Veintiocho de junio. Septuagésimo séptimo aniversario de
aquellas elecciones generales a Cortes Constituyentes de la II
República en 1931 en las que resultó elegido diputado por la
provincia de Alicante el insigne médico ilicitano D. Julio María
López Orozco. Un dato y una efemérides casi desapercibidas para
la mayoría de la opinión pública, incluso para los republicanos,
que suelen recordar otras fechas como el 14 de abril, por
ejemplo, proclamación de la II República a consecuencia de las
elecciones municipales del 12 de abril, dos días antes.
El hecho reviste su importancia socio-histórica, porque todo un
personaje de Elche muy popular y querido como fue D. Julio,
obtuvo su acta de diputado no solo en representación de su
ciudad natal sino de toda la provincia entera, lo que demuestra
el conocimiento que el pueblo alicantino tenía sobre su persona
y su actividad pública además de probar el arraigo y la
aceptación de las que el médico ilicitano gozó entre el
electorado en ámbito provincial. No en vano fue presidente de la
Junta Provincial de dicho partido.
Frente a demás candidatos oponentes y adversarios políticos,
López Orozco consiguió 67.013 votos, siendo uno de los más
votados, presentándose por el Partido Republicano Radical
Socialista (partido del que fue presidente de la Junta
Provincial de Alicante) y logrando la credencial número 361 del
acta de diputado para la primera legislatura republicana que
abarcó los años 1931 y 1933. Tomo posesión de su escaño el 12 de
julio de 1931 pero juró o prometió el cargo quince días después,
el 27 del mismo mes y del mismo año y causó baja como diputado
en la disolución de las Cortes del 9 de octubre de 1933.
Hay que atribuirle con totales justicia, razón y méritos su
contribución y participación en el logro de conseguir la
creación del primer instituto de educación secundaria (entonces
llamado de 'segunda enseñanza') en Elche. Sus intervención y
colaboración fueron decisivas para tal hito histórico local al
formar parte de la comisión representativa que el Ayuntamiento
republicano ilicitano envió a primeros de septiembre de 1931 al
Ministerio de Educación en Madrid para reclamar al ministro la
creación del primer instituto de segunda enseñanza, una vieja
aspiración y una necesidad a cubrir en Elche en aquel entonces
que por fin fue hecha realidad al abrirse en enero de 1932 e
inaugurarse oficialmente el 8 de febrero de 1932 por el
alicantino Rodoldo Llopis, director general de Enseñanza
Primaria, acompañado por el propio López Orozco y otros
dirigentes socialistas y republicanos ilicitanos. Un acto
oficial del que existe una foto en la que aparecen López Orozco
y Llopis, entre otros.
Cabe destacar, entre otros méritos, que López Orozco formó parte
de la Comisión Gestora de la Mancomunidad del Segura. Nacido en
Elche en 1885 en el seno de una familia acomodada y burguesa,
falleció igualmente en Elche el 7 de abril de 1970, a los 85
años. Hijo del abogado liberal Julio Mª López Martínez y de
Herminia Orozco Chacón. Casó con Asunción Manchón Navarro, hija
de los acomodados, conservadores, derechistas y religiosos
dueños hortelanos del popular 'Huerto de Manchón', que falleció
en 1989 a los 87 años. Estos factores y el hecho de que López
Orozco tuviera dos hermanas monjas terciarias carmelitas,
Herminia y Josefa; influiría posteriormente en su favor junto
con su bondad hacia los enfermos para evitar ser ejecutado en el
franquismo. Al parecer, D. Julio y Dª Asunción tuvieron dos
hijos.
López Orozco, bien jóven manifestó hondamente los sentimientos y
las ideas republicanas, diferenciándose de sus familiares.
Humanista, filántropo e intelectual aunque aburguesado pero
sumamente respetuoso con el prójimo sin menospreciar a nadie por
cualquier ideal o condición (lo que motivó envidias de ciertos
elementos de la misma burguesía ilicitana a la que él,
pertenecía) su lema fue “hacer el bien sin mirar a quién” hasta
ser reconocido como el “médico de los pobres de Elche”a quienes
no cobraba sus servicios a domicilio e incluso daba dinero para
medicinas. Ello le granjeó la simpatía y la admiración popular.
Era frecuente verle con pajarita y traje, desplazándose en un
carruaje tirado por mula o caballo (tartana o cabriolé),
semicalvo pero con pocos cabellos negros como entradas
laterales.
