Comunistas navarros en la República
Unidad
Cívica Navarra por la República (UCNR)14
de Enero de 2009
Los comunistas
navarros y navarras eran pocos, pero con un puñado de
nombres y militantes protagonizaron algunos de los episodios
más novelescos de la guerra y la resistencia posterior tanto
dentro como fuera de la Península. Franco nunca se lo
perdonó.
EL comunismo era un
movimiento incipiente y minoritario en una Navarra
esencialmente agrícola sin embargo se llevó una buena parte
de la represión franquista y aportó cualitativamente algunos
de los nombres propios más decisivos en la resistencia
interna posterior (también con el Maquis) y en el devenir
del exilio. El comunismo navarro (sobre todo con la figura
de Monzón) también cultivó una visión transversal de la que
carecía la línea más estalinista y contó además con un peso
relativo importante de mujeres militantes. |
Un grupo
de milicianos antifascistas posan con el brazo en alto en la
Rochapea. |
II REPÚBLICA
Pocos, pero muy activos: el asalto a Diputación en el 36
"Eran pocos, pero hicieron mucho y el exilio, años después, les
tenía reservado un puesto de honor en la historia del movimiento
comunista, asumiendo un protagonismo político mucho mayor del que
tenía el PCE en Navarra. Nadie les podía negar tenacidad y audacia
desbordantes". Estas palabras que el periodista e investigador
Manuel Martorell dedica a los comunistas en el libro sobre el exilio
republicano resumen bastante bien lo sucedido con este sector
político. De hecho, nadie les podrá quitar el hito (bueno, los
falangistas harían en julio del 36 una ekintza de menor nivel
retirando la tricolor del balcón de Izquierda Republicana) de haber
asaltado, revólver en mano, el Palacio de Diputación para forzar la
designación de una gestora provincial acorde con el Frente Popular
que había ganado las elecciones. Entre los autores de esta acción se
encontraba ya Jesús Monzón , Juan Arrastia y José San Miguel .
Monzón es un nombre propio que sería clave en el comunismo navarro,
vasco y estatal durante la República, en la guerra civil y en el
exilio posterior.
EL GOLPE DE ESTADO
Los que pudieron escapar: la lucha desde la zona republicana
La sublevación repartió diferente suerte entre los militantes y
dirigentes comunistas. Dos de los anteriores, Sádaba y San Miguel ,
tuvieron la suerte de estar en zona republicana (Madrid y Barcelona)
en el momento del golpe de Estado. Entre los que vivían en Pamplona
hubo situaciones diferentes. Según relata Martorell, Clemente Ruiz
se escondió en una casa del II Ensanche lo mismo que Monzón y
Arrastia , que lograron cobijo en el domicilio de un amigo carlista.
En este caso la clase social, en ambos casos alta, pesó más que la
distancia ideológica. Jesús Monzón logró luego huir a Guipúzcoa, lo
mismo que Cruz Juániz y varios compañeros de partidos que se
subieron a un tren con destino a San Sebastián. No tuvo tanta suerte
Tomás Áriz que se perdió en las peñas de Antxoriz cuando trataba que
alcanzar Francia. Los comunistas de los valles pirenaicos saltaron
al muga sin dificultad. Otro grupo optó por enrolarse en unidades
militares del bando nacional para pasarse a la zona republicana en
la primera oportunidad. Así Elías Gárate fue chófer de un capitán
del Ejército en Pamplona hasta que pudo desertar. Fernando Gómez y
Ernesto Gómez (hermanos de la mujer de Monzón, destacada militante)
tuvieron que esperar hasta 1938 para desertar. Ya en el otro lado,
Jesús Monzón y Juan Arrastia , trataron de agrupar y organizar a la
militancia en el País Vasco. Entre ellos se encontraban Clemente
Ruiz, José San Miguel, Cruz Juániz, los hermanos Gil Istúriz de Aoiz....
El frente norte cayó antes de que pudieran conformar un equipo, algo
que sí pudieron hacer ya en Cataluña con la Columna Vasconavarra,
que luego fue engullida por el Ejército Popular. Una historia de
película es la del isabarra José Larreta Garde. Fue uno de los
principales impulsores de la corriente republicano socialista en el
Roncal. Tras una dura experiencia de la represión fascista contra su
padre, acabó engrosando dicha columna. Fue preparado como piloto de
combate en Sabadell y en la URSS. La guerra acabó sin entrar en
combate pero se convirtió en un héroe de la II Guerra Mundial. Más
tarde trabajó desde la clandestinidad para el PCE.
LA RETAGUARDIA
Los que no pudieron elegir: una treintena larga al paredón
Los datos cuantitativos no son muy llamativos ya que sólo un 1,7% de
los fusilados en Navarra militaban en el PCE. Sin embargo, teniendo
en cuenta sus reducidos cuadros (unos 300 afiliados) la represión
afectó a una parte muy importante de ellos. Destaca también que
cuatro de ellas son mujeres y que hay al menos cinco casos donde los
fascistas se llevaron al paredón hasta a tres miembros de la misma
familia. A continuación se reproducen los nombres de los asesinados
según Altaffaylla, aunque puede que haya alguno más de los que no
constara su afiliación según localidad.
