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   ¡NO ! A esta Constitución Europea 

           El Neoliberalismo actual es individualista e insolidario. No es democracia del pueblo, es la negación de la republica que ansiamos y debemos conquistar para nuestra sociedad plural y subsidiaria en contra del verticalismo ancestral de poderes totalitarios, económicos e ideológicos que siempre abusaron del poder.

          Si tenemos, como se dice vulgarmente, la cabeza para pensar ¿por qué nos dan la Constitución como cosa hecha, sin participación colectiva en su redacción?.

          Cuando en una conferencia, en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, hace pocos meses, Emilio Gabaglio, italiano y líder de los sindicatos europeos durante muchos años explicó como se había redactado la Constitución que ahora quieren que votemos (el fue invitado a participar en su elaboración). Nos expuso a los presentes que llevaba preparadas sus intervenciones para influir positivamente en temas sociales propios y elementales en lo que se dio hace años en llamar “sociedad del bienestar”, seguridad social, jubilación, etc... Para sorpresa suya los redactores representantes de los gobiernos de los estados de la U.E  le negaron lo más mínimo y elemental, tachando sus propuestas sobre lo que él interpretaba tras su larga lucha sindical, desde los años sesenta, cuando  le conocimos (Nos ayudó en nuestra lucha clandestina contra el franquismo a nivel europeo).

          Esta constitución está fríamente calculada por los intereses económicos de las oligarquías estatales y multinacionales de la globalización. Olvida e ignora los territorios singulares y Naciones que forman parte de Estados, no respetando derechos humanos concretos como idiomas, culturas, división de poderes elementales en el ser o no ser social... todo lo reducen a niveles de globalización, esperando que los problemas del presente y futuro se solucionen por arte de magia.

          Yo votaré ¡NO!. Estoy por el NO a esta Constitución que nos imponen y por ello SOY MAS EUROPEO, pero no de su concepción de una Europa egoísta y cínica que no tiene en cuenta lo colectivo de los Derechos Humanos, conceptos de Libertad, Igualdad y Fraternidad. Reducirlo todo a factores de Estados e individualismo es crear el vacío necesario para los intereses de minorías que los antiglobalización de ninguna manera podemos defender, es decir votar a favor de lo que propone el bipartidismo PSOE/PP.

                 Agosto  2004                                               Miquel Jordá.

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