El triunfo de Negrín
Joaquim Pisa
Aventura
en la Tierra
12 de Noviembre de
2009
La rehabilitación oficial de Juan Negrín y 35 compañeros de
su fracción, expulsados del PSOE por impulso de Indalecio
Prieto recién finalizada la guerra de España, nos deja un
sabor agridulce a muchos. Al fin y al cabo devolver el
carnet a Negrín a través de sus descendientes es un gesto
que a quien rehabilita realmente no es al interesado sino al
partido que injustamente le arrojó de sus filas entre
calumnias y mentiras, sin haberle dado siquiera la
oportunidad de defenderse.
Hace años que la verdad histórica sobre Negrín y su
actuación al frente del Gobierno de la República está
perfectamente establecida, gracias al trabajo de
historiadores del prestigio de Angel Viñas, Helen Graham,
Gabriel Jackson, Ricardo Miralles, Enrique Moradiellos, Paul
Preston y otros, cuyos trabajos han contribuido a limpiar la
mierda que sobre este socialista eminente y estadista como
ha habido pocos en España, lanzaron en su día la propaganda
franquista y un puñado de traidores en el interior mismo del
que fuera su partido de siempre.
|
|
A
Juan Negrín se le odia porque este hombre enérgico, incansable, de
un talento excepcional y una capacidad de trabajo sin límites fue el
principal obstáculo para la victoria franquista en la guerra. El
lema que acuñó en esos años, "resistir es vencer", no sólo probó su
eficacia poco después en la Francia de De Gaulle y la Gran Bretaña
de Churchill, sino que en España pudo haber dado un desenlace
diferente a la contienda contra el fascismo de no haber mediado el
golpe de Estado de la Junta de Defensa del coronel Casado, con
Julián Besteiro como cabeza de la trama civil golpista. De Negrín la
propaganda franquista-prietista dice que prolongó la guerra
inútilmente. "Falso. Contaba con informaciones de que los franceses
ayudarían" cuando llegara el estallido de la Segunda Guerra Mundial
-el conflicto atroz que en 1939 todo el mundo sabía inevitable que
comenzara dentro de ése año-, tal como cuenta Angel Viñas en sus
investigaciones más recientes.
En marzo de 1939, la República española disponía de hombres y
recursos sobrados para aguantar seis meses más. Lo que muchos ya no
tenían, especialmente en los estratos militares y políticos, era la
moral de lucha y la fe en sí mismos necesarias para seguir
combatiendo. Frente a esos -derrotistas como Azaña, pusilánimes como
la mayoría del generalato, traidores como Besteiro y Casado-, se
alzó Juan Negrín como un muro, al que naturalmente había que abatir
no sólo para lograr el objetivo de la "paz" supuestamente negociada
con Franco, sino sobre todo para justificar ante la historia el
tremendo papel de quienes conscientemente, acabaron con la
resistencia popular contra el fascismo mediante la misma técnica que
empleara Franco para alzarse contra la legitimidad democrática: el
golpe de Estado cuartelero.
En esa línea de descalificación desaforada de Negrín hay que
inscribir la infamia besteriana luego adoptada por los prietistas de
que el presidente del gobierno español era "el hombre de Moscú".
Angel Viñas acaba de enterrar toda esa porquería con su magnífico
libro "El honor de la República", que cierra su trilogía sobre el
período de la Guerra de España. Como Viñas y los historiadores
citados anteriormente demuestran, Negrín fue un socialdemócrata
keynnesiano, patriota español y nada proclive al estalinismo. Ocurre
que frente a la farsa que contra los intereses de la República
española supuso la política de No Intervención de las democracias
occidentales, la URSS de Stalin fue el único Estado que aceptó
convertirse en suministrador de armamento y subsistencias de la
República, lo que como demuestra Viñas el Estado soviético se cobró
con creces, actuando un verdadero animal de rapiña y según los usos
más estrictos en las relaciones comerciales capitalistas entre
Estados. El gobierno español pagó a precio no precisamente de amigo
ni solidario hasta el último céntimo de la supuesta "ayuda"
soviética.
Con Negrín han sido rehabilitados otros 35 socialistas "maltratados
por la historia y también por otros socialistas", como señaló
Alfonso Guerra durante el acto. Sus nombres son: Ramón Lamoneda y
Ramón González Peña (dirigentes de la Revolución Asturiana de
octubre de 1934), Julio Álvarez del Vayo (intelectual marxista y
andando el tiempo fundador del FRAP), Max Aub (gloria de la
literatura en castellano del siglo XX), Amaro del Rosal (historiador
del movimiento obrero), Jerónimo Bugueda Muñoz, Juan Simeón Vidarte,
Julia Álvarez Resano, Matilde de la Torre, Edmundo Lorenzo, Antonio
Pasagili Lobo, Ángel Galarza Lago, Vicente Ruiz Sarmiento, Mariano
Moreno Mateo, Miguel Amilibia, Nicolás Jiménez Molina, Veneranda
García Manzano, Adrián García Anfreu, Leandro Pizarro González, José
Rodríguez Vega, Antonio Huerta, Gabriel Morón Díaz, Vidal Rébora,
Suárez Guillén, Carlos Abad López, José Moreno Remacha, César
Rodríguez González, , Modesto Moyro, Juan Bautista Alvarado,
Saturnino Gimeno, Matilde Cantos Fernández, Juan Pablo García, Jesús
Ibáñez Rodríguez, Jesús Vallina González y Felipe García Álvaro. La
mayoría murió en el exilio.
--------------------------------
Fuente:
http://aventuraenlatierra.blogspot.com/2009/10/el-triunfo-de-negrin.html
|