Otro 14 de abril para el futuro
Arturo del
Villar
UCR
24 de Abril
de 2009
DESEAMOS que España
recupere la legitimidad conseguida pacíficamente hace ya 78
años, y por eso continuamos celebrando el aniversario del 14 de
abril de 1931. Aquel día se implantó legítimamente la República,
porque el rey huyó de Madrid a toda la velocidad del automóvil
que le llevó a Cartagena, en donde embarcó para Francia. Se
marchó apresuradamente, después de constatar que la mayoría del
pueblo español había votado el domingo anterior, día 12, a los
candidatos de la conjunción republicano-socialista. Ese 12 de
abril era domingo, lo mismo que este año.
El rey se fue a
toda prisa, dejando a su familia en palacio, al cuidado del
pueblo. Sabía que el pueblo español no iba a atentar contra su
familia, pero no confiaba en que su persona fuera respetada: sus
chulerías y corrupciones eran excesivas, y su perjurio en 1923
de la Constitución que juró en 1902 resultaba imperdonable.
La II República
fue proclamada con absoluta legalidad, a causa de la huida del
rey. Algo semejante había sucedido en 1873, con la diferencia de
que Amadeo de Saboya tuvo la elegancia de abdicar cortésmente
antes de marcharse. El indebidamente llamado Alfonso de Borbón,
apellido que no podía llevar en primer término de manera legal,
por ser nieto de Isabel II y de uno de sus amantes, actuó como
era costumbre en él, de una manera taimada.
Conmemoramos el 14
de abril porque fue el día en que España alcanzó su libertad, y
queremos recuperarla. No sentimos nostalgia alguna, ya que la
inmensa mayoría de los republicanos actuales no habíamos nacido
entonces. No podemos sentir nostalgia de lo que no hemos vivido.
Tampoco padecemos melancolía, porque nuestro afán no consiste en
revivir el pasado, sino en decidir el futuro nosotros mismos.
Lo que nos impulsa
cada año a celebrar festivamente el 14 de abril es la esperanza
por recuperar un día cualquiera nuestro destino como pueblo,
para poder elegir en libertad la forma del Estado que preferimos
y a su representante. La última vez que se eligió en España al
jefe del Estado fue el 10 de mayo de 1936, hace 73 años. Dos
meses después se sublevaban los militares monárquicos, apoyados
por las naciones nazifascistas, y provocaban una guerra que
causó cerca de un millón de muertos, más de medio millón de
exiliados, y un número incalculable de presos políticos. Desde
el triunfo de los rebeldes se entronizó la ilegalidad en España,
y todavía seguimos sufriéndola.
Sin nostalgia ni
melancolía, al contrario, con esperanza y convicción
conmemoramos de nuevo el 14 de abril, pensando en el día en que
esa fecha será sustituida por otra, la que marque la
proclamación de la III República Española. Ese día recuperaremos
la legitimidad perdida en 1939, con la libertad que nos fue
arrebatada entonces. Ese día España se pondrá en línea con las
naciones democráticas: de los veintisiete estados integrantes de
la Unión Europea, veinte son repúblicas, y solamente siete
continúan tolerando esa caduca institución propia de los pueblos
primitivos que es la monarquía.
Celebramos el 14 de
abril porque representa el futuro de nuestra liberación, un día
que todavía no sabemos cuándo llegará en el calendario, pero que
ya está aquí. Por eso gritamos en las manifestaciones que España
mañana será republicana. Lo es ya, porque lo somos
mayoritariamente los españoles. Sólo nos falta unirnos todos
para conseguir el triunfo que nos permita vivir en democracia y
libertad.
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Arturo del
Villar
es Presidente del Colectivo Republicano Tercer Milenio |