El gasto militar español: ilegítimo, opaco e insolidario |
Opinión / Actualidad - Economía |
Escrito por La utopía contagiosa |
Martes, 09 de Agosto de 2016 00:00 |
De nuevo el peso abrumador del gasto militar sobre nuestras vidas pasa desapercibido ante la capa de irrelevancia y de opacidad con la que sus promotores han sabido esconderlo a los ojos de casi todos. Para llevar a cabo esta ocultación cuentan con la complicidad, no exenta de responsabilidad, de no pocos opinadores y con el consenso desde arriba, por activa o por pasiva, de los políticos de viejo y nuevo cuño, los primeros más entusiastas y los segundos tal vez más resignados.
El estudio que hemos realizado este año [1], con el apoyo de 19 relevantes organizaciones y medios de difusión, detecta al menos 30.928,86 millones de € de gasto militar destinados a sufragar el entramado de la defensa durante 2016, lo que supone más del 2,7% del PIB español y el 7,14% del total de gasto de los presupuestos del estado. La dimensión tan extraordinaria de este gasto se oculta en un maremágnum de equívocos hábilmente tejidos desde arriba, con lo que nos quieren hacer creer que 1º) se gasta poco en defensa (el mantra del Ministerio de Defensa, tanto en época de Rajoy como antes con Zapatero es que estamos al nivel de “Luxemburgo” en gasto militar y entre los estados que menos gastan en Europa) y 2º) que nuestros ejércitos, si no consiguen suculentas mordidas al presupuesto en breve (mordidas que suelen realizarse mediante la aprobación en verano y con nocturnidad de multimillonarios créditos militares extraordinarios y extrapresupuestarios y con un constante nivel de sobregasto en las liquidaciones de los presupuestos anuales de +20% de lo inicialmente presupuestado por el Ministerio de Defensa), nos dejarán indefensos ante las “amenazas” (por otra parte indemostradas, indefinidas, inconcretas, hipotéticas y de naturaleza no militar) que se ciernen sobre nosotros. Nos oculta esta estrategia comunicativa del Ministerio de Defensa que el efectivo nivel de gasto militar que tenemos 1) es inaceptable en comparación a otras prioridades públicas y sociales, 2) nos ha arrastrado a una situación de endeudamiento inabordable (más de 30.000 millones de € en compromisos por compras de armas, a lo que sumar las nuevas “inversiones” en armas que pretenden subir esta deuda en otros 10.000 millones más), 3) provoca un pago anual de deuda militar para el autofinanciamiento del gasto militar corriente que supera los 16.000 millones de €, o que 4) todo ello nos obliga a una creciente sumisión respecto de los señores de la guerra y los vendedores de armas, de los halcones de occidente y su política agresiva y condiciona toda la política de defensa del Estado a los intereses ilegítimos del que podemos llamar con toda justicia complejo militar industrial español (complejo militar industrial que amalgama políticos e industriales “puertagiratorias”, una banca tenedora de deuda militar e inversora en este negocio que bien podemos denominar “banca armada” y un cúmulo de intereses creados de nuestra casta extractiva que tiene su mejor y más acabada expresión en el dominio en el parlamento del consenso “promilitarista” y el silencio en los espacios de comunicación e información de toda crítica a esta situación). Y, como colofón 5) Nos convierte en un estado canalla, uno de los principales promotores de la guerra y del intervencionismo militar en el mundo, ya sea mediante la venta directa y orquestada desde el estado de armas, ya mediante la contribución con fuerzas militare en cuanta operación militar exterior se promueve. La dimensión cuantitativa de nuestro gasto militarPero demos una primera explicación de la composición de nuestro gasto militar previsible para 2016: El Gobierno de Rajoy reconoce un gasto militar de 5.787,89 millones de euros, que se corresponde con el presupuesto del Ministerio de Defensa. Fuera de éste se encuentran “disfrazados” otros conceptos que la OTAN considera también gasto militar como:
Por ello el gasto militar oculto supone el 81,29 % del gasto militar real, nada menos que 25.372,72 millones de € que a los ojos de la sociedad no existen, a pesar de repercutir gravemente en nuestro nivel de vida, en la deuda ilegítima que nos obligan a pagar (en este caso con doble motivo porque es deuda para adquirir armas en beneficio de unos pocos y con ocultación y en perjuicio de todos) y en las posibilidades de usar el dinero público en bienes sociales en vez de en militarismo. La opacidad deliberada del gasto militar españolEn el informe de este año hemos definido, por primera vez, el Índice de Opacidad del gasto militar, que tiene en cuenta el porcentaje del gasto militar que se oculta con respecto al presupuesto militar con el que se compara. La opacidad del gasto militar ocurre en todos los estados, pero no tiene en todos la misma intensidad. Desde nuestro punto de vista es positivo aportar una escala que intente medir, aunque sólo sea aproximadamente el volumen de la opacidad del gasto militar.
Para el análisis de este cuadro, nótese que no nos referimos a asignaciones presupuestarias decididas social y democráticamente por la población, sino que nos estamos fijando en lo contrario: aumentos presupuestarios ocultos, opacos, y, por lo tanto, sin el necesario control parlamentario y social. Pueden existir situaciones políticas, económicas y sociales sobrevenidas y urgentes que hagan que un cierto grado de opacidad en un gasto sea asumible, por un periodo corto: unos pocos presupuestos anuales. Nos resultaría a todos más difícil aceptar una situación de opacidad presupuestaria, en cualquier partida, más continuada en el tiempo y de cuantía mayor. Este ocultamiento empezaría a ser poco aceptable porque implicaría que el gobierno estaría haciendo sus funciones de espaldas a la sociedad, engañando y sin dar verdaderas explicaciones democráticas. También significaría que el control parlamentario estaría muy mermado. ¿Qué pensarían los españoles y españolas si el grado de ocultamiento del gasto de cualquier ministerio fuese mayor del 50 %? Sería escandaloso. Posiblemente lo considerasen inaceptable porque implicaría que existe una muy baja o nula calidad democrática en el ejercicio del gobierno ya que ofrece unos presupuestos mentirosos con continuidad y en volúmenes de gasto importantes. Posiblemente algo en lo que habría que pedir explicaciones políticas y penales de manera urgente y tajante. ¿Puede ser imaginable que el grado de opacidad, de ocultamiento de un presupuesto determinado pasase del 100 %, y, sobre todo, que lo hiciese de manera continuada en el tiempo? Pues esta es la realidad del Gasto Militar. Y no sólo en 2016, sino en cualquiera de los años precedentes. En 2016 se va a ocultar, al menos, el 437’55 % del G.M. del Estado Español. Un gasto que se caracteriza por:
---------------- Fuente: El salmón contracorriente |