Su familia poseyó una casona y un bello huerto de palmeras,
granados, naranjos y limoneros que él luego heredó y mantuvo
hasta su muerte (el de Manchón, rebautizado posteriormente con
su nombre); convertido hoy en plaza pública y jardín frente al
Museo de la Palma (antes huerto de San Plácido) y cercano al
Hotel Hort del Cura.
Licenciado en Medicina General, fue miembro de la Real Academia
de Medicina de Catalunya. Durante la Primera Guerra Mundial fue
miembro de la Liga Antigermanófila. López Orozco co-fundó en
1927, junto a los dirigentes republicanos ilicitanos Manuel
Lucerga y Manuel Tremiño, el Círculo Republicano de Elche,
contando además con el apoyo del periódico local republicanista
"Elche". A vez, presidió la Alianza Republicana Ilicitana.
En 1929 fue uno de los fundadores del Partido Republicano
Radical Socialista juntamente con Marcelino Domingo, Álvaro de
Albornoz y Félix Gordón Ordás. Con motivo de la sublevación de
Jaca (que se reprimió con la ejecución de varios fusilamientos)
y en memoria de sus fusilados, López Orozco, junto a otros
dirigentes, intervino como orador en un acto homenaje dando un
emotivo y destacado discurso el domingo de ramos de 1931 en la
Plaza de Toros de Elche, por lo que sufrió cárcel breve a los
tres meses de dicha sublevación.
Encabezó la manifestación popular de más de 2000 personas por
las calle de Elche que reclamaba la instauración de la República
en las primeras horas de la mañana del día 15 de diciembre de
1930. Los manifestantes acudieron a su domicilio (en el huerto
de su nombre o de Manchón, frente al hoy hotel Huerto del Cura)
y sacándole en olor de multitudes le pidieron que fuera al
frente, que llegara al Ayuntamiento y que proclamara la
República junto a los dirigentes socalistas ilicitanos Juan
Hernández Rizo y Manuel Rodríguez Martínez (futuros alcaldes en
la República y Guerra Civil).
Esta revuelta resultó sofocada y López Orozco junto a los demás
dirigentes, fue detenido y encarcelado en el Palacio de Altamira
y posteriormente trasladado a la prisión provincial de Alicante,
pasando a disposición judicial militar acusado de sedición.
Ante la presión popular, hubo una amnistía y a finales de
febrero de 1931, (tras reabrirse la Casa del Pueblo y el Círculo
Republicano, que habían sido clausurados por orden gubernativa a
raíz de la revuelta) López Orozco, acompañado de los otros
11detenidos, fue liberado, realizando su entrada apoteósica
triunfal en la Plaza del Ayuntamiento ante una multitud de más
de 10.000 personas que aclamándole le siguió hasta los juzgados,
donde definitivamente se le puso en libertad (al igual que los
11camaradas). Por ello, el día 27 de marzo fue declarado festivo
por las sociedades obreras ilicitanas, bautizado como "Fiesta de
la Libertad".
El martes 14 de abril de 1931 en Elche, se forma una
manifestación popular en la Plaça de Baix frente al
Ayuntamiento, durante la cual se coloca la bandera republicana
en el balcón principal y es precisamente D. JULIO María López
OROZCO quien dirige la palabra en un emotivo discurso desde el
balcón al pueblo proclamando la República en la ciudad.
Presidió como miembro de mayor edad y prestigio, el Comité Local
de Refugiados de Guerra en Elche compuesto por 7 dirigentes (de
CNT, UGT, PCE, PRRS y PSOE) que el Consejo de Ministros de la II
República creó por decreto del 6 de noviembre de 1936.
López Orozco se colocó en la puerta principal de la basílica de
Santa María junto a otros personajes ilicitanos de diversa
ideología (entre otros, el concejal comunista Vicente Alcalde y
el derechista jefe de Acción Católica Eloy Espinosa) el 20 de
febrero de 1936 para intentar disuadir a los piquetes
anarquistas de que no quemarán el templo sin lograrlo ya que el
empuje de la multitud le arrolló; hecho éste que demuestra sus
humanistas principios.
Cabe destacar que el momento del golpe militar del 18 de julio
de 1936 López Orozco era el médico titular municipal de la Casa
de Socorro, atendiendo por igual a todos los enfermos, sin mirar
ideología ni condición alguna.
