Comunicado del 'Movimiento Popular contra la Boda Real' 

Apareamiento de parásitos...

El próximo 22 de Mayo, se casan Felipe de Borbón y Leticia Ortiz. Lo que debiera ser un enlace civil entre dos ciudadanos, se ha convertido en un grotesco, zafio y carísimo espectáculo de exaltación de los valores más reaccionarios.

El lujo de la ceremonia y el derroche de dinero público para pagarlo, resultan insultantes al contrastarlos con la realidad de millones de ciudadanos que ven continuamente mermados sus derechos sociales y no pueden desarrollar plenamente sus expectativas vitales en una coyuntura de precariedad laboral, carestía y endeudamiento crecientes.

Denunciamos, también, el burdo intento de manipulación de los criminales atentados del 11 de marzo que costaron la vida a 192 trabajadores.

Ya es suficiente escarnio sufrir la ostentación continua del estilo de vida degradado y derrochador de una minoría ociosa y enriquecida con la especulación y la explotación de nuestro trabajo, en momentos tan cercanos a aquellas dolorosas jornadas. Tener que soportar, además, los cínicos homenajes a las víctimas de una casa real que guardó silencio, a pesar de su alta responsabilidad estatal, cuando el pueblo se oponía masivamente a la agresión contra Irak, lo consideramos un insulto.

El hijo de Juan Carlos I manifestaba a la prensa al presentar a Leticia Ortiz "...Mi matrimonio supondrá un eslabón más en la cadena que nos engarza con la historia...". Y la historia ha enseñado a nuestro pueblo que la monarquía ha estado siempre asociada y lo sigue estando al dominio de una deleznable minoría reaccionaria.

No se trata, por tanto de un acto más: Felipe de Borbón se casa para perpetuar una dinastía ilegítima que reina en España por imposición del régimen franquista. Una dinastía asentada sobre la violación de la soberanía de los pueblos del Estado español que nunca han sido consultados sobre su opción al respecto.

Con el paso de los años el sistema monárquico ha ido enseñando su verdadera cara; se ha transformado en una caricatura de democracia ritual y formal en la que, sistemáticamente, se ignoran los principales anhelos populares. Ninguno de los grandes problemas a los que hacemos frente han encontrado solución en estos 25 años de monarquía borbónica.

Con el paso de los años, miles de ciudadanos, principalmente jóvenes, han ido comprendiendo que no nos enfrentamos a la acción individual de determinado gobierno o personalidad, sino a la acción coherente y unida de un sistema dispuesto a todo para defender los intereses de una minoría oligárquica y reaccionaria.

Cada vez más ciudadanos han comprendido que no es posible avanzar en el camino de la emancipación, sin conquistar un nuevo marco verdaderamente democrático que permita recuperar a los pueblos del Estado español el control de sus destinos.

A las organizaciones y gentes de la izquierda que suscribimos este comunicado nos importa un bledo que Felipe de Borbón se case o se empareje con quien sea; trabajamos y trabajaremos por acabar con tutelas odiosas. No somos súbditos de un régimen anacrónico, sino ciudadanos libres dispuestos a luchar por el futuro.

¡¡Abajo la monarquía!!

¡¡Viva la república!!

 

    

A medida que pasan los días se siente crecer el sentimiento de indignación  ante el festejo del día 22. Se concentra la rabia ante un acontecimiento que es un insulto a este pueblo por variadas razones:

1º.- El despilfarro, pagado por tod@s, para la concentración y festejo por todo lo alto de personajes que no tienen en su haber la dignidad de contribuir con su trabajo a la vida. Más bien se caracterizan por expoliar al resto desde la banca, las grandes empresas y/o vivir a costa de la inmensa mayoría.

2º.- La deshonesta exhibición de lujo frente a la precariedad, el paro, el trabajo esclavo de l@s inmigrantes, la negación del derecho a la vivienda, a un trabajo con derechos, a servicios sociales dignos, etc. 

3º.- El intento de legitimar una monarquía que ha callado ante la corrupción, el terrorismo de Estado y la participación en guerras de ocupación y expolio de otros países frente a la opinión mayoritaria de la gente demostrada en la calle.

4º.- La exaltación y el intento de perpetuación de una institución monárquica,  heredera de la Dictadura y  establecida por una Constitución que negó el derecho al pueblo soberano de pronunciarse sobre la forma de Estado y el Derecho de Autodeterminación de los pueblos.

    Seguro que habría muchas más razones que añadir. Las gentes de Madrid tenemos la enorme responsabilidad de representar el sentimiento y la voluntad de montones de gentes que comparten, desde diferentes posiciones ideológicas, la necesidad de hacer visible el rechazo a la ignominia y de levantar la dignidad de este pueblo.

 

¡Asiste a los actos del Movimiento Popular contra la boda!

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