeyas, tales como ¡¡crash!!, ¡¡badaboom!! o ¡¡zasca!!, podrían haber sido lanzadas por los estudiantes contra los agentes que reprimieron la manifestación del Lunes en Valencia. Al parecer, los escasos doscientos estudiantes que se enfrentaron a la policía disponían de una abundante jerga que no dudaron en utilizar contra los antidisturbios, y que forzaron a los agentes a intervenir en su defensa.

Una de esas onomatopeyas, un ¡¡stronch!! proyectado por varios estudiantes a la vez, le arrancó las piernas a un agente y dejó parcialmente ciego a su compañero. La Delegación del Gobierno ha asegurado que los chalecos y las protecciones de la policía antidisturbios no están preparados para este tipo de agresiones, y ha denunciado heridas a numerosos agentes, varios de ellos derribados por un "ka-pow" lanzado a más de cien metros de distancia y que les aplastó el pecho con una fuerza superior a dieciocho mil kilopondios formidables.

Un testigo asegura también que un "zlonk" arrojado por una estudiante desde su bicicleta rebotó en una farola y atravesó el casco de siete agentes, provocándoles la pérdida total de masa encefálica que, aún siendo ínfima, sí que fue suficiente para hacerles olvidar cuatro nombres de futbolistas importantes y la tabla del seis. Ante la llegada de refuerzos policiales, los estudiantes lanzaron una lluvia de interjecciones muy expresivas que hicieron resbalar a los antidisturbios y llegaron a crear gran confusión entre las escuadras. Se cree que estudiantes radicales podrían haber lanzado más de una docena de exabruptos sobre los furgones policiales, provocando la rotura de cristales y pérdida de presión en la bomba de aceite.

Al parecer, uno de estos manifestantes incontrolados arrojó la palabra "cobarde" sobre uno de los agentes, aunque sólo consiguió rozarle y provocarle un pequeño corte en el labio. "Me vi venir la palabra y me protegí detrás de una señora rubia", explica el agente agredido. El insulto se estrelló finalmente contra un autobús que, afortunadamente, estaba vacío. El jefe superior de Policía ha pedido que se bombardee con napalm el Instituto Lluis Vives de Valencia pero la delegada del Gobierno, Paula Sánchez de León, ha dicho que esperará veinticuatro horas antes de arrasar nada.

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Fuente: Rokambol