Manifiesto de
Unidad
Cívica por la República
La Unidad Cívica por la República,
está constituida por
aquellos ciudadanos que reconocen en la República, la forma de estado más
democrática para los pueblos de la Península Ibérica.
Asumimos como parte de nuestra historia, las conquistas sociales
obtenidas en los periodos republicanos de nuestro Estado. Tanto la I como
la II República, fueron proclamadas legítimamente y en paz, mediante
Cortes Constituyentes. A su vez, ambas fueron abatidas, por levantamientos
militares - Martínez Campos y Franco - con amenazas y violencia,
imponiendo la restauración de una monarquía que previamente había sido
rechazada por el pueblo.
Es necesario recuperar la memoria histórica, de lo que supuso la
República en la vida social y política del pueblo, por lo que
reivindicamos su herencia. El proyecto republicano, fue en ambas ocasiones
truncado por la violencia desatada de los representantes de la oligarquía
española, apoyados por el ejército, la iglesia, y el poder económico, en
su lucha para recuperar sus privilegios y explotación ancestral de la
sociedad. Ni los 40 años de dictadura, ni los 25 de transición, han
conseguido que olvidemos dicho proyecto republicano.
Nos proponemos desarrollar con nuestra acción, el significado de la
República frente a la Monarquía:
-
La
organización republicana de la sociedad, establece una política
económica, cultural y social, fundamentada en los derechos, deberes e
intereses de todos los ciudadanos.
-
La
"cultura republicana", basada en la Libertad, Igualdad y Fraternidad,
permite de forma pacífica a la sociedad civil, efectuar los cambios
estructurales que eliminen el estancamiento, la involución y la
corrupción que históricamente han estado presentes en nuestra sociedad.
-
Los
irrenunciables derechos de los ciudadanos en cuanto a la consecución de
una renta mínima digna, frente a la penuria económica, laboral impuesta
por el neo liberalismo a la sociedad.
-
El
derecho de la sociedad a la cultura, mediante instrucción pública,
laica, obligatoria, democrática y científica.
-
El
derecho a una sanidad pública de calidad y para todos los ciudadanos.
-
Acabar
con cualquier tipo de discriminación, sea esta racial, religiosa, sexual
o por cualquier otra causa diferencial, tanto en la vida laboral como en
la social.
-
Denunciar
el abuso manifiesto de los medios de comunicación que condicionan la
libertad de expresión, y por lo tanto la organización libre de la
sociedad.
-
Es
primordial para el patrimonio de los pueblos de la Península Ibérica, el
respeto a los idiomas y lenguas propias, así con el aporte enriquecedor
producido por la convivencia y el mestizaje.
Por todo lo anteriormente expuesto, la Unidad Cívica por la
República, solicita la participación de todos los sectores de la
sociedad y especialmente de la juventud, como continuadora de la lucha por
las libertades, en la potenciación de los cambios necesarios que afecten a
la vida política, social, cultural, jurídica y económica, promoviendo la
cultura republicana como fruto de la lucha por los derechos sociales, así
como por las libertades individuales y colectivas.
Nuestra sociedad necesita abordar una nueva etapa impregnada del
sentido republicano federal, adecuado a los distintos pueblos que componen
el actual Estado Español. Así mismo nuestra sociedad necesita derogar
aquellas leyes impuestas mediante amenazas de violencia, directa o
subliminal que hoy nos impide nuestro avance político y social. En
definitiva, deseamos superar la transición de la dictadura reconvertida en
monarquía, impulsando el respeto a las libertades colectivas,
fundamentadas en el derecho de autodeterminación y el principio de
subsidiariedad sin los cuales las libertades individuales quedan reducidas
y difícilmente practicadas en beneficio de todos los ciudadanos, al ser
limitadas por legislaciones a favor de la oligarquía. Este nuevo sistema
proclamado mediante Cortes Constituyentes, devolverá la legalidad
democrática al Estado Español.
Es evidente que
la Unidad Cívica por la República no es
un partido político, ni aspiramos a ello, lo que no nos impide que
individual y colectivamente solicitemos a todos los ciudadanos,
asociaciones, fundaciones de bien público y partidos políticos, se sumen a
nuestras aspiraciones y reivindicaciones, como fundamentos elementales
para construir una sociedad justa y digna.
La superación de los planteamientos reaccionarios de nuestra
sociedad, nos ha de llevar a la consecución de una sociedad sin súbditos,
al sentimiento común de ser ciudadanos en un estado libre e igualitario,
fraternal y solidario, que abra la esperanza de un futuro carente de las
amenazas del pasado. Esa sociedad integradora en un estado libre y
democrático será ineludiblemente la III República.
Madrid, 14
de Abril del 2002
UNIDAD CÍVICA POR LA REPÚBLICA
|