Según Ratzinger, La virgen María tenía relaciones sexuales con José… ¡Qué trauma! Imprimir
Laicismo - Crítica a la religión
Escrito por Paco Arenas / UCR   
Jueves, 22 de Noviembre de 2012 04:01
La infancia de JesúsEsta primavera me pase por el “Escorial de la Mancha”, me sorprendió ver que había niños de unos trece años en adelante dando clases, pregunte si se utilizaba el monasterio de Uclés como colegio, la respuesta fue sorprendente, al menos para mí. “es el seminario menor de Cuenca, son niños que estudian para sacerdote”, ¿a los trece años, un crío realmente puede saber si desea ser cura, si todavía no ha experimentado los picores de la adolescencia?

No sé si será opio la religión, aunque presiento que alucinogena si que es, pero como para todo debería haber unas reglas, y una de ellas debería ser la prohibición de entrar a un seminario o en un convento antes de los 18 años o como mínimo los 16, siempre que hubiese probado lo que después en teoría tienen prohibido, porque luego pasa lo que pasa. ¿No?

Viene esto a cuento del último libro del Papa Benedicto XVI en su libro "La infancia de Jesús", en el que también señala que en el Evangelio no se habla del buey y el asno en el pesebre, yo pensaba que era una mula y como castigo de Dios las convirtió en estériles, eso al menos nos decían cuando yo iba a la escuela nacional franquista, ahora colegio público(por poco tiempo) hasta que me entere de la verdad la pena que me dieron “La Cordobesa” y El Sacristán” el mulo y la mula que tenía mi padre, pobrecillos no podían tener hijos.

El libro del Papa quita la razón a un santo, así que a partir de ahora no se podrá decir “tienes más razón que un santo”, en concreto a san Agustín, que afirmó que la Virgen María habría hecho un voto de virginidad y se habría comprometido con José para que la protegiera, señalando el obispo de Roma que esa reconstrucción "está fuera del mundo judío del tiempo de Jesús". ¡Madre mía, qué trauma más grande! La virgen María follaba como todo hijo de vecino.   Pienso en todas esas novicias que renunciaron al placer de la carne pensando en que en la otra vida llegarían al orgasmo espiritual, aquellas novicias, monjes   o sacerdotes, incluso cristianos que se torturaban mentalmente pensando en que irían al infierno si se acariciaban el clítoris, el pene o tenían simplemente deseos eróticos, tantos gozos ocultos tras las paredes de los conventos o en las sacristías, tantos abusos sexuales y tanta pederastia nos habríamos ahorrado si la Iglesia hubiese dicho eso hace 2000 años, acabando con algo tan inmoral y denigrante como es el celibato, que como decía el padre del cura de mi pueblo. – Mi hijo es un hombre, como todos los demás… ¿a qué creéis que va a Cuenca o a Madrid? Lo cual deja claro que los curas, las monjas tienen las mismas necesidades fisiológicas y sexuales que el resto de los mortales, a saber cómo llegaba Santa Teresa al éxtasis ante el cuerpo desnudo de Jesús en la cruz. El cura de mi pueblo tenía una niña a su servicio desde que ella tenía trece años, siendo adolescente la joven, el sacerdote hubo de colgar los hábitos, para convertirse en un magnifico relojero.

Continuemos con el librito: "¿Es cierto que Jesús fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo y nació de santa María Virgen? Sí, sin reservas", afirma el Pontífice, quien señala que hay dos puntos en la historia de Jesús en las que la acción de Dios interviene directamente en el mundo material: "el parto de la Virgen y la Resurrección del Sepulcro, en el que no permaneció ni sufrió la corrupción".   Según lo anterior, si José mantenía relaciones sexuales con la “no virgen” María… ¿Cómo afirmar de manera tan categórica eso?

Benedicto XVI afirma que si a Dios sólo se le permite actuar en la esfera espiritual y no en la material, "entonces no es Dios", pero que sí, "que tiene ese poder y con la concepción y la resurrección de Jesucristo ha inaugurado una nueva creación".     Ante esto, me da a mí por enfadarme mucho con Dios, sé o pienso que no tendré represalias por su parte, comenzando por su supuesta enorme bondad y terminando porque no espero ni castigo divino en el infierno, ni premio en el paraíso, pero Dios debería intervenir, ante el actual deterioro del mundo actual, y echar a los mercaderes del templo, empezando por el obispo de Roma y terminando por “los mercados” y los gobiernos que actúan en beneficio de los mismos en contra de los más pobres y necesitados y dejar claro que “es más fácil que entre un camello por el ojo de una aguja que un rico en el reino de los cielos”.

Por decir lo mismo que dice ahora Ratzinger fueron asesinadas por la “Santa Inquisición” miles de personas acusadas de herejía, la Iglesia debería pedir perdón por ello, por haber inculcado el celibato, una autentica castración sicológica, a millones de religiosos, amparándose en supuestas castidades marianas o nazarenas, que han dado lugar a suicidios, sentimientos de culpa y lo que es peor pederastia, también debería pedir perdón la Iglesia, por haber apoyado criminales dictaduras como la del general Franco, Videla o Pinochet, también debería pedir perdón la Iglesia, haberse doblegado y alentado a los poderosos en contra de los pobres, por acumular grandes tesoros y riquezas y no seguir la palabra y el ejemplo de Jesús, debería pedir perdón la Iglesia. No lo hará, y continuara existiendo un gran abismo entre esos primeros cristianos revolucionarios en el imperio de Roma, con estos “católicos”, que bendicen dictadores y criminales, comparten intereses y banquetes con banqueros, reyes y corruptos de toda ralea.
La Iglesia católica se lleva en subvenciones del Estado en torno a los 10.000 millones de euros, si se supone que España es un país aconfesional… ¿Qué sentido tiene destinar tan ingente cantidad de dinero a mantener una institución al igual que la monarquía tan anacrónica como inútil? ¿Por qué los cargos electos, sean católicos o no, juren o prometan, lo hacen ante una biblia y un crucifijo? La república que ha de llegar debe extirpar estos tumores de la sociedad, no estoy en contra de que cada cual tenga sus propias creencias, pero sí que se destine a ellas unos fondos públicos necesarios para otros menesteres ya sean sociales o culturales. La república que ha de llegar debe ser además de democrática, en el sentido más amplio y profundo del término, federal y claramente laica.