La propuesta republicana
Ponencia
que s presenta a debate en la III Jornada Republicana. Madrid 13 de noviembre de
2004
Julio
Anguita
Corresponde a los Estados Generales aprobar,
impulsar y desarrollar en creciente concreción, las líneas maestras de la
propuesta republicana que hacemos a la sociedad para que en el seno de la misma
se discuta y se asuma. Es decir se trata de que la III República nazca tras
previa gestación, elaboración y preparación. Es lo que hemos venido en llamar
El
proceso constituyente.
Las energías
y apoyos que se manifiestan de manera creciente en torno al ideal republicano
deben ( si se pretende que éste sea una realidad) ir confluyendo y aterrizando
en la concreción de lo que pudiéramos llamar desde ya Principios
y contenidos fundamentales de la Constitución de la III República. El
debate en torno a esta cuestión consigue- junto con el avance de la idea
republicana- la cohesión social en torno al proyecto de constitucional de la
III República. La idea central es que la República debe venir de la mano de
una gran mayoría social perfectamente implicada en el proyecto, sus contenidos
y sus valores cívicos. Es una mayoría ( la que buscamos) que sea transversal a
las fuerzas políticas y sindicales; a las fuerzas y colectivos culturales y a
los distintos imaginarios colectivos. La heterogeneidad de los múltiples
constituyentes se transforma en homogeneidad ( en absoluto rígida) mediante la
participación en el acervo constitucional.
Hemos venido planteando que nuestra apuesta por la III República no se
hace desde la “asepsia programática” o desde la simple sustitución de la
Jefatura del Estado. Esto último, sin más, puede concitar apoyos y adhesiones
inmediatos pero sin garantía de futuro y sin capacidad para formar la masa crítica
que garantice la continuidad del proceso republicano. La III República debe
irse visualizando como la garantía de Derechos y Deberes, de Democracia en el más
amplio, profundo y radical sentido del término y desde luego como la encarnación
de la auténtica Modernidad.
Somos conscientes de que pecamos de reiteración al insistir una y otra
vez en la ligazón del proyecto republicano a contenidos, valores, prácticas y
métodos sin los cuales nuestra propuesta sería flor de un día. El proceso
constituyente no sólo va conformando lII República sino también a los
republicanos y a las republicanas que la harán posible la mantendrán y la
extenderán. No hay República sin republicanos y republicanas. La Historia nos
enseña que los grandes cambios revolucionarios van acompañados de valores
alternativos que conformas las nuevas instituciones y pretenden incidir en las
practicas sociales. La Revolución política, social y económica no es tal sino
crea también al hombre y la mujer nuevos, distintos y diferentes. Esta característica
de nuestro proyecto republicano le imprime una nota específica de Cambio
Cultural. Pero es que- además-el mismo concepto republicano implica recoger,
asumir y desarrollar todas las propuestas que con carácter universal y acuerdo
generalizado (siquiera formalmente) constituyen los exponentes e hitos de las
conquistas de la Humanidad ¿Cuáles son los vectores que sometemos a debate
para ir entrando en la estructura de la futura Constitución republicana?
(I)
Derechos
y Deberes Fundamentales
Los
Derechos Humanos
En el texto constitucional deben figurar de manera nítida y
pormenorizada los contenidos de la solemne Declaración de Derechos Humanos del
10 de Diciembre de 1948 de las NNUU. En la actual Constitución se recoge en el
artículo 10 .2 “ Las normas relativas a los derechos fundamentales y a las
libertades que la Constitución reconoce se interpretarán de conformidad con la
Declaración Universal de Derechos Humanos y los tratados y acuerdos
internacionales sobre las mismas materias ratificadas por España”. Conviene
mayor concreción y compromiso. Se trataría en este caso en trasladar los artículos
tal y como estos aparecen.
En la Carta de la ONU que consta de 30 artículos son recogidos los
derechos políticos y los derechos sociales. Faltarían incorporarse (como
articulado específico) los derechos que se suelen denominar como de tercera
generación : los derechos medioambientales. No sólo porque añaden nuevos ámbitos
de derechos humanos sino porque –también- incorporamos al texto
constitucional los grandes compromisos y acuerdos internacionales sobre esta
materia.
La relación de derechos conlleva la de los deberes. En el texto
constitucional deberían recogerse con precisión los que dimanan del ejercicio
de los derechos. Se trata de señalar la idea de que cada derecho implica un
correspondiente deber hacia la sociedad.
