Construyendo la III República.
Manifiesto por la III Republica, 14 de Abril de 2009.
UCR
14 de Abril de 2009
Los republicanos, al
conmemorar el 78 aniversario de la proclamación de la II República
Española, el 14 de Abril de 1931, como herederos de los valores de
Justicia, de Libertad, Igualdad y Fraternidad que impregnan el sentir de
todos los que reivindicamos la República como forma de Estado, queremos
reafirmar, en primer lugar, nuestro reconocimiento a la ingente labor
desarrollada durante la II República. Los significativos e, incluso
revolucionarios, cambios democráticos que durante su corta experiencia
se llevaron a efecto en nuestro país en todos los ámbitos políticos y
sociales, ya en materia de Derechos Fundamentales y Libertades, ya en
cuanto a Separación de Poderes y sobre la Laicidad del Estado; con
respecto a la política territorial con la implantación del Estado
Federal y el reconocimiento de los derechos históricos de las
nacionalidades históricas; en lo relativo a la Política Exterior y el
compromiso por la Paz; como, asimismo, los incuestionables avances que
se dieron en el marco de la Justicia, de la Educación y de la Cultura.
Aspectos, todos ellos, que, hasta entonces, habían sido vedados al
conjunto de la ciudadanía española, y en especial, a las capas populares
más desfavorecidas de la sociedad, trabajadores, mujeres e infancia
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¡Por la III República, Federal,
Laica, Participativa y Solidaria!
Igualmente, para los que suscribimos el presente manifiesto, es nuestro
propósito, en esta fecha tan sentida por todos nosotros, hacer patente nuestro
compromiso por la consecución de la III República. En este sentido, nos
comprometemos a redoblar nuestro esfuerzo y trabajo en ese proceso de
regeneración democrática, de renovación ética, política y social que necesita
nuestro país y que, sin lugar a dudas, pasa, desde la izquierda, por la
Construcción de la Alternativa Republicana. Alternativa democrática, plural y
participativa que desde el movimiento republicano venimos desarrollando con el
fin de que los valores republicanos vayan siendo asumidos por la sociedad
española, de tal forma, que se propicie una nueva situación que culmine en un
Proceso Constituyente, en la III República y en el definitivo fin de la
monarquía impuesta por el régimen fascista del general Franco.
No obstante, en este proceso de regeneración política y social es obligado
superar ciertas lacras que arrastramos desde la Transición y que viciadas con el
tiempo, en su conjunto, se manifiestan en la España de 2009, en un déficit
político y democrático cada vez más acentuado, en una crisis política y social
agravada como consecuencia del derrumbe económico del sistema neoliberal
desaforado y depredador que, en base a la especulación urbanística y financiera
que durante las dos últimas décadas, con la más absoluta impunidad y en un
entorno de falta de ética, de corrupción y de trapicheo político, se han
enquistado en ciertas capas del empresariado con la complicidad de gobiernos y
fuerzas políticas, y cuyo resultado no puede ser más desolador, caída de la
producción, quiebras, embargos, altas tasas de desempleo, aumento significativo
de la pobreza, marginación y exclusión social. Todo ello, nos revela el
agotamiento de un sistema político y de un modelo económico que es preciso
superar como, asimismo lo es, el vigente sistema constitucional que lo sustenta.
De ahí que es obligado proporcionar ciertos elementos para la reflexión, el
debate y para la acción del movimiento republicano de cara a la sociedad en el
marco de la Construcción de la Alternativa Republicana que proponemos
La crisis económica
La crisis económica actual, de enorme gravedad, es una crisis global que está
implícita en el propio sistema de globalización neoliberal capitalista, a nivel
mundial y también aquí, en nuestro país. No se trata, como nos quieren hacer
creer, de una crisis puntual y pasajera, ni tampoco como el resultado de fallos
en los mecanismos de control y supervisión del sistema. No sólo es eso. El
capitalismo como sistema ha mostrado su fracaso como impulsor de la igualdad, la
democracia, las libertades, la paz y también de respeto de los Derechos Humanos,
además de ser generador de conflictos y tensiones internacionales de todo tipo.
Así, a la hora de plantear el modelo económico y social de salida de la crisis,
consideramos que es imprescindible aumentar la democracia para que sean los
propios ciudadanos, con información y transparencia, los sujetos del debate
social y decisión colectiva. Que los poderes económicos estén controlados de una
forma efectiva por el poder democráticamente elegido, en lugar de estar
solapados o por encima de él. Asimismo, es ineludible la asunción del valor de
lo público como criterio prioritario
frente al beneficio privado. Igualmente, es necesaria la exigencia de una banca
y un fuerte sector públicos con una verdadera planificación democrática de la
economía como, al tiempo es obligado promover nuevas fórmulas de organización
social, modos distintos de producir, gestionar y repartir la riqueza que
permitan satisfacer las necesidades de la gran mayoría, de tantos millones de
seres humanos, además de procurar la sostenibilidad del medio ambiente. En suma,
fomentando otros valores y otros ideales que se sustenten en el Bien Común, en
la Justicia y la Solidaridad porque… no hay otro camino.
