"Si el Gobierno envía al Ejército es señal de que no merece sobrevivir como Estado democrático" 

Alain-G Gagnon es profesor en la Université du Québec en Montreal y autor de Temps d´incertutuds: assajos sobre federalisme i la diversitat nacional (Afers y PUV), amablemente ha accedido ala siguiente entrevista..

¿Es viable la actual España de las autonomías?
No. Estamos en el momento más importante de la historia reciente de España: el fin del Estado de las autonomías. Ya no es posible reinventarlo. Después del fiasco del Estatut de Cataluña, de los errores del Gobierno central y de las manifestaciones independentistas recientes, hay señales más que suficientes de que la España de hoy no funciona.

Necesitamos otro modelo que, probablemente, será federalista. Y hay múltiples versiones de federalismo. El federalismo territorial, como el de Estados Unidos o Alemania; el federalismo cultural, como el de Suiza; o el federalismo multinacional, como el de Canadá, que es el que yo propongo en mi libro para España.

¿En qué consiste?
España se ve a sí misma como una sola nación indisoluble, como la francesa o la alemana, y no entiende que en su seno hay otras naciones que tienen derecho a existir y a proyectarse en el futuro. El federalismo multinacional ha de atender de forma individual a cada una de sus naciones y regiones.

No es el mismo café para todos...
No, al contrario: no se puede imponer el café para todos. Cada uno tendrá su propio café dentro de un Estado que ha de ser refundado. No se trata de imponer el Estado central en todas las regiones. El objetivo del federalismo es respetar la unidad en la diversidad.

Es lo contrario a lo que usted llama la "España única e indivisible heredera de la tradición borbónica".
Sí. Para mí, ese modelo centralista es el gran error histórico. Necesitamos un Estado que no proponga la homogeneización, sino que apoye a sus naciones y regiones.

¿Esa propuesta de federalismo desactivaría el independentismo?
No hay duda de que sí. El independentismo no desaparecería, pero sí se reduciría de forma muy importante. España necesita una cultura federal. El problema es que la España centralista no puede entender su diversidad.

En su libro habla de la identidad nacional de Cataluña, el País Vasco, Galicia, Canarias y Andalucía, pero del grupo identitario valenciano no dice nada...
Es una falta mía que en el próximo libro abordaré. En el caso de la Comunitat Valenciana, la contribución al debate territorial fue la llamada "cláusula Camps", que pretendía igualar el café, fuera cual fuera, para todos. No voy a discutir la personalidad de Camps ni su contribución -o su no contribución- a la democracia, pero creo que esa cláusula es interesante, aunque no se aplica y no pasó de ser una cortina de humo.

¿Por qué un territorio como el valenciano, con lengua, cultura y pasado de independencia política, tiene una sensibilidad identitaria tan débil y sin aspiraciones federales?
Hay una complicidad entre la Comunitat Valenciana y Madrid, y ésa es la carta que ha decidido jugar Valencia. La consecuencia de esta decisión es que Cataluña se ve como un rival. Es una lástima que esta oposición impida el apoyo mutuo de los dos territorios. El ejemplo de TV3 para mí es increíble. Es un error histórico, porque Valencia y Cataluña se necesitan para desarrollarse.

Sostiene que existen fenómenos potencialmente devastadores en los ámbitos culturales e identitarios, que las minorías nacionales están más en peligro que nunca.
En esta época del imperialismo cultural norteamericano necesitamos oponer resistencia. Hay que movilizarse contra la corriente dominante. Es más difícil de mantener una lengua o una cultura hoy que en las décadas anteriores. Ése es el desafío. El español es muy bonito, pero no puede imponerse sobre las demás lenguas ibéricas.

Choca otra vez con las esencias más borbónicas de España...
Sí, y es que todavía se arrastra. Ahora mismo, con la excusa de la crisis, hay una tendencia española a la recentralización. Madrid se impone con una actitud invasora en muchas ocasiones. Esa agresividad se está intensificando.

¿Qué consecuencias nacionales tendría para España las posibles independencias de Cataluña o el País Vasco?
Se producirían unas consecuencias muy grandes para España, porque son regiones ricas. Por esa razón es necesario que España despierte y proponga un modelo respetuoso con la diversidad de una manera urgente con el federalismo multinacional. España ha de reaccionar de una forma democrática.

Atrévase con un pronóstico: ¿En España habrá independencias, se reformará la Constitución por la senda federalista o todo seguirá igual?
Depende de la manera en que reaccionen los dirigentes políticos. Si el Gobierno envía al Ejército es una señal de que España no merece sobrevivir como Estado democrático. Por ello, deben responder de una forma responsable a cualquier decisión democrática que se produzca en Cataluña y el País Vasco. El gran desafío es forjar un proyecto común que mantenga unidas a las naciones de España.

En a imagen superior, el politólogo  Alain-G. Gagnon. Foto: Fernando Bustamante

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Fuente: Levante