(II)
Compromiso
con la Paz
El precedente del artículo 6º de la Constitución republicana de 1.931
es para nosotros una referencia de carácter imperativo. La renuncia
la guerra como instrumento de política sitúa a la diplomacia, el diálogo
y la erradicación de las causas de los conflictos armados en el centro de la
actividad política. Pero además, induce y potencia los valores alternativos a
los de la confrontación y la exaltación de cierto tipo de patriotismo
violento, agresor y militarista. La idea central que debe recorrer toda la
propuesta republicana es que la Seguridad no
es una cuestión militar sino civil. La Seguridad implica la Justicia
distributiva, el desarrollo sostenible, el bienestar social y una nueva fase en
las relaciones internacionales. Ni que decir tiene que el rechazo a la Guerra
preventiva, tanto en su versión USA como en la versión UE es total.
Todo lo anterior conlleva una nueva concepción de la política de
Defensa en España. Se trata pues de abordar dicha cuestión en todas sus
dimensiones: económica, industrial, profesional, etc. Ni que decir tiene que la
III República deberá realizar una política de desvinculación progresiva del
Vínculo Atlántico en favor de la pertenencia a organismos supranacionales que
transformen la actividad castrense en intervenciones humanitarias de prevención,
interposición e intervención.
Esta cuestión es peliaguda en tanto que se sitúa en un terreno
internacional nada proclive a esta posición. Sin embargo la futura Constitución
debe recoger tanto los principios como la obligatoriedad de actuar
permanentemente en ese sentido. Una obligación evaluada constantemente, tanto
por las Cortes Republicanas como por los mecanismos reglados de intervención y
participación ciudadana que en su momento se explicitarán.
(III)
Una
República Federal
La propuesta de Estado Federal Republicano tiene en España una honda e
importantísima tradición. Desde Eliseo Reclus hasta Pi y Margall la propuesta
federal hundía sus raíces en dos características específicas de nuestra
Historia:
1ª.- La existencia durante siglos de varios reinos en la Península Ibérica.
Reinos que no eran todos cristianos ni hablaban lenguas romances. Las distintas
fases y organizaciones del poder de Córdoba, los Taifas, Almorávides Almohades,
Benimerines y Nazaríes han marcado de manera singular nuestra historia
colectiva. De tal manera esta ha sido así que autores como Menéndez Pelayo han
centrado la “ Unidad de España” en el Catolicismo; y esto ha tenido, y
sigue teniendo consecuencias.
2ª.- La especificidad de la organización político-social de Castilla y
los Reinos de la Corona de Aragón junto con el carlismo subyacente o visible
han obligado durante siglos a pactos entre la Corona y “sus reinos”. El
sentir “nacional” unitarios vino de la imposición de la dinastía borbónica
con Felipe V. Los intentos “unitarios”en torno a un proyecto común han
venido siempre desde la asimilación de España a algunas de sus partes. Sería
importante que algún día se volviese a leer la obra de Valentí Almirall.
Pero además y como producto de nuestra atipicidad, no debemos olvidar
que en nuestros lares la atomización, el espíritu aldeano, la política de
campanario circunscrita al municipio propio tiene una larga y aún presente
tradición.
Ombliguismo localista y centralismo uniformador e impuesto, son los
extremos pendulares de una historia reiterada hasta la saciedad. Aquellos que
intentaron-siquiera tímidamente- aplicar ciertas dosis de racionalidad y
modernidad no vieron sus esfuerzos coronados por el éxito. No olvidemos aquí
tampoco el papel de la Iglesia Católica en la formación y desarrollo de ambos
extremos.
En consecuencia nuestra propuesta republicana federal debe ser un intento
positivo de acertar a exponer, ilusionar y racionalizar la superación de las
constantes tensiones en esta cuestión. Pero ello conlleva un período de
reflexión y debate ciudadano( a ras de tierra) en el que la idea de constituir
“unidad federal” sea la central y determinante. Es un debate doble: entre
las ciudadanía y entre los pueblos del Estado Español. Cuestiones como Simetría
o Asimetría deben perder la carga de tensión que conllevan y enfrentarlas a la
realidad cotidiana; despojarlas de tremendismo y constrastarlas con el
desarrollo del Estado de las Autonomías actual.
Una propuesta federal en el siglo XXI y en el marco de la UE debe tener
presente varias cuestiones:
a)
El Estado federal es hijo del acuerdo y la voluntad libre reflejados en
un texto constitucional.
b)
En dicho texto deben recogerse con claridad las atribuciones,
competencias y financiación de las mismas de cada una de las tres
administraciones que componen el Estado: la
Federal, la de las federaciones o Estados federados y la Local
(Ayuntamientos sin Diputaciones que desaparecían).
