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No consiento que se hable mal de Franco en mi

 presencia. Juan  Carlos «El Rey»   


 

"Winnipeg", el mejor poema

Fernando Terán / J. L. Fidalgo

Diario Montañés  27 de Octubre de 2009

     El premio Nobel Pablo Neruda conoció la situación de los refugiados españoles en los campos de concentración franceses durante su etapa como cónsul chileno en Barcelona y Madrid. En 1939 el poeta fue designado por el entonces presidente chileno Pedro Aguirre, como cónsul especial para la inmigración española en París, dando vida así al proyecto Winnipeg que pese a llevar el nombre de una ciudad canadiense, era un carguero que pertenecía al partido comunista y formaba parte de la compañía francesa de navegación.

    El gobierno chileno le pidió que entre el pasaje republicano se encontraran intelectuales y profesionales de todo tipo, lo que dio lugar a compartir el conocimiento, la cultura y la inteligencia que perdió España tras el posterior éxodo después de la guerra civil en medio de los albores amenazantes de la segunda gran guerra, aunque también se dice que embarcó algún anarquista. El pasaje del Winnipeg se ha convertido con todo merecimiento en un símbolo de la inmigración española a Chile. Allí les estaba esperando Neruda entregando en mano a los más de dos mil pasajeros el folleto 'Chile os acoge'. «Todos fueron entrando al barco: mi poesía en su lucha había logrado encontrarles patria y me sentí orgulloso. Que la crítica borre toda mi poesía, si le parece, pero éste poema, que hoy recuerdo, no podrá borrarlo nadie» con esta frase nos recordaba sus sentimientos respecto a la tarea de recoger a estos seres desperdigados, escogerlos en los más remotos cargamentos y llevarlos hasta aquél día azul donde suavemente se mecía el barco; fue un trabajo de devoción y desesperación recordaba el poeta en sus memorias. El 4 de agosto partieron del puerto francés de Trompeloup cerca de Bourdeos y llegó al puerto de Valparaíso el 3 de septiembre de 1939. Es de justicia recordar que se acaba de cumplir el 70 aniversario de la llegada del barco al puerto de Valparaíso. Como el régimen se alargó más de lo esperado tuvieron que integrarse en el país de acogida dispuestos a devolver todo el cariño que recibieron a su llegada. Que tenga un buen día.

 

 

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