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No consiento que se hable mal de Franco en mi

 presencia. Juan  Carlos «El Rey»   


 

 

"Antonio Machado: La Dignidad republicana; el Compromiso"  

 

 

Por Miguel Pastrana (De la Asociación de Escritores y Artistas Españoles)

 

UCR  25 de abril de 2006

 

 

CICLO MENSUAL "ESCRITORES DE LA ESPAÑA LEAL, POETAS DE LA REPÚBLICA" (En el programa “La Hora de la República”, que se emite todos los martes de 19:00 a 20:00 Hrs por Radio Vallekas 107.5 FM)

 

  Día 25 de abril de 2006 (XXXII Aniversario de la Revolución de los Claveles):

 

  

                                                         *   *   *

  

 El siguiente texto es la versión ampliada del que fue emitido el día 25 por Radio Vallekas. No obstante, intenta mantener en lo posible la intención y estructura oral del escrito primero (Nota del autor)

                                                

Si abril es el mes de la República para los pueblos y naciones de España, Antonio Machado es su Poeta por antonomasia y en detrimento de nadie, y uno de nuestros más grandes escritores. Es el "viejo republicano" (en palabras propias) que el 14 de abril de 1931 iza en el balcón del Ayuntamiento de Segovia la bandera de la España joven en el más amplio, noble y atemporal sentido de la palabra: el del Alma y el Corazón de un Pueblo. 

 

                                                                                           (A María Gabriela de Almeida, madre coraje)

 Hay un trozo de tierra española allende... Hay un camino. Son estelas, astros fijos: San Miguel de Colera, Port Bou, Cervere... Hay un trozo de tierra española... Y campos de Castilla, álamos del Duero, las riberas... Son caminos de la tarde; Moncayo y Urbión, las tierras altas y altas praderas numantinas... Hay un camino: Banyuls, Port Vendrés... Tardes de Soria, mística y guerrera. Las soledades y galerías. El otoño tras de los cristales húmedos. Melancolía. El rojo hogar, mientras afuera el Guadarrama es viejo amigo y frío añil.

 

 Más tarde y ya de luto, Baeza, Jaén. Y más tarde y más de luto, Rocafort, Valencia, capital de la República en guerra,.

 

 Donde anuncia marina caracola

 que llega el Ebro...

 

Después, Barcelona.

 

 Hay una tierra... Dura tierra de Alvargonzález, y sangrienta: la columna de la Muerte. General Yagüe. Plaza de toros de Badajoz. Mercenarios. Los Junkers de Hitler. Las fuerzas vivas y el quinto detenido. Un Millón de muertos.

 

 La envidia de la virtud

 hizo a Caín criminal

 

 Otra vez es la noche. La muerte del niño herido. Es el martillo en las sienes bien vendadas. Invisible avión moscardonea. Hay en la pobre alcoba olor de espliego. La madre: ¿Duermes, oh flor de sangre mía? ¡Oh, fría, fría, fría...!

 

 Es la Voz de España de monte a monte y de río a río, mientras la guerra truena y Madrid resiste. ¡Madrid!, qué bien tu nombre suena; tú sonríes con plomo en las entrañas...

 

 Una tierra hay, y días azules de la infancia, y un patio de Sevilla y un huerto claro donde madura el limonero. Un camino: son estelas en la mar: Port Vendrés... Collioure, "Estación  Términi"

 

Una fuente donde llore el agua

y eternamente diga...

 

 Hay una tierra española. Es de todos. Universal. Y tiene su mañana y su poeta; nunca le faltan, palabras, versos, besos y rosas, y flores rojas; y una bandera de España, a ese trozo de tierra; una bandera de la España Leal: la España Republicana. 

                                                                                                               

                                                                  *

 1938: III año de resistencia de los Pueblos de España frente al fascismo internacional, la traición interior, y el sabotaje y el intervencionismo del Gran Capital europeo y norteamericano.

 

 Un Ejército de trabajadores de toda clase se desangra, generoso y heroico, donde marina caracola anuncia que llega el Ebro. Son milicianos, son soldados de la República española, que resisten de forma inaudita, sobrehumana, a fascistas y nazis. A mercenarios. Profesionales de la muerte y el genocidio... Es la misma máquina de matar que después va a adueñarse de Europa en pocos meses y a anegarla en sangre. Tres años lleva resistiéndola el Pueblo español republicano, y 113 días en el Ebro. Sólo la Traición final, desde dentro; la de Casado, Julián Besteiro y Cipriano Mera, el anarquista, va a quebrar esta resistencia heroica y republicana.

 

 Esa Traición... Y la de los Gobiernos llamados democráticos de Europa y Norteamérica...  Millones de sus ciudadanos pagarán con su sangre la cobardía de esos Gobiernos frente al fascismo: la II Guerra Mundial, cuya fase primera de grandes victorias nazis y exterminio y Holocausto la ayuda a la República española podría haber evitado.