Así
mismo debe quedar clara la jerarquía ejecutiva,
normativa, legislativa y judicial entre las los tres poderes que gobiernan cada
Administración.
c)
El Estado federal no es completo si no recoge en su Constitución el
Derecho de Autodeterminación.
(IV)
Democracia
Radical
La expresión Democracia Radical es en el fondo una obviedad. Lo que
ocurre es que son tantas y tan degradadas las aplicaciones históricas y
actuales que se necesita un refuerzo lingüístico para indicar que pretendemos
desarrollar hasta sus últimas consecuencias el concepto Democracia.
Y al desarrollarlo nos encontramos ante un universo de contenidos, formas
y aplicaciones que conduce-si queremos ser consecuentes- a caminos, mecanismos y
prácticas nuevas y, en consecuencia, conflictivas con el Poder y nuestras
propias prácticas asumidas y asimiladas.
Es evidente que al desarrollar la Democracia en el sentido que apuntamos
etmos ante un proceso en el que el ciudadano-ciudadana van beneficiándose de
cambios y transformaciones tanto en sus actitudes como en sus valores. En
consecuencia planteamos una serie de propuestas en los distintos ámbitos de la
sociedad.
En el plano de la Política.
1.
Ley Electoral estrictamente proporcional con un Colegio Nacional de
Restos.
2.
La circunscripción para las Elecciones Generales y Autonómicas será la
Comunidad Autónoma.
3.
El Senado se transforma en Cámara territorial. Desaparece como cámara
de segunda lectura.
4.
La Moción de Censura se aplicará tras un debate y requerirá la mayoría
absoluta.
5.
Los Ministros podrán ser censurados y revocados tras el pertinente
debate y votación.
6.
El Fiscal General del Estado, el Presidente del Consejo de RTVE y otros
organismos y entes serán elegidos por el Congreso de los Diputados
7.
El actual desarrollo de la Inmunidad Parlamentaria debe hacerse más
restrictivo.
8.
Se legislará para impedir la concentración de Medios de Comunicación
en una o pocas manos (Ley anti-Trust).
9.
Se aplicará un Código Ético del Cargo Público.
10.
La figura del Defensor del
Pueblo debe ser sustituida por un Consejo Ciudadano Federal con capacidad para
intervenir en los debates, emitir informes que deberán ser respondidos antes de
poner en marcha cualquier Ley.
11.
Los medios de comunicación
de titularidad pública se diferenciarán en su programación, estilo, y
accesibilidad de los ciudadanos de los de titularidad privada.
12.
Todas y cada una de estas medidas y otras en el mismo sentido se aplicarán
a las demás instituciones y ámbitos de las demás administraciones del Estado.
En el plano de la
Sociedad
1º.
En los planes de Enseñanza deberán
introducirse materias y asignaturas de índole cívica y de conocimiento del
funcionamiento de las instituciones democráticas. Estas asignaturas y materias
tendrán un profesorado preparado y titulado para tal fin. Estas materias formarán
parte del currículo obligatorio para el alumnado.
2º.
Las instituciones incentivarán (mediante normas y reglamentos) la Participación
Ciudadana en todos los ámbitos y terrenos. Los Consejos Ciudadanos tendrán un
papel decisivo.
3º.
La revocación de cualquier cargo público puede realizarse a iniciativa popular
y ciudadana con los requisitos y garantías marcadas por Ley.
4º.El
Referéndum será Vinculante.
5º.
La Iniciativa Legislativa Popular necesitará de menos requisitos para coronar
sus objetivos políticos.
En el plano de los
valores.
A)
La Laicidad del Estado y de las Instituciones quedará recogida con
claridad en el texto constitucional y será mantenida en todas y cada una de las
instituciones.
La
separación del Estado de todas y cada unas de las distintas confesiones
religiosas debe impregnar las actividades de todo tipo (no confundir con ataque
a las distintas creencias). Se trata de dejar a cada uno en su sitio. Actos,
ceremonias, festejos organizados por las instituciones tendrán este carácter.
B)
La Austeridad como eje del funcionamiento de las Administraciones públicas
significa un ejemplo contra el derroche, lo superfluo y la desidia ciudadana. La
Austeridad es una racionalización objetivos y medios. Austeridad significa
transparencia en las cuentas públicas y combate a la evasión fiscal,
revalorización y cuido de lo público. La Austeridad entendida como sobriedad
en lo accesorio y abundancia de recursos bien administrados para las necesidades
es una virtud que debe recogerse en los premios, galardones y reconocimientos públicos.
Austeridad y Derechos Medioambientales son las dos caras de la mima moneda.
NOTA
FINAL
Quedaría
para un ulterior debate el papel, las funciones y método de elección del
Presidente de la República.
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Nota.-Puedes
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