Nuria Tendeiro
Parrilla, Valencia
Levante
25 de Enero de
2009
La Guerra Civil española ha fascinado a
muchos autores extranjeros, basta
recordar a artistas e intelectuales como
George Orwell y Hemingway, que pasaron
por esa España que algunos han
catalogado como "el Vietnam de los años
30". El último de esos "autores de
fuera" que ha ayudado a recuperar
testimonios y visiones de incalculable
valor historiográfico es el escritor
británico residente en Valencia Jason
Webster que presentó ayer en la FNAC de
esta ciudad su libro Las heridas
abiertas de la guerra civil. Un viaje
por la España desmemoriada, prologado
por el historiador Paul Preston. El
autor aboga por superar la crispación
que genera este período de la historia
reciente en España, con un discurso
científico de tono moderado que acabe
con el pacto de silencio "innecesario en
una sociedad madura y moderna", para
cicatrizar esas heridas que todavía hoy
permanecen abiertas. |
El autor Jason Webster con su nuevo
libro.
El británico indaga en "Las
heridas abiertas de la guerra civil" los
conflictos todavía no superados
Foto:
jose aleixandre |
Para
Jason Webster todo empezó con la compra de una
masía en el interior de Castellón, en el
Penyagolosa, y con el descubrimiento, gracias al
testimonio de una vecina de la zona, de una fosa
común cerca de la casa: "Yo me quedé asombrado
por esto, era increíble descubrir algo así en un
sitio tan bello", explica con ceño fruncido de
extrañeza. "La guerra civil es un tema poco
comentado por la gente, aunque siempre está ahí.
Todo el mundo tiene un abuelo o tío abuelo que
participó en la guerra, pero nadie quiere
comentarlo mucho. Y por otro lado, todavía
encuentras vestigios y seguidores de la falange.
Entonces yo, que había escrito ya dos libros
sobre España, era como descubrir un lado oscuro
de este país que tenía que investigarse más".
Un recorrido por toda España
Es un recorrido por casi todo el país. Empieza
en Castellón con el descubrimiento de una fosa
común en el Penyagolosa; se convierte en
espectador de un combate de lucha Valetudo en el
interior de un almacén del cinturón
metropolitano de Valencia, donde Webster se
sumerge en un escenario tenebroso de
ultraderechistas. Pasa por Ceuta, Granada y
Extremadura. Recuerda especialmente Granada,
donde conoció al doctor Miguel Botella, el
forense encargado de estudiar e identificar los
supuestos restos de García Lorca cuando éstos
sean desenterrados. Visita lo que fue en su día
un campo de concentración en Castuera, hoy un
descampado desértico, "un sitio muy triste",
apostilla. Pasó por Burgos y Velchite donde
encontró "trocitos de carteles de la época en
las paredes, pintadas sindicales, un lugar
peculiar", asiente.
"He intentado contar historias fascinantes y
verídicas de la guerra, para dar una idea de lo
que pasó y eso lo compagino con mi viaje por la
España contemporánea", explica. "Soy un
enamorado profundo de este país. Es la búsqueda
de un amor perdido por la vivencia de cosas feas
que estaban pasando en 2004, cuando lo empecé,
un año de crispación política y social. Para
amar de verdad hay que conocer del todo. En
realidad el viaje fue una manera de profundizar
mi conocimiento de este país para recuperar ese
amor perdido", declara. "El uso partidista de la
memoria de la guerra civil es una de las heridas
más profundas. Para cicatrizar bien hay que
pasar página, pero recordando uno quién es. Hoy
toca recordar, saber lo que pasó, abrir fosas
para cicatrizar las llagas", afirma.