La
Ranilla albergará un museo y un archivo de la represión
franquista
Sevilla.-Una cárcel para la memoria
Manuel
Ruiz Rico
Correo de
Andalucía
27 de
Agosto de 2009
Hoy no
queda más que un pequeño recinto compuesto por
algunos pasillos polvorientos que dan a un patio
abandonado. La cárcel de la Ranilla fue todo un
símbolo de la represión franquista en Sevilla y
ahora es un solar donde, a final de 2010, habrá
un museo de la memoria histórica, dos sedes
municipales, un parque y un centro cívico.
Juan Antonio Velasco entró en esta cárcel el 2
de agosto de 1945, tenía 19 años. Fue detenido
por organizar en la clandestinidad las
Juventudes Socialistas Unificadas. “Estuve 18
días en comisaría y allí me pegaron para que
declarase. Cuando ingresé en prisión yo era de
los presos más jóvenes. Allí dentro había miles
de reclusos”, recuerda Velasco.
(Vídeo: Francisco Veiga)
Estuvo ocho
meses más hasta salir. “Lo pasé muy mal. Yo era muy
joven y una vez me dieron una paliza y me tuvieron que
llevar a la Cruz Roja porque no paraba de echar sangre;
otra vez me tuvieron un mes en una celda incomunicado.
Fue muy duro”.
El proyecto de la cárcel de la Ranilla –más tarde
llamada de Sevilla 1– se remonta a 1911, cuando Aníbal
González redactó un proyecto de prisión sobre los
terrenos de los marqueses de Nervión. El edificio fue
erigido en mayo de 1933, en plena Segunda República,
cuando sustituyó a la cárcel del Pópulo, en la calle
Pastor y Landero.
“A partir de 1936 gana en protagonismo y vive en primera
fila la represión franquista en la ciudad”, recordó ayer
el concejal de Urbanismo, Alfonso Rodríguez Gómez de
Celis. Ya en democracia, sufrió en 1991 un atentado
terrorista. La cárcel de la Ranilla fue cerrada en 2007
aunque en los años anteriores ya no acogía más que a
presos que sólo tenían que acudir allí a dormir.
Juan Antonio Velasco nació en El Saucejo el 27 de
octubre de 1925. Tenía 15 años cuando un comandante del
bando franquista en el municipio sevillano ordenó
fusilar a su padre. “Era maestro republicano y eso fue
suficiente. Lo llamaron y le dijeron que tenía que
presentarse ante el comandante del pueblo. Mi padre fue
el día 7 a cumplir con la orden y nunca más volvió a
casa”, cuenta Velasco.
La piqueta tiró la cárcel el año pasado y sólo queda de
ella el pabellón de entrada. Ahí el Ayuntamiento
proyecta un museo y un archivo para la memoria
histórica, una obra que será realizada dentro del
próximo plan 5.000 de inversión local previsto por el
Gobierno de la Nación. Este proyecto está aún poco
perfilado y fuentes de Urbanismo sólo alcanzaron ayer a
concretar que tendrá un presupuesto de unos 400.000
euros.
El Comisionado para la Memoria Histórica de la Junta,
Juan Gallo, alabó la “sensibilidad” del Ayuntamiento de
Sevilla en la puesta en marcha de este proyecto
“teniendo en cuenta lo que había antes”. “En el 36, se
sacaba a la gente de aquí para asesinarla en las tapias
del cementerio –sentenció Gallo–. Hubo miles de muertos
así”.
Para recordar esta sinrazón y la barbarie terrorista de
ETA, en el parque previsto en el solar de 27.000 metros
cuadrados habrá dos monolitos: uno dedicado a las
víctimas del franquismo y otro a las del terrorismo. “El
parque está en fase de adjudicación y su plazo de
construcción será de 15 meses –detalló Celis–. Tendrá
cuatro entradas y una de ellas será a través de este
pabellón de la cárcel de la Ranilla”.
En este solar, junto a la Ronda del Tamarguillo, estarán
ubicadas también las sedes de las Delegaciones de
Movilidad y Convivencia y Seguridad –que estarán listas
a finales de 2010 y ya están construidas al 40%–, y un
centro cívico para los vecinos de Nervión, que estará
acabado en diciembre de este año.
Velasco ve bien todos esos proyectos, pero opina “que la
cárcel no debería haberse tirado”. “Yo la habría dejado
en pie como recuerdo a lo que pasó: allí murió mucha
gente y eso se debería haber respetado, dejando el
edificio donde todo eso ocurrió”.