Radio Nazional de España ha añadido una nueva muestra de su capacidad desinformativa ayer miércoles, 21 de noviembre del año de desgracia 2012, entre las 8,30 y las nueve de la mañana, en un programa dirigido por el que dice llamarse Manolo HH. Participaron en un coloquio tres periodistas de toda confianza (de la casa, se entiende): Javier Valenzuela, Manuel Erice y Chelo Aparicio, a los que don Manolo planteó una cuestión sobre la noticia del día: la Fiscalía Anticorrupción propone una fianza de cuatro millones cien mil euros a cada uno de los presuntísimos estafadores Iñaki Urdangarin y Diego Torres, dirigentes del Instituto Nóos.

Preguntó don Manolo a los tres periodistas si creían que se ha cumplido la afirmación hecha por su majestad el rey católico y ortopédico nuestro señor, que Dios guarde (falta le hace al volver una vez más al quirófano), en su último discurso nochebuenero, cuando aseguró impertérrito que en este reino la Justicia es igual para todos.

Como una sola voz bien amaestrada, los tres respondieron afirmativamente, alegando que el hecho de que se procese al yernísimo del rey demuestra que en este reino la Justicia sí es igual para todos. Nadie se acordó de la hija del rey, Cristina de Borbón, casada con el Iñaki, su cómplice necesaria en todos los delitos, cometidos al amparo de su condición de infanta de España precisamente.

El fiscal y el juez consideran imputable a la mujer de Diego Torres, pero no se les pasa por la imaginación siquiera considerar cómplice a la mujer del Iñaki, cuando era la jefa de la banda, en cuyo nombre se perpetraron todos los robos. ¿Por qué no se considera delincuente a esta mujer? Pues porque es la hija del rey católico, y los vasallos no se atreven a mentarla, para evitarse represalias.

Todavía hoy, víspera de cumplirse 37 años del comienzo de la monarquía del 18 de julio instaurada por el dictadorísimo, la página web oficial de la llamada Casa de Su Majestad el Rey mantiene informaciones personales sobre la denominada “Su Alteza Real la Infanta Doña Cristina”, con ese despliegue lacayuno de letras mayúsculas, y sobre el “Excelentísimo Señor Don Iñaki Urdangarin”, ídem, los dos delincuentes mayores del reino. En la página correspondiente al Iñaki se incluyen cuatro fotografías principales: una de él y su mujer con el presidente gringo Obama y la suya, otra de ambos con los reyes y los tripríncipes de Asturias, Girona y Viana con atuendo veraniego; la tercera de ambos y los reyes con sus cuatro hijos en la primera comunión de uno de ellos, y la última con los reyes y los tripríncipes y la otra hermana en el desfile de la victoria celebrado el 12 de octubre de 2011.

Es una aberración legal afirmar que en el reino de España la Justicia es igual para todos porque se procesa al yernísimo del rey, cuando ni jueces ni fiscales ni periodistas se atreven a recordar la complicidad necesaria de la llamada infanta, en cuyo nombre se cometieron todos los delitos. Al final resultará que el culpable de todo fue Diego Torres, pero dice un refrán que torres más altas cayeron. A ver si se cumple y se hunde la torre principal. ¡Viva España con honra!