Tudela: Pablo Bermejo y Rufino Buñuel. Tafalla: Antonio Ezkurra. San
Adrián: Antonio Navarro y Antonio Osés. Pamplona: José Zapatero,
Sádaba Uriel, Agustín, Miguel y Serafín Ruiz, Carmen Montoro,
Joaquín Nagore, Antonio y Anastasia Oskoz, Jesús Otermin, Serafín
Paniagua; Pedro, Javier y Manuel Bea; Gregorio Albo, Vicente Ajona y
Agustín Santesteban. Cintruénigo: Antonio Esparza y Francisco
Garbayo. Cárcar: Ceferino Santolaya y Jesús Bravo. Cabanillas:
Proceso Calleja, Simona Aguado y Felisa Aguado. Alsasua: José Arregi,
Jesús Arregi y Lorenzo Arregi. Ablitas: Pablo Antón. Anué: Eduardo
Maestro. Aoiz: Martín Gil. Su historia es muy dura ya que tras
participar en la resistencia interior la policía engañó a su padre
para detenerlo en Oroz Betelu y fusilarlo en Madrid.
SINGULARIDAD
Las Trece Rosas navarras: el papel clave de la mujer del PCE
En otros sectores políticos y lugares el papel de la mujer también
fue muy destacable (UGT, Emakume Abertzale Batza ...), pero las
comunistas fueron muy famosas. Aurora Gómez , pareja de Jesús Monzón
(fue el primer matrimonio civil de Pamplona) provenía de las filas
de Izquierda Republicana. Sus hermanos, Fernando y Ernesto, también
militaban en el PCE. Aurora fue una importante activista con vida
propia al lado de su marido y acabó en el exilio americano. Falleció
dos años después de Jesús Monzón tras el retorno de los años 70.
Josefa y Felisa Úriz nacieron en Navarra, aunque desarrollaron su
carrera política en Cataluña. Militaron en el Partit Comunista de
Catalunya. Protagonizaron importantes avances en la renovación
pedagógica. Junto a su hermana fundaron la Unión de Mujeres
Antifascistas. Elisa, participó en 1934 en el I Congreso Mundial de
Mujeres contra la Guerra acompañando a La Pasionaria . Tras
exiliarse en Francia, se implicaron luego en la resistencia a los
nazis. Tras la II Guerra Mundial se refugiaron en la Alemania del
Este. Por desgracia también fueron protagonistas ante los pelotones
de fusilamiento. Carmen Montero y Anastasia Oscoz fueron asesinadas
en Pamplona mientras que en Cabanillas la represión se cebaba de
modo cruel con Felisa Aguado , de 64 años, y su hija Simona , de 19.
Ambas fueron fusiladas en el término de Valtierra. A Simona la
retuvieron en la cárcel del pueblo donde, según los vecinos, fue
violada repentinamente: "Desde la cárcel daba unos gritos espantosos
('¡no me hagáis más!'), pidiendo auxilio y llamando al párroco que
vivía en frente. Era muy guapa. La mataron para que no reconociera a
quienes la violaron", dijeron. Mención aparte merece la isabarra
Pilar Claver, que tras huir a Cataluña y a Francia se convirtió en
una de las mejores espías de la resistencia antinazi. Murió en 2000
y pidió ser enterrada envuelta en la tricolor.
EL MAQUIS
La guerrilla comunista: primero París, pero Madrid no pudo ser
Un comunista navarro, el mencionado Jesús Monzón, fue el artífice
del último intento serio mediante los métodos clásicos de inquietar
a la España franquista de la posguerra. El Maquis fue un fenómeno
que ser repartió por toda la Península, especialmente en las zonas
montañosas, pero fue en Francia tras la II Guerra Mundial donde se
conformo la llamada Agrupación de Guerrilleros Españoles que tras
luchar contra los nazis y liberar Francia se había convertido en un
auténtico ejército de 10.000 hombres, incluida una brigada vasca del
PNV. Tras la liberación de Francia habían surgido lemas del estilo
Hoy París, mañana Madrid. Pero no pudo ser. En una operación
militarmente cuestionable (la llamada Invasión de Arán) aunque
valiente como el asalto a Diputación del 36, 2.000 guerrilleros
cruzaron los Pirineos pero no logran crear un territorio liberado
dentro de la Península para provocar la intervención de los aliados.
Esto causo el declive político y personal de Jesús Monzón que no
dejó, por otra parte, de intentar una unidad transversal de
demócratas contra Franco llamada Unión Nacional.
CÁRCEL Y CAMPOS DE CONCENTRACIÓN
Del Fuerte de San Cristóbal a Mauthausen y Gusen
La cárcel y también los campos de concentración fueron también el
destino de bastantes comunistas navarros. Fue muy meritoria la lucha
y la evasión del pamplonés Jacinto Otxoa desde el Fuerte de San
Cristóbal mientras que en el campo nazi de Gusen fallecieron un
puñado importante de republicanos navarros, entre ellos, comunistas.
|