Un
equipo formado por 30 personas, entre
arqueólogos, historiadores, médicos y
voluntarios de la Asociación para la
Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH)
de Granada, ha logrado exhumar e
individualizar los restos de 18 soldados
republicanos, fusilados entre el 15 y el 25
de febrero de 1937 por las fuerzas
nacionales franquistas.
"Venían huyendo de la toma de Málaga por la
carretera que va hacia Almería. Fueron
apresados y asesinados 24 horas más tarde y
lo último que cenaron fueron patatas
fritas", detalló a los periodistas el
historiador y vicepresidente de la ARMH de
Granada, Rafael Gil Bracero.
Finca particular |
Uno de los cadáveres exhumados. - ARSENIO
ZURITA |
La fosa,
ubicada en una finca particular del núcleo urbano de
Melegís, en el municipio granadino de El Valle tiene
en su parte más alta una longitud de 10,5 metros,
una anchura máxima de 80 centímetros y 1,75 metros
de profundidad. Según Francisco Carrión, arqueólogo
que ha dirigido las labores de recuperación, "lo que
más ha complicado el trabajo ha sido el hecho de que
los cuerpos estuvieran unos sobre otros, a modo de
sándwich y separados por cal".
Además de
elementos óseos y "bastante munición", han aparecido
en el terreno "restos de calzado y ropa, dos
cucharas militares dobladas por uno de sus extremos
para llevarlas en el cinturón, cuatro monedas cerca
del fémur de uno de los milicianos, botones de
camisas y dos insignias de origen militar, una de
ellas con dos fusiles cruzados, que están en proceso
de restauración y que podrían dar buenas pistas
sobre la unidad militar a la que pertenecían",
explicó Carrión. "La mayoría de los cráneos están
atravesados por balas, fruto de los famosos tiros de
gracia. Esto indica que cuando los cuerpos fueron
lanzados a la zanja, aún estaban con vida", añadió
el arqueólogo.
Dificultad con manos y pies
Los restos
se han recuperado en un 100% y se han
individualizado. "Lo que más ha costado han sido las
manos y los pies", concretó Ernesto Rosales, médico
y socio de la ARMH de Granada, quien aseguró que la
mayoría de los cadáveres pertenecen a hombres
menores de 30 años y presentan fracturas de huesos.
"No se sabe si porque fueron sometidos a tortura o
porque, una vez tiroteados, fueron arrojados a la
zanja de cualquier manera", explicó.
La ARMH ha
pedido la colaboración ciudadana y del Ministerio de
Defensa para identificar los cuerpos. Si nadie los
reclama, descansarán en el cementerio de Melegís
previsiblemente en otoño. Los datos recabados,
unidos a otros, como las peculiaridades físicas de
alguno de los fusilados (uno medía más de 1,90
metros), podrían ayudar a su identificación.
La zanja
estaba incluida en el mapa de fosas de Granada. La
exhumación fue costeada por la ARMH al no alcanzar
para ello las subvenciones de la Junta de Andalucía.