Luis
Herrero, el referéndum y la “contrastación con los parámetros
democráticos occidentales"
Patricia Rivas
Aporrea 15 de Febrero de 2009
Luis Herrero pasa por ser un “enfant terrible” de la derecha
española. Opinador de oficio en la emisora de la Conferencia
Episcopal española (COPE) e íntimo amigo y colega de Federico
Jiménez Losantos (el que dijo que la oposición tenía que haber
matado a Chávez el 11 de abril y que a Fidel había que
colgarlo), tuvo una fugaz pero estelar actuación en el numerito
opositor del 15-F, aunque, dicho sea con perdón para el
entrañable Mario Moreno, algo cantinflesca…
Si el
Departamento de Estado, la NED, la Fundación Soros, la
USAID y el flamante “think tank” del PP español, la FAES,
pretenden seguir el guión de las “revoluciones de
colores” -auténticos golpes de estado disfrazados de
“rebeliones cívicas contra la tiranía”- no podían haber
empezado peor… La idea inicial era buena. Lech Walesa,
con su aura beatífica para los que no sepan lo que
ocurrió en Polonia bajo su gobierno, podía ser un buen
gancho mediático. Pero el tipo se rajó, por segunda vez,
y el reemplazo ibérico que le buscaron más bien le ha
dado aire de sainete a lo que pretendía ser un drama
épico.
Han pasado pocas horas desde que el Gobierno venezolano
conminó al señor Luis Herrero a que abandonara el país,
tras haber violentado la normativa que regula su papel
como “acompañante” del proceso electoral y haber
calumniado al jefe de Estado, algo que en el Reino de
España le habría costado un disgusto muy serio, puesto
que es un delito penado por la ley.
Han pasado pocas horas, decimos, desde que este
tertuliano metido a político fue expulsado de Venezuela,
y ya han corrido ríos de tinta sobre el episodio. El
diario “El País”, por tomar una fuente no proclive al PP,
afirma que Herrero fue expulsado “por cargar contra
Chávez”, por no mencionar al monárquico ABC, que habla
de un “secuestro en toda regla”
Pero ¿qué dijo
Luis Herrero? ¿Por qué lo están conminando a abandonar
el país, 36 horas antes de un referéndum en el que los
venezolanos deben decidir si eliminan la limitación que
la Constitución impone actualmente a los cargos de
elección popular, que solamente pueden postularse dos
veces consecutivas, y posibilitan, como en Europa, que
los candidatos puedan postularse al cargo cuantas veces
lo quieran sus organizaciones políticas?
He aquí las declaraciones de Luis Herrero que provocaron
la indignación del Consejo Nacional Electoral (ojo, que
no del presidente Chávez: el CNE es un poder autónomo,
que vigila que los procesos electorales en Venezuela se
realicen con todas las garantías, avalado por todos los
partidos políticos opositores que auspicia el PP):
“Es intolerable desde
todos los puntos de vista democráticos y de defensa de
los derechos humanos, que se puedan provocar situaciones
de amedrentamiento, situaciones de violencia, de
amenaza, como las que yo personalmente he escuchado en
boca del propio presidente de la República de
Venezuela".
Aclaraciones para el lector “occidental”: Los únicos
hechos de violencia que se han registrado a lo largo de
la campaña electoral, han sido protagonizados por grupos
de oposición: pseudo-estudiantes opositores de las
universidades privadas de Caracas, apertrechados de
materiales como morteros, lanza-morteros, bombas
molotov, máscaras anti-gas y sofisticados escudos,
tratando de quemar el monte que constituye el pulmón
vegetal de la ciudad (Waraira-Repano); grupos opositores
en el estado Táchira (fronterizo con Colombia) que han
agredido violentamente, ultrajado y abierto la cabeza a
seguidores del chavismo, apedreado y destruido camiones
que trasladaban alimentos subvencionados para la
población del programa PDVAL; cerrado info-centros
instalados por el gobernador chavista anterior para que
los sectores populares tengan acceso gratuito a
Internet; energúmenos de la oposición que han agredido a
médicos cubanos que atienden gratuitamente a TODA la
población en el programa gubernamental “Barrio Adentro”;
que reventaron a golpes a un chofer durante la marcha
opositora del pasado sábado en la Plaza Altamira de
Caracas, porque se negó a atravesar su autobús en la
calle para cortar el tráfico… etc, etc, etc
Lo que el presidente Chávez ha afirmado en la presente
campaña es que votar por la opción que él defiende es
votar por la paz, porque darle vía de entrada a la
oposición supone entrar en un escenario de violencia,
confrontación y guerra, dado su desconocimiento de todas
las instituciones democráticas, y su recurso sistemático
al atropello, el abuso y la agresión a los sectores
populares.
