Isaac
Frade
La Nueva
España
6 de
Octubre de 2009
Estos últimos
días ha sido noticia por estos lugares el debate abierto
sobre la posibilidad de que el gozoniego Cristino García
tenga un reconocimiento público concretado en el nombre
de una calle en el concejo que le vio nacer.
Este minero de Viodo, nacido en 1913 y con sólo 17 años
afiliado a la Juventud Comunista, participó en la
Revolución de Asturias de 1934; luchó en la Guerra Civil
por la República frente al bando golpista hasta la caída
de Cataluña, en febrero de 1939, y, una vez perdida la
guerra en España, participó en la liberación de Francia
contra los nazis. Tales fueron el valor y la habilidad
de este miembro de la Agrupación de Guerrilleros
Españoles -destacando la victoria de La Madeleine, donde
treinta y cinco hombres vencieron una columna de 1.500
soldados nazis- que en Francia Cristino es reconocido
como héroe nacional. Vencido el fascismo en el resto de
Europa, Cristino continúa este propósito en España.
Regresa con una partida de once guerrilleros y es
apresado y fusilado en 1946.
Lamentablemente, este luchador de la Libertad y la
Democracia con mayúsculas es casi condenado al olvido
durante muchos años. Y cuando ahora algunos tratan de,
por justicia, reparar esto, por ignorancia de algunos y
con absoluta consciencia de otros enemigos de la
democracia real, existen grandes dificultades.
Alguno de estos detractores es autoridad pública, para
más delito. Se atreven a poner al mismo nivel a Cristino
García que a los sublevados del llamado bando nacional.
Es decir, para algunos es igual Cristino García,
defensor de la democracia legítima establecida -la II
República-, combatiente contra el fascismo que amenazaba
al mundo por los años treinta y cuarenta, hasta las
últimas consecuencias, la muerte, que los ejecutores del
golpe de Estado de 1936. Precisamente defienden esas
tesis los mismos a los que se les llena la boca de
democracia pero que en absoluto creen en ella, como
ejemplares herederos del franquismo que son.
Al menos, este increíble pero cierto debate ha sentado
unas bases importantes en Gozón. Mal que les pese a
algunos, afortunadamente, cada vez somos más los que, de
manera individual o colectiva, hemos tomado la decisión
de subsanar esta deuda histórica, la de recuperar no
sólo la memoria de Cristino García, sino la de tantos
que dieron su vida en la lucha por la libertad.
Por estos luchadores asesinados que aún se remueven en
las cunetas y fosas comunes, y por el sufrimiento de sus
familiares, el movimiento por la Recuperación y
Reparación cada vez es más fuerte y hoy es imparable.
Esta sociedad, si es justa, tiene la obligación de no
seguir cerrando en falso su historia. No sólo por la
dignificación imprescindible de estos hombres y mujeres
asesinados por defender la democracia republicana en los
años treinta. Si no por reescribir, ahora de forma
rigurosa y verdadera, la historia y construir un
proyecto democrático real que sólo cabe que sea llamado
III República. Único modelo legítimo que no es heredero
de la dictadura, sino de la democracia ya existente en
1931.
Como digo, esto es un movimiento imparable, harto de
tanta hipocresía y dispuesto a no claudicar hasta
conseguir su legítimo objetivo. Día a día, crece en
número y se extiende por todo el territorio. En Gozón,
uno de nuestro referentes sin ninguna duda es y seguirá
siendo Cristino García.
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Isaac
Frade es miembro de IU de Gozón