Las cuentas claras y el patrimonio espeso Imprimir
Monarquía - Casa irreal
Escrito por Raquel Ugarriza / Deia   
Miércoles, 21 de Diciembre de 2011 05:38

Se creen que nos chpamos el dedoLa Casa Real pretende poner sordina al escándalo Urdangarín detallando en qué gasta su presupuesto de 8,43 millones

La proverbial opacidad de los dineros de la Corona española están empezando a crear tantos quebraderos de cabeza al rey Juan Carlos que le ha obligado a abrir sus cuentas a la ciudadanía que, por otra parte, financia la existencia, plácida existencia, de la Familia Real. Tras estallar el caso Urdangarin, la Zarzuela anunció que antes de final de año hará público el desglose de en qué gasta los 8,4 millones de euros que recibe de presupuesto de las arcas públicas.

 

Aunque se ha tratado de desligar la repentina decisión de hacer más trasparente los dineros reales del escándalo por el presunto caso de corrupción del yerno del monarca, lo cierto es que este inesperado espíritu de transparencia no sería posible sin la sombra de corrupción que se cierne sobre Juan Carlos I y su familia. Que se lo pregunten, si no, a formaciones como IU o Esquerra Republicana de Catalunya o al senador del PNV Iñaki Anasagasti, a los que siempre han dado con la puerta en las narices cuando pedían cuentas al rey. Es más, el Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo está pendiente de pronunciarse sobre una denuncia presentada por ERC porque se les vetó una proposición de ley para acabar con la opacidad en las cuentas reales.

La Zarzuela y los partidos valedores del blindaje de Juan Carlos I, fundamentalmente el PP y el PSOE, se escudan en la legislación: los Presupuestos Generales del Estado fijan anualmente la cantidad global destinada, según la Constitución, "al sostenimiento de su Familia y Casa", una cantidad que el rey "distribuye libremente". Este año han sido 8,43 millones de euros, unos 1.400 millones de las antiguas pesetas. Con esta asignación, el monarca paga las retribuciones de los empleados de la Casa del Rey -menos de una veintena-, determinados gastos de representación -almuerzos, cenas, recepciones-, dietas y gastos de transporte, su sueldo y el de su hijo, el príncipe heredero, así como asignaciones a las dos infantas y al duque de Palma por su representación institucional. Con el resto puede hacer lo que cualquier otra persona: gastarlo, ahorrarlo y/o invertirlo.

¿En realidad, 25 millones? Pero esta cuantía, moderada en opinión de los monárquicos, que la comparan con los presupuestos que manejan otras Casas Reales europeas, es una ficción. Los borbones no cuestan a los españoles solo 8,4 millones al año. Los viajes y visitas oficiales, la seguridad, los vehículos y chóferes, los sueldos de un centenar de empleados de la Zarzuela y los gastos de funcionamiento de todos los palacios en donde residen van a cuenta de los diversos ministerios. Las partidas están sin desglosar, con lo que todo son conjeturas. Con todo, algunas fuentes sostienen que, de contabilizar todos los gastos de la Casa Real de forma conjunta, estos alcanzarían los 25 millones de euros.

A falta de que la Zarzuela destape por fin sus cuentas, seguiría quedando el espinoso asunto del patrimonio acumulado por Juan Carlos de Borbón y familia en las últimas décadas. La nebulosa es, si cabe, más impenetrable cuando hablamos de la fortuna de los borbones. Dos únicas cosas están claras. Cuando el actual monarca fue acercado a España por el dictador Francisco Franco para moldearle como futuro heredero, su padre, Juan de Borbón, hibernaba en el exilio de Estoril gracias al dinero reunido por los monárquicos para el sostenimiento de las aspiraciones de los borbones a la Corona española. Los cien millones de pesetas que, dicen, dejó en herencia Alfonso XIII habían menguado hasta convertirse en una de las casas reales más pobre se Europa. Un origen más o menos modesto, en suma.

 

Tras 36 años de reinado, se desconoce la fortuna del rey, que 'Forbes' cifra en 1.790 millones

 

La otra certeza es que en la actualidad el rey tiene una fortuna personal que pocos se atreven a cuantificar. La revista Forbes atribuyó al monarca un patrimonio valorado en 1.790 millones de euros. Cierto es que la publicación incluye todos los palacios de los que hacen uso la Familia Real como propios, cuando son patrimonio del Estado español. La revista Eurobusiness, que en 2007 manejaba cifras similares, detalló que 545 millones de euros (90.680 millones de las antiguas pesetas) corresponderían a su fortuna familiar. Otras fuentes, como la biografía publicada por Ardi Beltza en el año 2000, sostienen que la Familia Real española tenía 6.000 millones de las antiguas pesetas guardadas en cuentas suizas.

Todas estas cifras le parecen exageradas a Jaime Peñafiel, el popular periodista experto en las monarquías europeas. "Cuando hablamos de dinero, la mitad de la mitad", explica. Reconoce, sin embargo, que Juan Carlos I ha atesorado "una pequeña fortuna, aunque no tanto como se dice". Su actual patrimonio sería el resultante de unas provechosas inversiones cimentadas en la crisis del petróleo del año 73, asevera Peñafiel. "En época de Franco, cuando la crisis del petróleo, le pidieron que intercediera ante el soberano de Arabia Saudí gracias a la buena relación que mantenía con él. Lo hizo, el problema se solucionó y se garantizó el suministro de petróleo a España. A cambio se le autorizó a cobrar unos céntimos por cada barril de petróleo que se importaba desde Arabia Saudí. Eso no lo quitó luego Suárez y es mucho dinero", resume. Peñafiel, juancarlista confeso, que no monárquico, asegura que el affaire Urdangarin servirá, al menos, para conocer cómo el monarca español distribuye el dinero procedente de los impuestos de los ciudadanos españoles. "No hay mal que por bien no venga. Creo que con el dinero público hay que justificar hasta el último céntimo".

Regalos sin control Otra cuestión que no está regulada por ley alguna es el protocolo a utilizar cuando el monarca o su familia reciben regalos, que suelen ser muy cuantiosos y que escapan al control o conocimiento de la Administración. Yates pagados por empresarios baleares -alguno de ellos valorados en 3.000 millones de las antiguas pesetas- o un suntuosos Rolls Royce Phantom Drophed Coupé con embellecedores de oro, valorado en 550.000 euros, procedente de Kuwait, han engrosado los fondos del Patrimonio Nacional, que tiene que pagar todos los gastos de mantenimiento de unos regalos que solo pueden disfrutar Juan Carlos de Borbón y familia. Lo mismo que los palacios de la Zarzuela y Marivent, o el abultado parque móvil del monarca, de más de 70 vehículos. Un negocio verdaderamente redondo.

----------------------
Fuente: Deia.com