Continúa el eurodiputado del PP:
“Ésas son unas
declaraciones que no admiten la más mínima
“contrastación” con ningún parámetro democrático
occidental. Ninguna”.
Aclaración para el
lector venezolano: “Contrastación” no es un término del
español que se habla en la madre patria, sencillamente
no existe esa palabra. Es una aberración léxica. Aunque
entendemos lo que quiso decir este profesional del
micrófono, que se tiene por amante de la buena
literatura y se las da de culto. Lo que se entiende peor
es a qué se refiere con eso de “parámetros democráticos
occidentales”. ¿Serán los niveles de democracia que
existen en España? ¿Ese país donde acaban de impedir que
dos partidos políticos se presenten a las elecciones en
el País Vasco y se cierran medios de comunicación
recurriendo a una ley que ilegaliza las ideas?
Y sigue Herrero:
“Y por lo tanto,
quiero que sepan que la delegación del Partido Popular
Europeo, que se encuentra aquí como invitado
internacional para asistir a este proceso electoral, de
un referéndum que Chávez ya perdió hace un año, no
dejará en ningún momento de denunciar públicamente en
todas las instituciones europeas un comportamiento que
considera profundamente lesivo para la dignidad del ser
humano”.
Aclaración para el lector “occidental”: Es un retruécano
hábil por parte de Herrero decir que “Chávez ya perdió
hace un año el referéndum que se va a celebrar”. Sólo
que es mentira. Hace un año, el 2 de diciembre de 2007,
el pueblo venezolano rechazó en referéndum una propuesta
de reforma constitucional, que incluía más de 60
artículos. Ahora se le está consultando al “soberano”
(que en Venezuela no es el rey, sino el pueblo…
¡imagínate!) si quiere eliminar el límite al número de
veces que se pueden presentar a ELECCIONES sus cargos
electos. ¿Dónde está el carácter antidemocrático de la
propuesta?
Pero sigamos, porque después de esto un periodista le
preguntó a Luis Herrero: “Ustedes han solicitado
presenciar el referéndum como observadores
internacionales. ¿Han recibido respuesta del CNE?”
“Todavía no, pero lo
normal es que nos concedan sencillamente una
acreditación como acompañantes y que, por lo tanto, no
tengamos estatus de observadores internacionales; lo
cual, por otra parte, no me produce una gran
preocupación, porque me da mucha más libertad para
manifestarme, como lo estoy haciendo ahora, con absoluta
libertad”.
Comentario para el
lector venezolano: Esto es lo que en Madrid se llama
“pa’chulo yo”. O sea: “vengo a Venezuela, y me la suda
(con perdón) que el poder electoral me acredite o no:
pienso decir lo que me dé la gana…”
Y continúa:
“Permítanme decirle a
todos los venezolanos que nos estén escuchando, que no
pierdan de vista que son ciudadanos libres y que tienen
que votar en libertad, que tienen que votar lo que
quieran. Yo no estoy diciendo que voten ni que sí ni que
no. Estoy diciendo que voten en libertad, y que jamás
voten dejándose llevar por el miedo que premeditadamente
un dictador está tratando de trasladar a su ánimo”.
Comentario general: Si los venezolanos son ciudadanos
libres ¿por qué tiene que venir un súbdito extranjero a
decirles cómo tienen que votar? Y si en Venezuela hay un
dictador en el poder, como afirma después, ¿en qué se
basa para decir que los venezolanos son ciudadanos
libres? Es más, ¿cómo es posible que si hay dictadura en
Venezuela los venezolanos vayan a votar?
Comentario para el lector venezolano: Si un ciudadano
cualquiera injuria al jefe del Estado, como lo está
haciendo abiertamente el señor Herrero al llamar
“dictador” al presidente Chávez, en España afronta una
querella judicial y onerosas sanciones.
Veamos cómo sigue el exabrupto:
“Nosotros estaremos muy
atentos a los procesos que se puedan producir. Yo tengo
que decir que a mí me produce una cierta preocupación la
decisión que ha tomado la oficina electoral de prolongar
el cierre de los colegios desde las 4 de la tarde, que
era cuando se cerraban habitualmente en otros procesos
electorales, el prolongar o extender este horario hasta
las 6 de la tarde. Creo que eso no se justifica en una
elección que es infinitamente más sencilla que las
últimas elecciones regionales, donde algunos ciudadanos
tuvieron que votar hasta 9 veces en un proceso de
votación muy lento. Ahora se trata sencillamente de
votar sí o no: el proceso es mucho más rápido, creo que
no hay ninguna razón que sea medianamente sensata o
inteligible que justifique la extensión de ese horario
electoral, y tengo temor a que pueda ser utilizada esa
nocturnidad, digámoslo así, para tratar de hacer algún
tipo de maniobra que no sea transparente y que no sea
democrática”.
