Esto es la lucha de clases PDF Imprimir E-mail
Opinión / Actualidad - Economía
Escrito por Pepe López Bulla   
Miércoles, 08 de Agosto de 2012 00:00
Miguel de Molina
Homenaje a Miguel de Molina, cupletista republicano.
Algunos analistas quisieron entender en las palabras de don Mario Draghi de la semañana pasada – “creanme ustedes …”--  que el bálsamo de Fierabrás acudía en socorro del euro y de ciertos países como España e Italia.  Ayer, sin embargo, coincidiendo con otra rueda de prensa del mismo Draghi (“la Parrala sí, la Parrala no") y el encuentro entre Rajoy y Monti, se vuelven a disparar las alarmas con esa prima de riesgo que vuelve a tener alturas alpinas.
Otro analista contumaz se pregunta hoy: “Sigue siendo desconcertante la falta de agilidad con que se toman las decisiones en Europa”. Lo que, al margen del carácter de dichas decisiones, puede ser tan verdad como que la suma de los ángulos internos de un triángulo es igual a 180º grados sexagesimales. Pero, francamente, ese no es el problema.
 
Comoquiera que las cosas siguen más que torcidas, me parece que sería conveniente establecer una hipótesis no convencional a lo que está ocurriendo. He dicho hipótesis y, como tal, debe tomarse.
 
¿Por qué las personas e instituciones que podrían enderezar la situación van a querer hacerlo? La hipótesis que se establece en estas líneas es que nadie con mando real en plaza tiene interés en hacerlo. No desde luego este Mario Draghi.
 
Mientras Draghi era vicepresidente de Goldman Sachs international, uno de los máximos responsables de la compañía en Europa, asesoró a Kostas Karamanlis sobre cómo ocultar la verdadera magnitud del déficit griego.  Esta ocultación del fraude condujo a la crisis financiera en Grecia. Naturalmente, este palmarés debió pesar lo suyo para que se pensara en él como máximo responsable del Banco Central Europeo. Que eso repugne a la moral es harina de otro costal.  Y cono no hay uno sin dos, ni dos sin tres, héte ahí que Monti y de Guindos llevaban la batuta en Europa cuando Lehman Brothers, en 2008,  quebró por el escándalo de las hipotecas subprime, un terremoto de cuyas consecuencias todavía se duele la economía mundial.
 
Así las cosas ¿es lógico no establecer un vínculo entre las necesidades de Goldmann Sanchs y sus enclaves políticos y la situación europea? Mi hipótesis es que “quienes están dando una patada al euro en el culo de España e Italia” están en las zonas limítrofes de Goldmann Sanchs y lo que quede de Lehman Brothers.
 
Si no estoy errado, habría que dejar los perifollos y las jaculatorias y estar atentos al fondo de la cuestión. Que no es otra que la manifestada no hace tanto tiempo por Warren Buffet, uno de los mayores magnates del mundo: “Claro que hay lucha de clases. Pero es mi clase, la de los ricos quien ha empezado esta lucha. Y la vamos ganando”.
 
De manera que el problema no está en la incompetencia de algunos políticos con mando (limitado) en plaza sino en el interés material, corpóreo del parné. Estos políticos no son otra cosa que La Bien pagá.  Toda una intución del cupletista republicano Miguel de Molina a quien conocí en Buenos Aires; me fue presentado por mi tío Quinito.
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