La utopía libertaria, segada en Navarra
Diario de Noticias
11 de Junio de 2009
El
anarcosindicalismo fue un movimiento que cuantitativamente no
tuvo un gran peso en Navarra debido al poco desarrollo
industrial de la comunidad y de que en el campo, la UGT tuvo una
mayor presencia, pero su filosofía y varios nombres propios
marcaron una época muy convulsa
Los pocos cenetistas que lograron huir a la parte republicana
acabaron enrolados en diversas columnas de milicianos, sobre
todo en la Bakunin. |
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EL anarquismo viene a ser en Navarra el hermano pequeño de los
diferentes movimientos de izquierda de principios de siglo. El
socialismo, a través de la Federación de Trabajadores de la Tierra, le
comió bastante terreno en el ambiente rural (donde el caciquismo
cercenaba también cualquier posibilidad organizativa), mientras que la
escasa industrialización impidió un florecimiento importante en núcleos
urbanos. Sin embargo, el anarco-sindicalismo daría luego destacadas
referencias tardías (Vicente Moriones o Lucio Urtubia ) y no se
libraría, todo lo contrario, de la cruda represión franquista.
LOS ORÍGENES
Un sindicato que comenzó a extenderse por la Ribera
La Ribera Alta y la zona de Tudela es la cuna de un movimiento que venía
sobre todo de Aragón, donde sí alcanzó muchas fuerza. El primer
sindicato de la CNT se creó en 1920 en Lodosa. Luego se va extendiendo
por Marcilla, Tudela, Pamplona, Alsasua y Falces. Las empresas
azucareras fueron unos enclaves donde comenzaron a echar raíces e
incluso protagonizaron una huelga en los años 20. Se trata de un
sindicalismo sin aliados políticos e incluso enfrentados al poder
republicano, según relata en una investigación de Íñigo Pérez Ochoa en
el libro sobre el exilio republicano publicado por el Gobierno de
Navarra. Sus líderes estaban bastante formados y muy preocupados por
editar revistas y periódicos. Algunos nombres propios de este anarquismo
incipiente fueron los de Gregorio Suberviola Baigorrri , los hermanos
Villafranca , Pablo Ruiz de Galarreta , Miguel Yoldi Beroiz o Ezequiel
Endériz Olaverri . Sus sindicatos cobran fuerza con la llegada de la
República, aunque la llamada revolución de 1933 se saldará con el cierre
de varios de sus centros y también con la de 1934. Algunas localidades
donde tenía peso eran Cáseda, Andosilla, Caparroso, Sangüesa, Estella,
Tafalla o Yesa. Según calcula Emilio Majuelo, en 1936 la CNT contaba en
Navarra con unos 1.600 afiliados, especialmente en la Ribera.
Practicaban un sindicalismo sin aliados políticos, alejado de las
reformas y enfrentado al poder republicano. También había diferentes
facciones que se aglutinaban en torno a publicaciones como Solidaridad
Obrera o La Tierra.
EL GOLPE DE ESTADO
La CNT, entre los principales objetivos de la represión
Quizá no era el movimiento de más peso pero sí que sufrió una represión
cualitativamente muy dura. Sólo el 8,9% de los fusilados en Navarra eran
de la CNT, pero en números absolutos, entre exiliados y ejecutados, el
anarquismo quedó destrozado en Navarra, aunque varios nombres propios
aportarían episodios importantes del antifranquismo. Allo fue quizá el
pueblo donde proporcionalmente más cenetistas fueron aniquilados. Entre
1936 y 1937 cayeron ante los paredones Jesús Alonso Chocarro, Felipe
Arrieta Ochoa, el alcalde Manuel Garamendi Álvarez, Gonzalo Garayoa
Monasterio, José Garnica Echeverría, Fermín Garnica Martínez, José
Garnica Martínez, Jesús Inés Arguiñano, Aurelio Íñigo Osaba, Ángel
Láinez Luzea, Ubaldo López Pascual, Martín Montoya Arrieta, Vidal
Montoya Arrieta, Juan Ochoa Lacabe, Félix Ochoa López, Anastasio
Portillo Montoya, Dionisio Rebolé Gironés, Benito Roncal Alonso y Blasa
Roncal Alonso.
