Cárcel de Saturrarán. Lágrimas
de papel
Miguel
Cifuentes
Noticias
de
Guipúzkoa
22
de
Diciembre
de 2009
Hace siete décadas, la playa de Saturrarán (Mutriku)
acogió una de las prisiones de mujeres más importantes del franquismo. Las
fotografías de este reportaje son parte del llanto que, pese al paso de los
años, sigue desgarrando el corazón de sus víctimas.
Hablan por sí
solas. Sin ayuda. Sin
nada que las acompañe.
No les hace falta.
Hablan por sí solas
porque no son sólo
imágenes. Son también
palabras. Relatos.
Historias. Son
confesiones. No están
escritas en forma de
textos, pero cuentan más
de lo que muchas veces
éstos pueden contar. No
tienen letras, pero
cuentan lo que vieron.
Lo que en ellas aparece.
Y cuentan que, hace
siete décadas, miles de
vidas fueron robadas o
aniquiladas en la muga
entre Gipúzkoa y
Bizkaia. En Saturrarán.
En su playa. En su
cárcel. |
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Entonces, entre 1939 y 1944, el
penal mutrikuarra, una de las prisiones de mujeres más
importantes del franquismo, acogió a cerca de 4.000
reclusas de todo el Estado. Mujeres que sufrieron el
desprecio de quienes las custodiaban -salvo excepciones-
y que, en muchos casos, no salieron con vida. Tal y como
recuerda la placa levantada junto a los únicos restos
que quedan en pie, 120 presas y 57 niños (hijos de las
internas) murieron en la prisión. Con el tiempo ésta se
cerró pero, muy lejos de cicatrizar, las heridas
siguieron abiertas. No se borraron.
Por eso, aunque hayan pasado los años, las víctimas
siguen llorando su tragedia. Quizás no lo hagan ya de
forma literal, o quizás sí, pero lo hacen. Lloran en
silencio, con lágrimas en sus pupilas o, como en las
fotografías de este reportaje (realizadas por la
donostiarra Haizea Cacho), sobre el soporte de un papel. |