 

1938: La República se desangra...

 

 A un hombre mayor y enfermo que sobrevive en un territorio que pasa hambre, penuria, calamidades y necesidad por el criminal bloqueo, a un hombre -un trabajador de la cultura- le ofrecen una invitación para enseñar Lengua española en Inglaterra. A salvo. Cómodo. Otros llamados intelectuales menos comprometidos, con menos que temer de la ya previsible victoria fascista, han aceptado ofertas similares. Pero ese hombre, viejo y enfermo, que es un hombre bueno en el buen sentido de la palabra, dice, responde:

 

 No queda otra elocuencia en España que la del soldado. Resulta triste estar condenado, como yo, a la elocuencia de la pluma. La única moneda con la cual podemos pagar lo que es debido a nuestro pueblo, es la vida

 

 Y ese hombre se queda en la España Leal; en la España republicana, y ese hombre, el intelectual, el ser humano, comparte el destino de su pueblo y junto a su pueblo.                                                              

                                                               

 Es el Luchador que, muy mermadas sus fuerzas físicas (no así las mentales), cercana ya la  muerte, escribirá y hablará, hasta el fin, a favor de la Causa republicana. Hasta el mismo momento de verse obligado a traspasar, a pie y bajo la lluvia, empujado por las armas fascistas, la frontera de los Pirineos... Breve exilio -el mes que aún viviría- del que ya no volverá.

 

 Escribe durante nuestra Guerra de Resistencia inolvidables poemas (El crimen fue en Granada -la mejor elegía a Federico García Lorca jamás escrita-; La muerte del niño herido, uno de los más conmovedores poemas de toda nuestra Guerra; A Líster, jefe en los Ejércitos del Ebro, rotundo soneto de valentía; del todo coherente con su vida y obra anterores...)

 

 También admirables prosas; artículos, apuntes, cartas y discursos de emocionante pulso humano sin rehuir jamás el más firme, acerado compromiso con el Pueblo republicano y combatiente contra los traidores de dentro y fuera de España.

 

 Verbo claro y militante, contundente cuando es preciso, pero que nunca pierde su sobria elegancia y altura intelectual, y no desciende a lo chabacano, el fácil insulto... Lección para el hoy que bien pudiera aprender tanto quintacolumnista de columna de periódico al servicio del Gran Dinero; efectistas de cascabel y cita fácil, cual gatillo, con nombre siempre en negrita. Cínicos, no irónicos, pues es la ironía a veces el único recurso del desposeído frente al todopoderoso, nunca el abuso de éste con aquél.

 

Eso es hipocresía.

 

Una suerte de matonismo pseudo-literario muy de moda que acostumbra a principiar haciendo chanza y deformación, chascarrillo barato, de la primera dignidad que todo ser humano recibe y le es siempre debida: su nombre propio.

 

 Frente a esa ciénaga de malas formas e inconfesables intereses en metálico, se yergue, incólume, la figura del Profesor de energía sin doblez, maestro del biendecir por Sentir Bien, noble y recto.

 

Árbol de rama verdecida, el Poeta junto a su Pueblo; duro tronco y raíces hondas...

 

                                                                  *

  Es el hombre mayor pero siempre despierto: previene a los jóvenes sobre el peligro de la "vejez prematura", en un sentido de vejez del alma, del espíritu; del Ideal, que se abandona en favor de una complacencia por lo común indolente y acomodaticia: acomodo de base material, devenido casi siempre acomodo intelectual atento sólo a los intereses individuales o corporativos; egoístas.

 

Nada que no pueda verse hoy en muchos sitios...

 

Aunque el Poeta tuvise en mente, en aquel momento, a no pocos de sus compañeros de Generación, o casi: Azorín, Pío Baroja, Eugeni D'Ors, Gómez de la Serna, Ortega y Gasset, Gregorio Marañón, Ramón Pérez de Ayala..., antiguos liberales y republicanos casi todos ellos, muy señeros algunos, y pasados luego con armas y bagajes al otro lado: el de la Ignominia.

 

 A la Hora de la Verdad; La Hora de los Valientes.

 

 Cuanto ellos no supieron ser, y el Poeta, sí.

 

Por eso, frente a las almas viejas, chaqueteros de ayer y hoy, contrapone la Juventud intemporal. La Juventud del alma también y del combatiente corazón apasionado, con-latiente corazón que bate junto a otros muchos y se bate por un Ideal:

 

De Verdad y Justicia para todos. De Belleza auténtica, por compartida.

 

 En Valencia, capital de la República en guerra -como lo fueron también Madrid y Barcelona- les dice, subido a una tarima, un 1º de Mayo de 1937, a los Jóvenes Socialistas y Comunistas Unificados:

 

 Adelante, sobre todo, con vuestra faena juvenil: ella es absolutamente intransferible; nadie la hará, si vosotros no la hacéis.