En Andosilla , otra plaza anarquista, figuran entre los asesinados Luis
Ayucar Los Antos, Ceferino Azcona Medrano, Manuel Blázquez Jiménez,
Agustín Francés García, Félix González Sádaba, Tomás Gurrea Ureña, Félix
Marín Medina, Raimundo Marín Fando, Eugenio Méndez Arbeloa, Félix Mendez
Arbeloa, Matías Muro Terés, Ángel Osés Malo, Pedro Pascual Gorricho,
Manuel Sádaba San Gil, Emilio Salvatierra Vélez, Francisco San Miguel
Moreno, Gregorio San Miguel Moreno, Teófilo Sarasa Sádaba y León Sesma
Monasterio.
En Burlada fue ejecutado José Díez de Arizaleta El Río. Alsasua fue otra
localidad fuertemente castigada. Entre los fusilados aparecen Claudio
Diéguez Loza, Adelino Gil González y Miguel Goikoetxea Zelaia. Martín
López Urdiáin murió en un campo de concentración franquista,
concretamente en Burgos. De Lakuntza se llevaron a fusilar a Lázaro
Alegría Lazkurai.
Volviendo a la Ribera, la lista de anarquistas ejecutados la engrosa
Cayo Estarriaga Zapatería, de Caparroso; y Marcelo Ciprián Gil, Valerio
García Liédena, Fulgencio García Liedena, Anastasio González Martínez,
Bernabé Insausti Lorente, Eusebio Pérez López, Crescente Ruiz Abadía,
Adriáin Senosiáin González y Félix Sesma Rubio en Cárcar . En Cáseda
perdió la vida por sus ideas anarquistas Juan Campoy, lo mismo que le
sucedía a Saturnino Muñoz en Castejón y a Félix Juan Monreal y Jesús
Garijo Escribano en Corella . En Cortes fueron asesinados Miguel Duarte
Baigorri y Justino Huarte Blanco.
En Estella figuran en esta lista fatídica José María Ciordia Mateache,
Francisco Elizalde Martínez, Florencia Herce García, los hermanos
Adolfo, Agustin y José Fernández Martínez, Marcelino Laguardia Allo,
José Gregorio Mayayo Lau, Ignacio Moreno Martínez, Salvador Pejenaute
Olcoz, José Preciado García, Teodoro Taínta Martínez y Joaquín Ubasos
Latienda.
En Larraga fue ejecutado Miguel Ardanaz Pita, Victorino Elrrio Tabar,
Daniel Fernández Nieto, Babil Folio Barbarin, Perpetuo García García,
Martín García Mañeru, Victorino Hernández Macaya, los hermanos Félix y
Perfecto Leuza Legorburu, Félix Morales Acebedo, José Munárriz Suescun,
Jesús Nieto Suescun, Andrés Rodríguez Reyta, José Belasco Muniáin y
Lorenzo Vidarte Urriza. En Lerín cayeron Hilario Cárnica Beltrán, Ramón
Gil Roldán, Gregorio Pitillas Moreno, Primitivo Rioja Murugarren, Emilio
Solano y Bernardo Suescun.
