La Alemania de Hitler, la Argentina de Videla, la España de Franco
Público 14 de febrero de 2008
Los jóvenes escolares de este conjunto borroso llamado España saben más del nazismo que del franquismo y seguramente más de la Segunda Guerra Mundial que de la Guerra Civil española. Al más torpe de los muchachos de nuestras aulas le es conocido el celo criminal con que los nazis buscaban judíos hasta debajo de las piedras para cargarlos en los trenes de Eichmann con destino al Este. O que a los judíos de Alemania les eran confiscados todos sus bienes por el mero hecho de ser judíos.
Es casi seguro igualmente que el más despierto
de esos muchachos no ha oído jamás
contar que en la primera España
franquista la gente del régimen cazaba
republicanos como si fueran conejos, les
quitaban sus bienes y les daban muerte con la
misma absoluta falta de remordimiento y de
piedad con que lo habían hecho poco antes los
miembros de las SS o los ucranianos
comprometidos en el exterminio de los judíos
europeos.
Si a cualquiera de esos chicos les pidieran que
citaran algún país donde a cientos de familias
derrotadas les habían robado a sus hijos para
entregárselos a las familias vencedoras, puede
que alguno de ellos contestara como un resorte:
¡Argentina, Argentina, eso pasó en la dictadura
argentina! Si luego el profesor les explicara
que esas mismas cosas abominables ocurrieron en
su propio país unas cuantas décadas atrás, los
pobres chicos abrirían los ojos como platos y
apenas darían crédito a sus oídos. Pensarían que
su profesor se había vuelto loco.
Pero no hay de qué preocuparse: nadie
desconcertará a nuestros alumnos; nadie les
confundirá diciéndoles que alguna vez España fue
Alemania. O fue Argentina. Los chicos seguirán
volviendo a casa tranquilos, con la certeza de
saber que en el pasado su país habrá cometido
errores, sí, pero gracias a Dios no tiene nada
de qué avergonzarse. No como otros.