Homenaje a los exiliados españoles esclavizados por los nazis en la Base de Brest PDF Imprimir E-mail
Nuestra Memoria - Campos de concentración
Escrito por Claudio Rodríguez Fe   
Domingo, 19 de Octubre de 2014 04:37

El pasado 10 de octubre de 2014 fue inaugurada una placa en reconocimiento del sufrimiento de los exiliados españoles esclavizados durante la ocupación nazi en la base submarina de Brest, capital del Finisterre en Bretaña. Así mismo, durante la misma jornada fueron realizadas diversas ofrendas y actividades de homenaje a estas víctimas del fascismo, en solidaridad con las de otras nacionalidades que padecieron los mismos abusos en el mismo lugar.

 

1 Saludo del contraalmirante Cloup-Mandavialle ante la placa

El acto inaugural estuvo solemnemente presidido por el contraalmirante de la armada francesa François-Régis Cloup-Mandavialle, comandante de la base de defensa de Brest-Lorient y adjunto territorial de la comandancia del distrito marítimo atlántico, y por el capitán de navío Gilles Picat, comandante de la base naval de Brest, acompañados por un piquete de honor militar y un corneta. Se realizó así mismo una ofrenda floral con la bandera francesa y otra con los colores de la bandera republicana española.

La iniciativa civil corrió a cargo de los descendientes de exiliados en Bretaña, miembros de la asociación Memoria del Exilio de los Republicanos Españoles (MERE 29), cuya presidenta es la historiadora Gabrielle García, cuyo secretario es el químico Jean Sala y cuyos tesoreros son Claudine Allende y Raoul Expósito, todos ellos hijos de refugiados antifascistas. No obstante, la directiva de la asociación cuenta también con otros miembros sin origen español pero solidarios con la misma causa, que en realidad es la de todos los antifascistas, como el archivero Hugues Vigouroux, hijo de resistente, y el editor Jérémy Costiou, sobrino-nieto de un fusilado por los alemanes.


2 Jean Sala, ante la placa y la ofrenda floral republicana

Para la construcción del gigantesco búnker submarino de Brest, acometida por el ocupante alemán en 1941, los nazis esclavizaron a decenas de miles de prisioneros, entre ellos unos quince mil republicanos españoles sacados de campos de concentración. La dureza del trabajo, a menudo realizado en el agua, y los malos tratos de los nazis, ocasionaron numerosas víctimas mortales, algunas de las cuales fueron arrojadas al hormigón todavía fresco de los muros en construcción, donde quedaron embutidas para siempre. Mas, como resaltó Gabrielle García en su justo discurso inaugural: "La base de submarinos de Brest es hoy un referente de memoria. Fue un lugar de represión y de sufrimiento para miles de trabajadores forzados pero, también, un significativo lugar de resistencia, de esperanza y de libertad".

Profundamente conmovido por esta tragedia, escribí en mi lengua gallega el poema "Arsenal da barbarie", que se tradujo para esta ocasión a tres idiomas: al francés, por parte de las profesoras e investigadoras María Lopo y Michèle Lefort; al bretón, por parte del también profesor e investigador René Kergoat, que además me honró con su lectura, y al castellano, tarea esta que realicé yo mismo. Además, tuve el honor de que las versiones en francés y español fuesen leídas muy emotivamente en el mismo lugar de la memoria que inspiró el poema por sendos descendientes de dos de sus protagonistas: Gabrielle García y Luis Garrido.

Gabrielle García, hija del granadino José García Aguilar, uno de los esclavos de Hitler que logró sobrevivir, es autora de varios libros relacionados con el exilio republicano en Bretaña: Mémoire retrouvée des républicains espagnols: Paroles d'exilés en Ille-et-Vilaine, en colaboración con Isabelle Matas; Pour entrer dans Grenade y Plaza de los republicanos españoles. Testimonios de exiliados en Bretaña. Luis Garrido Orozco, junto a Milagros Carranza Muñoz, tradujo las memorias de su padre, el abulense Albino Garrido, que felizmente vive todavía incombustiblemente nonagenario en su tierra de acogida, tituladas Una larga marcha. De la represión franquista a los campos de refugiados en Francia. Nadie mejor pues que una hija y un hijo de los protagonistas de semejante odisea para leer la composición que la evoca, pues para mí este texto es todavía más de ellos que mío:

ARSENAL DE LA BARBARIE

Los trajeron en vagones como bestias,
los recluyeron en barracones como reos,
los sometieron a durísimos trabajos forzados,
pero nadie pudo doblegar
su humanidad transterrada.

¡Exiliados republicanos
entre los más indómitos
esclavos de Hitler
en Bretaña y en las islas
anglonormandas!

Procedían de la vega de Granada,
de las rías de Galicia,
de las calles de Madrid,
de miles de rincones perdidos
en su tierra ocupada por el fascio
del que nunca serían súbditos...
Y su único patrimonio
era la resistencia o la nada.

Quinientos días en el búnker submarino
cargando con el peso de la historia
bajo las aguas más grises del Atlántico nazi.

Quinientos mil metros cúbicos
de oscuro hormigón fascista
y tan solo un miligramo de esperanza clara.

Algunos fueron engullidos
por el cemento fresco.
Otros pudieron seguir siendo
los primeros luchadores antifascistas
de Europa hasta la liberación o la muerte.

Dice la canción que en Brest
no quedó nada,
pero el recuerdo de las víctimas
perduró en su prole
y en toda dignidad frente a barbarie.