Aclaración para el
lector “occidental”: Como sabe muy bien el señor Luis
Herrero, que ha asistido a otros procesos electorales
venezolanos, la normativa en Venezuela estipula que los
centros electorales permanecerán abiertos mientras haya
electores en las colas pendientes de ejercer su derecho
al voto. Esto hace que, aunque formalmente hay
estipulada una hora de cierre de los colegios, la
realidad es que siempre hay colegios que cierran más
tarde, dependiendo de la cantidad de votantes pendientes
de sufragar. En el último proceso electoral del 23 de
noviembre pasado, la decisión del CNE de ampliar el
horario de votación generó un revuelo extraordinario en
las filas de la oposición, que a punto estuvieron de
cantar fraude… hasta que se dieron cuenta de que les
convenía reconocer el resultado, porque no habían ido a
votar tantos pobres como ellos temían. En Venezuela
hacer fraude no es tan fácil como en España, donde el
voto es físico, el recuento es manual, y el voto de un
ciudadano puede ser impugnado, anulado o mal contado en
el colegio electoral y en la Junta Electoral Central.
Todos los que hemos sido interventores o miembros de
mesa electoral en España sabemos eso. En Venezuela el
voto está automatizado, pero además la máquina emite un
comprobante del voto, que se puede auditar físicamente.
Nadie, ni siquiera la oposición más ultramontana, dice
ya que en Venezuela hay fraude... al menos, antes de
estar segura que ha perdido la elección.
“Yo digo que el
comportamiento de Chávez, cuando hace las declaraciones
que hace, diciendo que hay que gasear con gas del bueno
a los estudiantes, o cuando sencillamente amenaza a las
fuerzas del orden público que no le obedezcan a la hora
de reprimir a los manifestantes con rasparles, yo digo
que esos son comportamientos típicos de un dictador y
que son incompatibles con cualquier parámetro
democrático”.
Aclaración para el
lector “occidental”: “Raspar”, en el español de
Venezuela, significa “catear o suspender”. En este
contexto, en la más radical de las interpretaciones, que
el presidente diga que va a raspar a los policías que no
cumplan sus órdenes, significa que los va a suspender
del cargo.
Aclaración para el lector “venezolano”: Sabe Dios qué
videos le habrán puesto a Luis Herrera para que piense
que el presidente Chávez es un represor de pacíficos
estudiantes de la calaña de José María Aznar, el jefe y
compañero de padel de Luis Herrero, quien cuando era
presidente del Gobierno español, desató una brutal
represión contra todos los colectivos que intentaban
manifestarse en defensa de sus derechos, con momentos
estelares como la huelga general del 20 de junio de
2002, en la que hubo cientos de heridos y la policía
nacional allanó las sedes sindicales, las protestas de
la Red Ciudadana por la Abolición de la Deuda Externa
(cuando la policía antidisturbios la emprendió a
porrazos contra personas que realizaban una protesta
pacífica, sentados en las escaleras del Congreso de los
Diputados: sólo un detalle, la paliza fue tan brutal,
que varios policías se abrieron las muñecas por la
fuerza con la que golpeaban las cabezas de los
manifestantes… y los denunciaron por lesiones) y por
supuesto la orgía de sangre de febrero y marzo de 2004,
cuando la represión de las protestas contra la guerra
hizo recordar a los españoles los días oscuros del
franquismo.
Una vez que Herrero había llamado "dictador" al
presidente venezolano, y había anunciado "fraude" de
parte del Consejo Nacional Electoral, es decir, había
dinamitado el respeto a la institucionalidad del país y
la credibilidad del proceso electoral, los periodistas
le preguntaron si no temía correr la misma suerte de la
última persona que vino a hacer eso antes de unas
elecciones, el mercenario de Human Rights Watch, José
Miguel Vivanco. Ésta fue su respuesta:
"Si me invitan a
abandonar el país, yo abandonaré el país. No quiero ser
ningún héroe. Yo pretendo que los héroes sean los
electores venezolanos. Y yo quiero que los venezolanos
adquieran plena conciencia de que ellos son libres, y
que la libertad es incompatible con el miedo. Y, por lo
tanto, yo lo único que pido y vuelvo a repetir, para
que, si me echan del país, pues quede constancia del
mensaje de fondo que estoy haciendo".