Lodosa fue otra localidad donde la limpia de anarquistas fue muy
significada: Celedonio Abadía Arrastia, Marcos Abadía Arrastia, Mateo
Abadía Arrastia, Luis Aguirre Arona, Narciso Barguilla Carracedo,
Antonio Beltrán De Luis, Julián Beltrán De Luis, Fermín Campo Abós,
Julián Campo Abós, Faustino Campo Martínez, Ramón Campo Martínez, Juan
Caurín Alonso, José María Colas Cenzano, Florencia Colas de Miguel,
Felipe Colás Bergara, Juan Colás Bergara, Pedro Gil Abadía, Gonzalo
Ibáñez Martínez, Miguel López Rodríguez, Juan Marzo Marzo, José Molinet
Miró, Luis Molinet Miró, Nicolás Molinet Miró, Martín Remírez Martínez,
Pedro Remírez Martínez, Eugenio Sainz Martínez, Francisco Sainz
Martínez, Francisco Salvatierra Etayo, Natalio Salvatierra Etayo, Julián
Salvatierra Ramírez, Felipe Salvatierra Ruiz y Pedro San Gil Campo.
Siguiendo en la Ribera Alta, Mendavia es otro lugar donde la represión
fascista se cebó con los cuadros anarcosindicalistas. Allí fueron
ejecutados: Ángel Alegría Mateo, Eladio Elvira Asurmendi, Cosme Elvira
Martínez, Lorenzo Elvira Martínez, Deogracias Elvira Sainz, José María
Elvira San Juan, Víctor Marínez Ordóñez, Luis Martínez Sainz, Tomás
Martínez Valerio, Julio Mateo Elvira, Luis Montoya Suberviola, Julián
Muguía Armendáriz, Sixto Quijera Suberviola, Emilio Rada Cenzano,
Carmelo Rada Cenzano, Fermín Romero González y Roque Ruiz Ruiz.
En Mirandade Arga hubo también tres cenetistas fusilados: Anastasio
Ezquerro García, Valentín Ezquerro García y Antonio Murugarren San Juan.
Pamplona , por su carácter también urbano, tuvo una notable presencia de
anarquistas. Entre los nombres de los ejecutados aparecen Pedro Alfaro
Hernández, Santos Alfaro Hernández, José Belloz Crespán, Jesús Cepero
Barbería,Bruno Garrido Redondo, Eugenio Garrido Redondo, Teodoro Garrido
Redondo, Ángel Hurtado Novallas, Pedro Iturria Elizalde, Julián Jimeno
Setuáin, Jaime Lluch Quillide, Isidoro Marqués Campos y Félix Martínez.
De Peralta se llevaron a Emilio y Aurelio Pérez Pellejero. En San
Esteban de laSolana fue asesinado Jesús Etexeberria Oteiza.
En Sangüesa también hubo una saca importante: José Benede Artieda,
Agustín Ibáñez Azcoiti, José Ibáñez Azcoiti, Honorio Ibáñez Leoz, Máximo
Lacasa García, Martín Lozano Segura, Romualdo Moriones Belzunegui,
Liborio Marco Miquéliz, Eugenio Palacín Campaña, Máximo Palacín Campaña
y Primitivo Palacín Campaña,Isidro Tabar Ilintxeta, Félix Unzue Oruduña,
José Uroz Navallas, Matías Tabar Ilintxeta, Félix Zubiate Murillo y
Asunción Campaña Ortiz.
Sartaguda también es otro enclave emblemático y la CNT también se llevó
una buena parte de las ejecucionesl. Teodoro Martínez Martínez, Joaquín
Martínez Pausa, Honorato Oñate Pellejero, Bernabé Sesma Miguel y Elías
Sesma Miguel fueron asesinados. En Tafalla hubo cinco crímenes: Aquilino
Ancín Indart, Guervasio Gurpegui, Jesús Liberal Martínez de Espronceda,
Ambrosio Pascual Luzuriaga y Antonio Zapatero. En Tudela los ejecutados
fueron Ventura Aras, Leoncio Castillejo, Teodoro Goñi Ayerbe y Aquilino
Marín Simón. En Villava fueron dos las víctimas (los hermanos Luis y
Vitorio Esparza Portillo) y en Zuñiga cayó Victorino Ripa Díaz.Diario de
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