 Uno de los graves pecados de España, tal vez el más grave, acaso el que hoy purgamos con la tragedia de nuestra patria, es el que pudiéramos llamar "gran pecado de las juventudes viejas" (...) Y son esos mismos jóvenes sin juventud los que hoy, ya maduros, mejor diré, ya podridos, levantan en la retaguardia de sus ejércitos mercenarios, los estandartes de la reacción, los mismos que decidieron, fría y cobardemente, vender a su patria y traicionar el porvenir de su pueblo (...) Contra lo que se cree o afecta creerse, también la disciplina es una virtud esencialmente juvenil. Sólo la edad generosa, abierta a todas las posibilidades del porvenir, realiza gustosa el sacrificio de todo lo mezquinamente individual a las férreas normas colectivas que el ideal impone. Sólo los jóvenes verdaderos saben obedecer sin humillación a sus capitanes, velar por el prestigio, sin sombra de adulación, de los hombres que, en los momentos de peligro, manejan el timón de nuestras naves; sólo ellos saben que en tiempos de guerra y de tempestad los capitanes y los pilotos, cuando están en sus puestos, son sagrados.

 Nada temo de la indisciplina juvenil, porque nunca he creído en ella. Mucho temo, mucho he temido siempre de la mansa indisciplina de la vejez...

 

Es la misma voz que no mucho tiempo atrás, en 1936, pero antes de la sublevación de los traidores, había dejado escrito también a la juventud:

 

 Vosotros debéis hacer política, aunque otra cosa os digan los que pretenden hacerla sin vosotros, y, naturalmente, contra vosotros

                                                                                             *

 

  Quien así dijo es un enorme demófilo cuya fe en el pueblo trabajador no tiene fin:

 

 Si vais para poetas, cuidad vuestro folklore, porque la verdadera poesía la hace el pueblo

 

Y por eso, el escritor, en una tarea tan crucial entonces como ahora, y en la que él constituye imprescindible referente, se lanza a la tarea -a la lucha- de "recuperar" palabras, y a su través, nociones, conceptos..., necesarios para la defensa de ese mismo Pueblo trabajador; para la causa de la Izquierda verdadera, transformadora y republicana.

 

Palabras expoliadas por la Derecha, que las monopoliza y tergiversa para sus propios fines antisociales.

 

Pero este poeta es ejemplo vivo y lección de batalla en el campo semántico, igual siempre a lucha en el terreno conceptual: el terreno que no se debe nunca abandonar -tal hacen algunos- dejándolo en manos del adversario...

 

Ejemplo y Lección para "reconquistar" palabras (que es siempre recuperar conceptos) robadas, perdidas...

 

Las mismas que las fuerzas antisociales ensucian, arrastrándolas por el lodo, y el Poeta rescata y devuelve nuevas, útiles, limpias y brillantes -tal se crearon- a su legítimo propietario y hacedor: la ciudadanía organizada. El Pueblo trabajador.

 

Quien así obra, le da instrumentos de Lucha (social, cultural, política) que, en manos de sus adversarios, son usados masiva y letalmente por éstos. Porque -nunca olvidemos- también las palabras pueden ser "armas de destrucción masiva". Como pueden y deben serlo de Construcción.

 

Palabras como Patria o como España, que nuestro poeta usa con frecuencia, pero en un sentido radicalmente opuesto al reaccionario:

 

 No es patria el suelo que se pisa, sino el suelo que se labra

 

Patria no -desde luego- a la manera franquista, usufructo nacional en beneficio de una minoria, casta privilegiada.

 

Patria a la manera social, Socialista, Comunista democrática y republicana. La Patria del trabajo justo de hombres y mujeres dignos, plenos e iguales. Patria del Pueblo; con Fuerzas Armadas y soldados y marineros al servicio exclusivo de su defensa: el Ejército Popular de la República.

 

Patriotismo basado en la primacía de los intereses colectivos reales -los sociales- y muy distinto del gran nacionalismo chauvinista o del pequeño nacionalismo pequeñoburgués.

 

Un Patriotismo que, al cimentarse en el interés de todos, es de todos. Como lo es España: de la ciudadanía; de sus Pueblos y Naciones.

 

Un Patriotismo universalista. Internacionalista, por ser su savia una misma y colectiva: la de la Humanidad; su Bandera.

 

 Por esos, este Patriotismo verdadero sólo resulta defendible y realizable por una Izquierda verdadera. Nunca por quienes venden los intereses ciudadanos al Gran Capital

y a las multinacionales.