Y ya como que Luis
Herrero admitía que no le parecía muy improbable que lo
fueran a expulsar del país que había venido a
insultar...
Los periodistas vuelven a la carga: "¿Cuál va a ser su
agenda si no le dan las credenciales del CNE?"
"Nosotros nos
reuniremos con representantes de todos los partidos de
la oposición, me congratulo de que toda la oposición
democrática venezolana, con independencia de cuál sea la
posición ideológica que ocupe, esté unida, y que por lo
tanto, mantenga una opción transideológica, que vaya más
allá de la pura ideología. No estamos hablando ahora de
una lucha ideológica. Estamos hablando de preservar la
libertad, de preservar la Constitución venezolana tal y
como en este momento está en vigor y, por lo tanto,
nosotros hablaremos con todos aquellos que estén
dispuestos a hablar con nosotros".
Esta parte no merece comentarios: es lo que en España se
llama una "perogrullada" y en Venezuela "una completa
huevonada"...
Y aquí viene el "toque de color" de Luis Herrero:
"Yo creo que el
presidente Chávez, no quiero hacer un juicio de
intenciones, no ha permitido el acceso a Lech Walesa
porque ha dicho que no podía garantizar su seguridad. A
mí me extraña mucho que Chávez no pueda garantizar la
seguridad de alguien que entra en su país, porque no
tengo ninguna duda de que Chávez tiene la posibilidad de
garantizar la seguridad de cualquiera que él quiera. Y
por lo tanto, tiendo a pensar, aunque reconozco que es
un juicio de intenciones, que esa excusa formal que dio
era sencillamente una coartada para no permitir que una
persona de reconocido prestigio como Lech Walesa,
pudiera venir a observar el proceso electoral del
próximo domingo".
Todavía no sabemos
cuál es el color que le ha asignado el Departamento de
Estado a la oposición venezolana para su particular
"revolución de colores" contra el "rrrrrrrrrégimen de
Chávez", como les gusta llamarlo. Pero si había alguna
duda de que por ahí iban los tiros, el puzzle se
completó con la irrupción del ex presidente polaco, Lech
Walesa, en el tablero de la oposición. Lo que pasa es
que Luis Herrero, que es un periodista muy mal
informado, parece que no sabe que a Walesa no se le ha
impedido la entrada en Venezuela, y que nadie en el
Gobierno ha argumentado que no pueda garantizar su
seguridad. El señor decidió suspender su viaje, cuando
el Gobierno venezolano advirtió que vigilaría el
cumplimiento de las leyes por parte de este señor en
suelo venezolano.
Vea aquí el pronunciamiento del
Gobierno venezolano al respecto.
Y aquí viene el broche de oro de la declaración de Luis
Herrero:
"Yo, particularmente, y
el Partido Popular Europeo, que es un partido
democrático, que es un partido que defiende los derechos
humanos, reprueba cualquier régimen político, con
independencia de quién lo presida, que no se esmere por
respetar los derechos humanos, por respetar la libertad
de las personas y por mantener el Estado de Derecho. Si
no se dan esas condiciones, y yo creo que hay algunas
evidencias, más allá de cualquier duda, de que en
Venezuela no siempre se dan esas circunstancias, eso
merece nuestra reprobación".
Comentario para el
lector venezolano: El Partido Popular no ha emitido, que
se conozca, ni una sola condena o "reprobación" contra
Estados Unidos, Israel o Colombia, por mencionar tres de
los países que menos respetan los derechos humanos y la
libertad de las personas, por no hablar del estado de
Derecho. Sencillamente es mentira. Si el PP tuviera en
tanta estima los derechos humanos, no habría mandado
soldados españoles a invadir Afganistán e Iraq, y no
habría colaborado en los vuelos secretos de la CIA para
secuestrar y torturar "sospechosos".
"¿Cuánto piensa permanecer en Venezuela?"
Hasta el lunes, si puedo.
Parece que no pudo, pero algo en estas palabras hace
pensar que ya estaba en sus planes...
Sobre la degeneración moral, la corrupción y los
escándalos del Partido Popular y sus planes de
injerencia en América Latina puede
leer aquí.
Este artículo se propone solamente dejar constancia de
la provocación y la afrenta de Luis Herrero a las
instituciones y al pueblo venezolano. En breve sabremos
si se trata de un exabrupto aislado o responde a un
engranaje más complejo, para dinamitar el proceso
electoral y abrir otro capítulo en la larga historia de
la desestabilización opositora.
|