Diario de Córdoba 22 de Octubre de 2006

En el curso que ahora comienza, la Ilustre Sociedad Andaluza de Estudios Histórico-Jurídicos se suma a los actos dedicados este año a la Memoria Histórica del pasado más reciente. Entre las actividades programadas figura en lugar preferente la semblanza de don Niceto Alcalá Zamora . De ahí que haya querido rescatar en estos momentos, sus hechos más relevantes. Quien fuera un eminente jurista, nacido el 6 de julio de 1877 en la bella población de Priego de Córdoba, y que como buen político liberal de su época, destacara de forma notable por su capacidad intelectual y sus dotes de brillante orador, así como por su trabajo de jurisconsulto. Cualidades que demostró con su innata elegancia desde que en 1912 ocupara la subsecretaría de Gobernación con Romanones y en los años que estuvo al frente de las carteras de Fomento o la de Guerra en el Gobierno presidido por García Prieto .

Ahora próximo a cumplirse, el día 10 de diciembre, el 75 aniversario de su ascenso hasta la presidencia de la II República, la institución que preside el abogado y doctor en Derecho Julián Hurtado de Molina y Delgado , a cuya junta rectora me honro en pertenecer como miembro de número, ha querido anticiparse a tan destacada efeméride para recordar su buen hacer y destacar el perfil jurídico de aquel conservador y católico que fue, quien no dudó en ningún momento en mostrarse hostil a la Dictadura primorriverista y alejarse de la causa alfonsina, para adentrarse por los vericuetos del movimiento revolucionario de 1930. Hecho este que lo llevó a la cárcel, de la que ya no saldría hasta llegar a presidir el Gobierno Provisional republicano, una vez hundida la monarquía de Alfonso XIII . Un cargo al que después renunciaría en el mes de octubre de 1931, por considerar como lesivo para su pensamiento católico los artículos 24 y 26 de la Carta Magna. A pesar de no modificarse éstos, en diciembre de aquel mismo año, no tuvo inconveniente alguno para ocupar la Jefatura del Estado, en la que representó la corriente moderada de las derechas, si bien con escaso éxito electoral, y donde estuvo hasta su destitución en la primera semana de abril de 1936. En todo este período, sus ideas conservadoras quedarían bien patentes, sobre todo en sus más que celebrados discursos, al igual que los principios que lo vincularon a la Iglesia de Roma. Tal vez por ello, la institución presidida por él, tomó esa fama de católica y burguesa. Después, con la llegada del Frente Popular al poder, tras las elecciones de febrero, le harían salir de forma inmediata, al ser sustituido por Azaña , hacia el exilio de América; allí permaneció hasta su muerte, en 1949. Buenos Aires lo acogió en su seno, y no hace muchos años sus restos mortales regresaron a su querida Patria, donde descansan ahora de forma definitiva.

Su formación, recibida primero en el Instituto de Cabra y después en la Facultad de Derecho de la ciudad de La Alhambra, probablemente fuera lo que le mantuviera más alejado de ciertas veleidades no democráticas, tan al uso desgraciadamente por los años que le tocaron vivir. Dicho perfil de buen jurista, adquirido durante años en el ejercicio profesional, le llevaron de igual modo hasta el sillón de las Academias de la Lengua y de Jurisprudencia y Legislación, donde desarrolló una meritoria labor como académico de número que fue de ellas. Un hecho, que el doctor José Peña González no ha querido olvidar ahora, ni como académico de esta última institución de leyes que es, ni como catedrático en ejercicio de Derecho Constitucional de la Universidad San Pablo-CEU, donde fue vicerrector de estudiantes y decano de su Facultad de Ciencias Jurídicas. Porque, en el 2002, fue quien escribiera una excelente monografía sobre la obra de don Niceto . Por ello, ahora, la Ilustre Sociedad Andaluza de Estudios Histórico-Jurídicos --a la que él pertenece como miembro de número, al igual que lo es de otras prestigiosas instituciones de su provincia natal, como la Real Academia de Córdoba, en cuyo Boletín ha dejado constancia de algunas de sus más significadas aportaciones acerca de la egregia figura de quien fuera presidente de la II República española-- lo ha elegido para dictar la lección magistral acerca de Alcalá Zamora, el primer abogado de la España de su tiempo, en la inauguración de curso que tendrá lugar el próximo viernes día 27 en la sede del Patronato de la barroca ciudad prieguense, que acoge con generosidad el acto, al que sin duda se habrán de sumar las autoridades locales y provinciales, así como otros invitados del mundo jurídico, académico y de la cultura. Intervendrá como presentador del erudito conferenciante, el catedrático Ildefonso Sánchez Garrido , secretario del Colegio de Doctores y Licenciados del distrito universitario de Córdoba y vicepresidente de tan Ilustre Sociedad Andaluza.

* Catedrático