El 5 de agosto de 1988,
cuando aún en este país se consideraba que hablar del franquismo y su represión
era “remover el pasado”, en la tapia de cementerio de la Almudena se colocó una
placa en recuerdo de las jóvenes llamadas “Trece Rosas”, con una única mención
“al pueblo de Madrid” como homenajeador de aquellas jóvenes (siete de ellas
menores de edad) pertenecientes a las Juventudes Socialistas
Unificadas-organización que aglutinaba las juventudes del PCE, al que
pertenecían varias de ellas, y del PSOE-, y que fueron ejecutadas en aquella
tapia, un 5 de agosto de 1939 tras uno de esos juicios sumarísimos que la Ley de
la Memoria Histórica impide derogar, por mor del veto parlamentario del PSOE.
Coincidiendo con el 70
aniversario de aquel fusilamiento (en el que perecieron otros 43 chicos de las
JSU), Leire Pajín, Secretaria de Organización del PSOE, descubrió una nueva
placa, sin explicar qué había ocurrido con la anterior, por qué había que
sustituirla por otra nueva, y por qué en ella, además del Pueblo de Madrid,
figura la “Fundación Trece Rosas”, creada por el PSOE, como co-homenajeadora.
De nuevo, el PSOE imita
las peores prácticas de la derecha española, la reinvención de la Historia, no
solo para acapararla -haciendo creer que las JSU eran las JSE-, sino para
vilipendiar la memoria de las víctimas con inoportunas soflamas como que “de
estar vivas, sería buenas profesoras de Educación para la Ciudadanía, apoyarían
la Alianza contra las Civilizaciones, estarían a favor del Aborto y contra la
energía nuclear”.
No se si a Pajín y otros
dirigentes del PSOE les falla la memoria, o les falta la vergüenza, pero no
tengo duda de que con semejantes actos, borran parte de la Historia.
Publicado en El Adelanto
el 10 de agosto de 2009