A partir del 2 de abril de 1939 cuando las tropas franquistas e
italianas entraron en Elche y el Ayuntamiento fue ocupado por
los vencedores, López Orozco de nuevo padeció detención.
Los ideales políticos republicanos le llevaron a evolucionar
hacia la masonería, por su relación intrínseca y fue iniciado en
1920 en la Logia Constante Alona de Alicante, tomando el nombre
simbólico de "Dieulafoy". Durante ese mismo año pasó a formar
parte del Triángulo Masón “Illice Constante” de Elche del que
fue presidente hasta el año 1924, fecha de la fundación de la
Logia Illice Constante nº7 de Elche, de la que fue su Venerable
Maestro hasta 1935, reuniéndose en la sala egipcia de la logia,
sita en los bajos del palacio de la Calahorra.
Participó tambien en los Altos Grados, siendo miembro del
Capítulo Lucentino donde alcanzó el grado 18º y dentro de las
estructuras orgánicas de la masonería española fue Consejero
Regional de la Gran Logia Simbólica Regional de Levante. Asistió
a la VI asamblea nacional de la Masonería Española, celebrada en
Madrid, en 1924, como delegado de la regional de Levante, y a la
VII asamblea nacional, en Gijón, en 1928, en la que ocupó la
vicepresidencia de la Mesa.
Al destacar por todos estos méritos, el franquista Tribunal
Especial para la Represión de la Masonería y del Comunismo, le
condenó según sentencia “a veinticinco años de reclusión mayor”
aunque por buena conducta y merced a la presión que hicieron
muchos ilicitanos (algunos pocos incluso destacados franquistas)
agradecidos por sus buenas obras y su benévola actitud altruista
como médico ejemplar, se le rebajó la pena a 12 años.
También sufrió un destierro en Galicia y Asturias y al parecer
su corazón se debatió entre el amor a dos mujeres, siendo una de
ellas más jóven que él, situación por la que el poeta ilicitano
Tonico Sansano le dedicó un poema.
Sus restos mortales reposan en un nicho junto a los de su
esposa, en un rincón escondido de la vista exterior, en la pared
lateral derecha del panteón nº 26 de las familias López y
Manchón ubicado en la calle San Sebastián del cementerio viejo
de Elche.
D. Julio dejó su huella masónica hasta después de muerto en su
propio panteón. El suyo es el único de todo el cementerio que
arriba del número en la fachada muestra una inscripción y una
imagen sobre losetas de cerámica de simbolismo y significado
masónico que representan la muerte terrenal y el tránsito al Mas
Allá o resurrección: una calavera con sus tibias cruzadas y una
leyenda que más o menos dice 'Al menos dile un requiescat a tu
amigo o deudor un día que hoy cubre esta la losa fría...'
López Orozco tiene a su nombre un colegio, un instituto y una
plaza con jardín (zona verde) y huerto de palmeras, en Elche, su
ciudad natal. En mayo pasado, el Grup Cultural Ilicità donó al
Museo de Pusol el cuadro al óleo con el busto de López Orozco
pintado por el artista local apellidado Campello que le regaló
María Galiano (hija de los ex caseros de aquel y dueña del
restaurante San Plácido y del huerto del mismo nombre hoy Museo
de la Palma) para su restauración y exposición.
La biografía de este personaje ilicitano, menudo pero grande de
corazón, mente y espíritu; no está acabada. Lagunas y escasez de
datos escritos (salvo los registrados en el Tribunal contra la
Masonería y en el Archivo de Salamanca), lamentablemente sólo se
auxilian con la aportación insuficiente aunque elogiable, de
datos vox pópuli por aquellos que le conocieron en vida. Quizá
algún día se logre enhebrar e hilvanar todos esos retazos con la
publicación de una completa biografía.
De momento, el recuerdo al 77 aniversario de las elecciones
constituyentes republicanas a las que tanto le debió López
Orozco por permitirle representar al pueblo no sólo ilicitano
sino también alicantino, sirva como adelanto de esa posible
futura biografía completa y cual homenaje a uno de los más
importantes personajes de Elche y provincia del siglo XX digno
de ser estudiado e investigado puesto que posee aún aspectos
inéditos por descubrir. Gracias, 28 de Junio de 1931. In
memoriam López Orozco.