Y el 15 de octubre volvió a brillar el Sol. Más de medio millón de personas acudió ayer a la Plaza del Sol en la que se ha convertido en la manifestación con más seguimiento del 15-m PDF Imprimir E-mail
Opinión / Actualidad - Política
Escrito por Ter García /Tercera información   
Domingo, 16 de Octubre de 2011 05:59

15 de Octubre Sol"Luego dirán que somos cinco o seis", coreaban ayer los asistentes a la manifestación del 15-O en Madrid. Pero no fueron cinco, ni seis, ni mil, ni 10.000. Fueron más de medio millón de personas, según los organizadores (ni la Delegación de Gobierno ni el Ayuntamiento de Madrid han querido dar cifras de asistencia hasta el momento) las que se unieron la pasada tarde en Cibeles para hacer el recorrido hasta la Plaza del Sol.

 

Los manifestantes, repartidos en ocho columnas que partieron de diferentes puntos de la capital (una de ellas desde Leganés) siguiendo la estructura de las manifestaciones del 19 de junio y del 24 de julio, corearon consignas ya tradicionales en el movimiento 15-m, como "Que no, que no, que no nos representan" o "Illa, illa, illa, Botín hijo de puta" a las que se le añadieron gritos contra la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, pidiendo su dimisión. Entre los miles de personas que marcharon se distinguían muchos vestidos con las camisetas de la "Marea verde" en defensa de la educación pública, que desde hace semanas protesta contra los recortes en Educación que han dejado sin trabajo a alrededor de 3.000 maestros y profesores.

Cuando las cabeceras de las distintas columnas llegaron a Cibeles, aún podían verse miles de personas varadas por la plaza de Neptuno, la Puerta de Alcalá y Colón. Mientras, aún seguián uniendose más personas a la manifestación.

La llegada a Sol de la cabecera principal de la manifestación también iba precedida ya de algunos miles de personas que habían acudido directamente a la plaza. Después de que dejaran coronado el edificio donde antes se veía el anuncio ya típico madrileño de los vinos Tio Pepe con una pancarta en la que se podía leer "15.O Unidos por un Cambio Global", poco antes de las 21.00 la Orquesta Solfónica comenzó a tocar la 9º Sinfonía de Beethoven. Sol para ese entonces ya estaba abarrotada de gente, pero no habían podido entrar todos. Miles de personas intentaban llegar a la plaza desde Gran Vía, pero ya no cabía un alfiler. La decoración del edificio de Tio Pepe continuaba. "Unidos podemos alcanzar el sol", reza una nueva pancarta.

Poco más de una hora después, a las 21.00, comenzaron los actos en Sol. Después de que el "coro protesta" versionara canciones como "A quién le importa" y "Como una ola" al estilo reivindicativo, llegó el momento del "escudo antimercados".

"Exorcizar los mercados" "Vamos a sacar el brocker que todos llevamos dentro, sacad un objeto a modo de amuleto", explicaba el chamán antimercados. "Nos amenazan los chamanes financieros, su fuerza es poderosa, con sus augurios de derivados y maldiciones infraccionistas, pero nuestra fuerza es clara. Nos exigen confianza y sacrificio (...) Lo llaman confianza pero quieren decir resignación y miedo. ¿Tenemos miedo?", continuaba el chamán. "Nooooo", respondieron al unísono los cientos de miles de personas que llenaban Sol. "Ninguna dictadura sobrevive si no hay miedo, ni siquiera la de los mercados".

Después de la performance, un miembro de la Comisión de Barrios tomó el micrófono. "Si hace 5 meses Sol se llenó de gente que quería un cambio, hoy está a rebosar de personas dispuestas a trabajar por ese cambio", afirmó. Y sí, con esta manifestación el movimiento 15-m ha conseguido batir un record de participación, superando las cifras de asistencia del 15 de mayo, 19 de junio y 24 de julio.

El siguiente en hablar fue un chico de Marruecos, que explicó como allí, a pesar de que los medios de comunicación no les presta atención, miles de personas salen a la calle movilizados por el movimiento 23 F. Desde Siria también otro participante explicó la situación del país, donde desde hace un año el pueblo reclama la salida del poder del dictador Al Assad. "Queremos que España expulse a su embajador aquí, que rompan relaciones. No queremos que pase como en Libia, que no han intervenido hasta el final porque no les interesaba".

Javier Roca Sierra, el policía que ya intervino en la asamblea celebrada tras la manifestación del 24 de julio en Madrid, le cogió el relevo instando a la reflexión a funcionarios y policías. Roca ya fue sancionado por el Ayuntamiento de Madrid en septiembre por apoyar el movimeinto 15-m. "Os hablo como persona, no como profesional. Como ciudadano, uno más que sufre y comparte los mismos problemas del resto de ciudadanos. Todos podemos cambiar algo", concluyó Roca.

El encuentro en Sol continuó con la participación de un manifestante de Occupy Wall Street que intentó mostrar en la plaza como se celebraban en el distrito financiero las asambleas multitudinarias sin micrófono, ya que no tienen persimo para utilizar equipo de sonido al no tener una organización desde la que pedirlo. El experimento no dio gran resultado en Sol, también a causa de que hablaba en inglés, pero el mensaje quedó clalo. "Superamos los obstáculos buscando soluciones no violentas", resaltó, y, como ejempló, citó que ante la amenaza por parte del alcalde de Nueva York de vaciar Liberty Place, donde están acampados, una concentración de 2.000 personas hizo disuadir al alcalde de su decisión.

"Las asambleas son un medio, no un fin" Desde la comisión de Internacional en ese momento plantearon un tema que se volvería el central de la asamblea de ayer. "¿Cómo canalizar toda la fuerza global que está surgiendo? Tenemos que trabajar juntos para decidir cuáles serán nuestros siguientes pasos. No es suficiente hacer asambleas, las asambleas son un medio, no un fin". Tras la participación en la asamblea de varias personas más, los asistentes en Sol se dividieron en grupos para reflexionar que acciones emprender a partir de ahora. A las 2 am aún se pòdía ver a varios cientos de personas en la plaza tratando este tema, que seguramente se volverá una clave que marcará los próximos meses ya no sólo en España, sino en buena parte del mundo. Madrid se convirtió la pasada jornada en el epicentro de una protesta que se ha hecho mundial y demostró que aún tiene energía para mucho más.

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Fuente: Tercera información