La Memoria Histórica
El trabajo que desde las organizaciones memorialísticas y desde el propio
movimiento republicano se viene desarrollando por la recuperación de la Memoria
Histórica tiene, en sí misma, una profunda carga, no sólo de denuncia del
franquismo sino de cuestionamiento crítico y de ruptura con el modelo de
Transición que se nos impuso y, en consecuencia, de reivindicación de la
República como legalidad truncada a restablecer y como alternativa frente a la
Monarquía impuesta. Por ello, es por lo que creemos que el impulso existente
sobre la recuperación de la Memoria Histórica, al margen de sus vericuetos
judiciales o de las trabas y desvergüenzas políticas, es un proceso social de
importancia capital y de difícil vuelta atrás, manifestando nuestro compromiso
por trabajar en conjunto con otros colectivos por su plena consecución por lo
que supone de justicia para con las víctimas del franquismo, pero también como
palanca de ruptura con el modelo constitucional heredado.
La Alternativa Republicana
Como republicanos, reiteramos nuestra Desvinculación de la Monarquía por ser una
institución radicalmente antidemocrática carente de cualquier atisbo de encaje y
justificación en nuestro tiempo. Por su origen, por sus privilegios que vulneran
los más elementales fundamentos democráticos: su carácter vitalicio, hereditario
e irrevocable; la “inviolabilidad” del monarca; el “no estar sujeto a
responsabilidad” en sus actos; la ausencia de control alguno sobre sus
actividades, su patrimonio y sus gastos a cargo del erario público. Es oportuno,
denunciar, igualmente, el blindaje político y mediático de silencios y
pleitesías que rodea a la institución, al monarca y a sus actuaciones y, a la
vez, las medidas de tipo administrativo, policiales y judiciales que intentan
acallar las voces cada vez más críticas a la corona que, como pura libertad de
expresión, están, no obstante, abriendo continuas brechas en este terreno.
Así, frente a la Monarquía, apostamos por más Democracia, por la III República.
Una Republica, Federal, Laica, Solidaria y Participativa en la que se reconozca
el derecho de autodeterminación, de los pueblos que conforman el Estado y
conforme a lo recogido en la Declaración Universal de Derechos Humanos de las
Naciones Unidas que acabe con los privilegios religiosos y promulgue el Estado
laico con una real separación Iglesia-Estado; donde los Derechos Humanos,
efectivos y exigibles por ley, sean el referente inexcusable sobre el que pivote
toda acción de gobierno: un Estado republicano con una Justicia verdaderamente
independiente del poder ejecutivo que asegurare el derecho de todos los
ciudadanos a disponer de una justicia rápida, justa y efectiva; República cuya
práctica política sea la Democracia Radical promoviendo cauces reales que
favorezcan la participación democrática de los ciudadanos y éstos, con derechos
y obligaciones, sean los sujetos centrales de la acción política y social: Todos
estos elementos, en su conjunto, hacen que la República, como forma de Estado,
sea un modelo moralmente superior, más justo y democrático que el actual Estado
monárquico, ofreciendo además, sin lugar a dudas, un marco más idóneo donde
poder desarrollar y defender los derechos políticos y sociales que demanda la
ciudadanía.
En consecuencia, para lograr este objetivo estimamos que es necesario apostar,
por un proceso superador del marco constitucional actual, que desemboque, en un
Proceso Constituyente Republicano, donde la ciudadanía con información y debate
libre, completo y veraz, pueda ejercer el derecho democrático que le fue hurtado
a decidir soberanamente sobre la forma de Estado y sus contenidos.
Un proceso para el que llamamos a la convergencia y a la articulación social del
movimiento republicano con la perspectiva de impulsar un claro Referente
Político-Social republicano que, nos posibilite avanzar en la concreción de una
Propuesta Programática Republicana y nos permita ir sumando ciudadanía. Es
decir, muchos más republicanos y republicanas.
¡Por la definitiva recuperación de Nuestra Memoria Histórica!
¡Por un modelo alternativo a la crisis capitalista!
¡Por un proceso constituyente republicano!
¡Por la III República, Federal, Laica, Participativa y Solidaria!
¡Viva el 14 de Abril! ¡Viva la III República!
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Firmantes: Izquierda
Republicana; Jóvenes de Izquierda Unida Comunidad de Madrid; Izquierda Unida
Comunidad de Madrid; Partido Comunista de Madrid; Movimiento por la III
República; Unidad Cívica por la República; Unión de Juventudes Comunistas de
España.
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