La síntesis nuevos derechos + la sociedad del conocimiento, el Tratado de Lisboa y los Planes para el III Milenio de Naciones Unidas y el Consejo de Europa han hecho crecer en nosotros, brotes verdes, también.

La exigencia de los derechos plenos a la Verdad, la Justicia y la Reparación, vienen tronando desde el año 2000 y se han ido a recalar en los razonamientos del Auto de Proceso al Franquismo del buen Juez Baltasar Garzón.

La Justicia que reclama para los supervivientes y familiares de La Gran Represion, 1939-1948, el terrorismo de Estado de Franco y todos aquellos que le apoyan hasta el dia de hoy, en el Tribunal Supremo, no es una Justicia de andar por casa, menor, un juicio de faltas, no. Es nada menos que poder cerrar la página mas negra del Siglo XX español, para que no se repita.

El Ministro de Justicia, Sr. Caamaño, el Fiscal General del Estado, Sr. Conde-Pompidu y el Consejo de Estado, conocen las movilizaciones de asociaciones, supervivientes y familiares de las víctimas de aquella “aniquilación fisica” del adversario político El gesto del Sr. Caamaño, instando la presencia de la Abogacía del Estado en los juicios del caso Gürtel, abre una ventana a la esperanza que quisieramos ver repetida en el jucio por “prevaricación” falsa, que cinco magistrados franquistas, entre otros, patologicamente enquistados en el III Poder del Estado Democrático y a petición de un sindicato ultra, Manos Limpias, han compuesto contra el mejor hijo de la Judicatura: Baltasar Garzón.

Quienes anteayer nos aniquilaron, sin juicio previo y ayer nos encarcelaron, no pueden hoy estar al frente de ninguna responsabilidad en las Instituciones del Estado Democrático, porque con el Codigo Canonico bajo el brazo, en vez del Codigo Civil + la Declaración de Derechos Humanos, obstruyen y conculcan permanentemente, el propio Derecho a la Justicia.

El Estado Democrático no puede tolerar esa patología en nuestro sistema democrático.
Debe depurarlos.
 

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Elisa Serna, cantautora, ex-presa y represaliada política.