Televisiones a negro Imprimir
Opinión / Actualidad - Política
Escrito por Tirano Banderas   
Jueves, 08 de Mayo de 2014 00:00

carta de ajuste 02TVE, la televisión pública española, está al borde de la quiebra: presenta un déficit crónico anual de cien millones de euros, con unas pérdidas acumuladas de 800 millones. Han fracasado tanto el modelo de financiación como el de programación. Una situación patrimonial desesperada que puede forzar al Gobierno a cesar a la cúpula directiva, sus chicos, y a realizar aportaciones extraordinarias de dinero público.

 

Coincidiendo con este drama nacional, la hecatombe de la televisión pública, cinco canales de TDT de las dos empresas privadas que forman el duopolio televisivo español, Atresmedia y Mediaset, se fueron a negro la noche del lunes. El Tribunal Supremo los declaró ilegales al no haberse otorgado por concurso, tal como exige el Art 27.5 de la Ley General Audiovisual que traspone las Directivas Europeas de Obligado Cumplimiento.

Atresmedia y Mediaset han puesto el grito en el cielo. Y han utilizado los canales con que manejan el cotarro audiovisual español (Telecinco, Antena 3, La Sexta y Cuatro) para emitir spots y lanzar consignas en defensa de asuntos tan sagrados como la libertad de expresión o la pluralidad. Sí, consignas en defensa de la libertad de expresión y de la pluralidad desde un duopolio, con dos cojones.

Los ciudadanos también han estallado. ¿Para evitar la destrucción de la televisión pública española? No, por favor, por el cierre de los cinco canales privados. La web de televisión Vertele.com ha reunido más de 140.000 firmas, que ha entregado al Gobierno de Mariano Rajoy, contra el cierre de estas TDT.

Nadie recoge firmas contra la manipulación y la mala gestión de TVE, nuestra televisión, la única que no es un negocio privado. A nadie parece importarle que empresas de Lara y Belusconi controlen el mapa audiovisual español. Así las cosas, el gran problema de la televisión en España es que se han cerrado cinco canales de segunda división que no habían sido otorgados como tenía que ser, es decir, por concurso. El mundo al revés.

Pongo la televisión y tiro de mando a distancia. Recorro la parrilla entera. Sin ningún problema cerraría la mitad de las cadenas que puedo ver, sin ningún temor a que se resienta ni la libertad de expresión, ni la pluralidad. Es más, creo que con menos televisiones seríamos más libres.

Cierren más canales de televisión. Por un pueblo más culto, más crítico y con un ocio de mayor calidad.

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Fuente: El Descodificador