Vivir bajo las
bombas. Lecciones para un presente y un futuro
Daniel García
Santos
La Habana
La Jiribilla
23 de Octubre de 2009
La Guerra Civil
Española (1937-1939) y su secuela, el exilio, marcaron una etapa de la
historia y de la cultura cubanas, con una repercusión que aún convoca al
recuento y al estudio.
Una cifra
significativa de cubanos participó en esa contienda en calidad
de voluntarios, integrando las Brigadas Internacionales. Algunas
búsquedas documentales recientes permiten arriesgar la
afirmación de que fue precisamente Cuba el país que contribuyó
con mayor cantidad de combatientes a la defensa de la República.
Quizá la figura que ha simbolizado con más claridad este aporte
haya sido Pablo de la Torriente Brau, en quien se resume no solo
la combatividad, el arrojo y la claridad política ante las
implicaciones de aquella guerra, sino también la cualidad del
creador que decide su compromiso histórico a favor de la
supervivencia de la cultura, de la cual es fruto. |
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En 1937 se
celebró el Congreso Internacional de Escritores por la Defensa de la
Cultura, que recorrió las ciudades de Madrid, Valencia y Barcelona, y en
el cual nuevamente los intelectuales cubanos tuvieron una destacada
representación en la presencia de Nicolás Guillén, Juan Marinello, Félix
Pita Rodríguez y Alejo Carpentier quien escribiría en la introducción a
sus crónicas (España bajo las bombas, Crónicas de España,
Editorial Letras Cubanas, 2004):
“Trataré, pues, de hacer un historial del Segundo Congreso Internacional
de Escritores, llevando paralelamente una especie
de cámara fotográfica destinada a fijar lugares y gentes, así como un
micrófono para recoger palabras y sonidos. Citaré frases enteras de
escritores o de poetas que supieron plasmar, mejor que yo, una frase o
una emoción. Trataré de llevaros conmigo al frente de Madrid y a los
campos de batalla de Guadalajara; a la sede de las Brigadas
Internacionales y a los sótanos de la iglesia de San Francisco el
Grande; citaré poemas y contaré anécdotas, porque nada de lo que se
refiera a la España de hoy resulta exento de contenido humano.”
El exilio
provocado por la crueldad de la guerra y la represión de las
fuerzas fascistas constituyó, en medio del drama de la
destrucción y el desarraigo, otra corriente de rica savia para
nuestra cultura. Poetas, filósofos, editores como Juan Ramón
Jiménez, María Zambrano, Manuel Altolaguirre, entre muchos
otros, dejaron una huella indeleble en la literatura, el arte y
el pensamiento cubanos.
Motivados por
estas razones, y con el interés de regresar periódicamente a un
acontecimiento que consideramos no ha agotado sus lecciones para
un presente y un futuro signados por una creciente polarización,
varias instituciones cubanas |
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(Fundación Alejo Carpentier, Centro Dulce María Loynaz, Festival
Internacional de Poesía de La Habana, Centro Cultural Pablo de la
Torriente Brau y la Sociedad de Beneficencia Andaluza) auspiciaron una
jornada que, bajo el título “España bajo las bombas. Guerra civil y
exilio. 70 años después” incluyó dos paneles que argumentaron sobre la
actualidad de esos eventos, partiendo de la visión de dos creadores que
los testimoniaron con relevantes sentido humano y valor artístico: Alejo
Carpentier y María Teresa León.
En el primer panel,
“España bajo las bombas”, la Dra. Margarita Mateo Palmer realizó un
análisis literario de las crónicas que, con el mismo título, Alejo
Carpentier publicó en 1937 en la revista Carteles, y fueron
escritas durante su estancia en España como participante del Congreso
por la Libertad de la Cultura. Por su parte, la Dra. Ana Cairo argumentó
sobre el vínculo raigal de Alejo Carpentier con la cultura española, y
que la Guerra Civil contribuyó a acentuar. Por último, la licenciada
María Sánchez Dotres dio a conocer algunos resultados de la
investigación que realizó recientemente en los archivos del Komintern en
Moscú, y que han permitido revelar información inédita sobre la
presencia de los cubanos en las Brigadas Internacionales.
El segundo
panel se dedicó a enfatizar el decisivo papel que desempeñó la
escritora española María Teresa León en el salvamento, a nombre
de la República, de las riquezas artísticas del Museo del Prado,
empresa que recogió en el testimonio La Historia tiene la
palabra, publicado para la ocasión en los Cuadernillos Fe de
Vida. Imagen y Palabra, del Centro Dulce María Loynaz. Se
completó este abordaje con la proyección del documental
Las cajas españolas
sobre el salvamento del tesoro artístico durante la Guerra
Civil. |
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Este dossier pretende
ofrecer una información general sobre esta jornada, incluyendo la
transcripción de algunas de las intervenciones de los panelistas como
Ana Cairo y Margarita Mateo, entrevistas con cubanos combatientes en la
Guerra Civil Española, las cuatro crónicas que Alejo Carpentier publicó
en Carteles, a las que se han sumado otras dos de particular
importancia en el tratamiento de estos acontecimientos: “Abajo la
inteligencia, viva la muerte”, y “La muerte de Miguel Hernández”.
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Fotos:
Cortesía del Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau
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