Porque la fuerza torrencial e irreductible
de los solidarios sifones de la memoria
rescató a los ahogados en el océano,
a los extenuados en la base,
a los fugitivos de las islas,
bajo las espesas toneladas de niebla
que enterraban tanto sufrimiento.

Que los vientos más atlánticos y libres
inunden aquella injusticia inolvidable
con olas rompientes de fraternidad sin fin.

.
 
4 Ofrenda floral de Claudine Allende y Raoul Expósito ante el contraalmirante Cloup-Mandavialle y el comandante Picat

A continuación, en presencia de las autoridades militares y de los representantes de la asociación memorialista, Claudine Allende (hija de Lucas Allende Santa Cruz, resistente detenido y deportado a Dachau) y Raoul Expósito (quien consideró la resistencia, en un lírico escrito, como la única herencia de aquellos presos), realizaron la ofrenda floral en el mismo mar en el que tantos forzados trabajaron, enfermaron o murieron ahogados.

Posteriormente tuvo lugar un acto social solidario en el Centro Cultural de Brest, presidido por la histórica bandera original de los exiliados republicanos en la zona y presentado por Gabrielle García, en el que tuve el honor de intervenir junto al contraalmirante Cloup-Mandavialle, Carmen Blanco, Hugues Vigouroux y la hija de una resistente deportada a Mauthausen que escondía en su casa a los españoles fugitivos de la base. Por su parte, la autora, directora y actriz teatral cordobesa Leonor Canales, afincada en Brest, cantó una sentida e intensa versión dramatizada del himno antifascista "A las barricadas". Por la tarde, el capitán de navío Gilles Picat, ofreció una interesante y solvente visita guiada por la histórica base naval de Brest de la que es comandante. Y, por la noche, tuvo lugar una entrañable cena de confraternización memorialista en una típica crepería bretona del bosque de Keroual, situado en Guilers.

5 Jean Sala, Gabrielle Garcia y Claudio Rodríguez Fer ante la placa

No obstante, Jean Sala-Pala, hijo de un exiliado catalán de Esquerra Republicana, prolongó posteriormente sus tareas de anfitrión para los foráneos con una visita guiada a otros lugares del Finisterre de Bretaña, incluyendo el gran monumento a los resistentes bretones de la Punta de Pen Hir, que exhibe un fragmento del discurso fundacional de la Resistencia transmitido desde Londres por el General De Gaulle. Además, contiene una cita en bretón de Ana de Bretaña ("Kentoc'h mervel eget en zotra", que significa "Antes la muerte que el deshonor") y un conocido verso en francés de Baudelaire que tiene mucho sentido en esta tierra de acometida atlántica: "Homme libre toujours tu chériras la mer".

La verdad es que, de los exiliados, físicamente tan lejos, me sentí siempre más cerca que de muchas de las personas que tuve a mi alrededor en la Galicia de mi infancia y juventud, porque ellos no se contaminaron con el franquismo ni con sus indignas prolongaciones. Para los que pensamos y sentimos así, los exiliados fueron nuestros padres ausentes, y sus descendientes, nacidos o criados en el extranjero, son ahora nuestros auténticos hermanos presentes.


 

6 Bandera histórica de los exiliados republicanos en Brest

De hecho, entre los forzados de Brest se encontraron algunos gallegos exiliados, como por ejemplo Ramón Garrido Vidal, natural de O Grove, quien, tras evadirse, organizaría la Resistencia en Brest y Lorient. Más tarde sería detenido e internado en el campo de concentración de Dachau. Su hijo Fabien Garrido, activista de la memoria desde París, hizo público un cuaderno en el que fue anotando buena parte de sus peripecias.

Porque es preciso no olvidar que, tras sufrir y combatir en la guerra civil española, muchos exiliados tuvieron que padecer luego a los nazis y luchar contra ellos durante la Segunda Guerra Mundial en una espiral de sufrimiento, represión, violencia y exterminio sin fin que todavía no está suficientemente reconocida. Por esto, para mí, los exiliados españoles fueron y son los exiliados de la humanidad contra la barbarie y, ya que no podrán retornar nunca a su tierra como se merecían, por lo menos debemos contribuir a que se asuman en nuestra sociedad con la máxima conciencia, en nuestra cultura con la máxima dignidad y en nuestros corazones con la máxima poesía.

Así es como yo traté siempre de acercarme a ellos y así es como escribí en Toulouse, precisamente lugar de afincamiento de tantos refugiados, el poema "Exilio", incluido en Viaxes a ti, y leído muchas veces ante hijos de la diáspora, con el que precisamente terminé mi intervención en Brest y al que no puedo añadir nada más que mi felicitación a los dignos hijos del exilio en el Finisterre bretón, que se honran honrando a sus padres justos y libres:

EXILIO

Nosotros vinimos
porque ni nuestro amor
pudo hacer que ellos volviesen.

 

* Claudio Rodríguez Fer (profesor en 1995 de la Universidad de la Alta Bretaña en Rennes, por la que es Doctor Honoris Causa desde 2012, y en 2008 de la Universidad de la Bretaña Sur en Lorient) participó en docenas de actos literarios y memorialistas en diversas ciudades de Bretaña. Por su permanente compromiso solidario con los hijos de los exiliados, fue nombrado presidente de honra de la asociación Memoria del Exilio de los Republicanos Españoles en 2012. En el año 2000 fue traducida al bretón una antología de su poesía de temática celta con el título de Muioc'h kalz eget mil bloaz (Mucho más que mil años).

--------

Fuente: La historia en la memoria