Se cumplen 70
años de la llegada de los más de 2.300 refugiados embarcados en
el Winnipeg
Chile homenajea a los exiliados españoles que viajaron en
el
barco de Neruda
Público
5 de
Septiembre de 2009
La presidenta de Chile Michelle
Bachelet ha valorado la contribución que los exiliados
republicanos españoles hicieron a su país, en la
celebración del 70 aniversario de la llegada del
barco Winnipeg
con unos 2.366
refugiados procedentes de la península ibérica.
La presidenta
ha denunciado las injusticias a las que tuvieron que
hacer frente los exiliados de la guerra civil española
(1936-1939) durante la conmemoración celebrada hoy en la
casa presidencial de La Moneda, enmarcada en una semana
de actos conmemorativos.
"Fue muy alto el costo
humano de no poder convivir en la libertad y en la
diversidad", ha señalado la presidenta, quien se
ha referido al final de la guerra civil española como un
período de dictadura "que dejó una huella muy profunda
de intolerancia y de persecución". |
La
La Presidenta chilena Michele Bachelet en el palacio La
Moneda, durante la conmemoración de los 70 años de la
llegada del barco Winnipeg a este país con varios
refugiados de la Guerra Civil española. - EFE
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Bachelet ha señalado la
importancia de que, pasados los años, se
luche por garantizar los derechos humanos, y ha expresado su
satisfacción de que "España sea hoy un país moderno, democrático,
progresista, en el que conviven todas las corrientes culturales,
políticas y religiosas".
El barco de Pablo
Además, ha
elogiado el papel del poeta Pablo Neruda y del gobierno chileno de Pedro
Aguirre Cerdá (1938-1941), que en 1939 organizaron ese viaje para
ofrecer a más de 2.300 republicanos un futuro fuera de los campos de
concentración franceses donde miles de exiliados se refugiaban.
A la
ceremonia asistieron unos cuarenta pasajeros del Winnipeg que fueron
recibidos con un emotivo aplauso por las autoridades chilenas, por el
embajador español en Chile, Juan Manuel Cabrera, y por representantes de
diversos organismos internacionales.
El
viaje se organizó para ofrecer un futuro mejor a los republicanos
que vivían en los campos de concentración de Francia
La cita ha
comenzado con los discursos de los historiadores Jaime Ferrer y Julio
Gálvez que relataron la historia de la travesía del Winnipeg y
destacaron el aporte de los pasajeros del carguero francés
a la cultura, el arte y el desarrollo
industrial y comercial de Chile.
En el acto
han participado un coro catalán y un grupo de sevillanas, y en él se ha
exhibido un documento audiovisual con fotografías, dibujos y vídeos de
la guerra civil española, los republicanos en el exilio y la travesía
del Winnipeg.
En la
proyección se ha incluído el relato de Agnes América Winnipeg Alonso,
una mujer que nació durante la travesía
del carguero, perteneciente al Partido Comunista francés.
Un
viaje sin retorno
Pablo
Neruda conoció la situación de los refugiados españoles en campos de
concentración franceses durante su etapa de cónsul chileno en Barcelona
y Madrid.
A su
regreso a Chile, en 1937, convenció al entonces presidente Pedro Aguirre
Cerda para fletar un barco para trasladar a algunos refugiados a Chile
para ofrecerles una vida mejor.
En 1939, el
poeta viajó a Francia con este propósito, donde
recibió miles de solicitudes de
españoles refugiados que querían embarcarse en el Winnipeg rumbo
al continente americano.
Ayudado por
el ex gobierno republicano español, Neruda seleccionó las familias de
refugiados que partieron desde el puerto Trompeloup-Pauillac, cerca de
Burdeos, el 4 de agosto de 1939. Llegó a Chile un mes después con miles
de pasajeros que no tuvieron la oportunidad de regresar a su patria.
Una de
ellas fue Elvira Alonso, que a los doce años se embargó junto a su
familia en el carguero, cuyas literas eran un lujo comparadas con los
montones de paja sobre los que dormían en los campos de concentración, y
aún hoy recuerda que lo primero que
encontró al llegar a Chile fue "paz".
Desmontando
mitos
Los
exiliados Víctor Pey y Roser Bru, y los historiadores Jaime Ferrer y
Julio Gálvez, participaron en una charla para desmentir varias de
las leyendas que circulan en torno al Winnipeg y sus tripulantes en
la que, además, contaron anécdotas de su viaje a Chile junto a
alrededor de 2.300 refugiados más.
En
contra de algunas versiones que salieron publicadas, el historiador
Julio Gálvez ha afirmado que en el barco "sí embarcaron muchos
anarquistas", hecho que fue corroborado por uno de los asistentes al
acto, quien se identificó como el hijo y nieto de anarquistas que
viajaron en el Winnipeg.
El
historiador ha señalado que algunas publicaciones, basadas en el
libro El éxodo, de Solano
Palacios, un anarquista que viajaba en el Winnipeg, señalaron la
ausencia de anarquistas en el barco. A pesar de que hay documentos
que certifican que Neruda prefería que no hubiese anarquistas a
bordo, el listado de pasajeros incluyó a muchas personas de esa
ideología, ha indicado Gálvez.
El
historiador ha señalado que Solano escribió una visión politizada de
la travesía, donde calificaba a las mujeres que fumaban de
"prostitutas" y a los veintitrés miembros de la tripulación chilena
del Winnipeg de "borrachos".
Los
historiadores Jaime Ferrer y Julio Gálvez afirmaron que en el
Winnipeg viajó "gente de todas las regiones de España" y con
"oficios de todo tipo",
pertenecientes a hasta 33 movimientos y partidos políticos distintos,
según las fichas de los pasajeros que se encontraron.
Víctor
Pey, pasajero del Winnipeg, ha contado su salida de España y ha
señalado que "entre 300.000 y 500.000 personas" se agolparon en la
frontera entre España y Francia huyendo del dictador Francisco
Franco. "Yo y mi hermano atravesamos los Pirineos con una brújula
durante tres días y tres noches de invierno", ha agregado.
La
pintora Roser Bru ha declarado que el Gobierno chileno pidió que
entre los pasajeros del Winnipeg se encontraran profesionales de
todo tipo, con el fin de que pudiesen aportar conocimientos al
pueblo chileno, y descartó que solo hubiese gente afiliada al
Partido Comunista.
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