 

Defendible sólo por un poeta verdadero; un Poeta del Pueblo:

 

 En España lo mejor es el pueblo. Por eso la heroica y abnegada defensa de Madrid, que ha asombrado al mundo, a mí me conmueve, pero no me sorprende. Siempre ha sido lo mismo. En los trances duros, los señoritos invocan la patria y la venden; el pueblo no la nombra siquiera, pero la compra con su sangre y la salva. En España no hay modo de ser persona bien nacida sin amar al pueblo

 

Así decía un español republicano orgulloso de serlo. Ciudadano digno. Patriota de verdad.

 

 Yo siempre os aconsejaré que procuréis ser mejores de lo que sois; de ningún modo que dejéis de ser españoles. Porque nadie más amante que yo ni más convencido 

                                                                

 Es el Cantor que lirifica musicalmente el pensamiento, y unifica -en unidad acabada, indisoluble- la Realidad con la Palabra, y la Poesía, con la Vida. Poesía desnuda, antirretórica, que mira -con mirar límpido y sentido- hasta el tuétano, y dice -con decir fluido, coloquial, pero siempre emocionado, las verdades de siempre, con el lenguaje de todos.

 

Pero como pocas veces tan hondo.

 

Poesía como diálogo fraternal y solidario del Hombre con su tiempo.

Se habla al ser humano inseparable de su contexto histórico y social. Ello abre la puerta a un decir -a un cantar, a un escribir- comprometido. A la altura de las circustancias y exigencias del momento.

 

Expresión poética y humana que construye y edifica, en Poesía, sólida y solidariamente (España del cincel y de la maza, de la rabia y de la idea) la Esperanza en (y como) la razón del ser humano. En la realidad de cada día. En la calle.

 

Pues en cada Hombre, en cada ser humano, está la Humanidad entera:

 

 El que no habla a un hombre, no habla al hombre, el que no habla al hombre, no habla a nadie

 

Ese hablar al ciudadano concreto y a la vez común es lo esencial. Porque es lo universal y específicamente humano, y es siempre dentro de cada persona como individuo; nunca de las masas...

 

 Nosotros no pretenderíamos educar a las masas (...) Las masas son una invención de la burguesía; una degradación (...) Nos dirigimos al hombre, que es lo único que nos interesa; al hombre en todos los sentidos de la palabra

 

 La Cultura como clave del porvenir; sin esta "Cultura Nueva" y verdadera, ningún cambio, ninguna evolución o revolución, República ninguna, es factible.

Sin una nueva cultura ciudadana, nada es posible; nada hay.

 

 No puede atenderse a la formación de una casta de sabios con olvido de la cultura popular, sin que la alta cultura degenere y palidezca como una planta que se mustia por la raíz (...) El Estado debe sentirse revolucionario, atendiendo a la educación del pueblo, de donde salen los sabios y artistas

 

Tan cierto hoy como ayer.

 

La Revolución del "Hombre Nuevo"; ciudadanos conscientes, plenos, dignos y soberanos. Comprometidos con la Verdad y la Justicia.

 

 Es cierto que se avecinan guerras terribles (...) Nuestra misión es adelantarnos por la inteligencia a devolverle su dignidad de hombre al animal humano

 

La República de Libres e Iguales en comunicación verdadera. En Comunión.

 

 Lo importante es hablar y decir a nuestro vecino lo que sentimos y pensamos (...) Si dais en escritores, sed meros taquígrafos de un pensamiento hablado (...) Lo importante es hablar bien: con viveza, lógica y gracia. Lo demás se os dará por añadidura

 

 Por ello, el tono de este escritor -nuestro conversador- es claro, aparentemente sencillo, emotivo y sugerente a una vez. Siempre sincero.

 

 Sobre la claridad, he de deciros que debe ser vuestra más vehemente aspiración (...) Lo natural suele ser en poesía lo bien dicho, y en general, la solución más elegante al problema de expresión

 

El misterio de la Claridad, la claridad del Misterio...

 

 Y por eso, en este autor, el Pensamiento, en verso o prosa, siendo mucho y luminoso -uno de los más altos del siglo XX en lengua castellana- no ahoga nunca la intuición, la frescura, porque engarza, con sabiduría, en la mejor fuente: la de los Cantares y Decires del pueblo; las mesmas vivas aguas de la vida (Teresa de Jesús).

 

 Meditad preferentemente sobre las frases más vulgares que suelen ser las más ricas de contenido (...) Habéis de ahondar en las frases hechas antes de pretender hacer otras mejores

 

Sin renunciar a solidísimos anclajes filosóficos: los de su obra.

 

 Todo poeta supone una metafísica; acaso cada poema debiera tener la suya -implícita, claro está, nunca explícita-. Y el poeta tiene el deber de exponerla por separado, en conceptos claros. La posibilidad de hacerlo distingue al verdadero poeta del mero señorito que compone versos

 

Metafísica -filosofía- que, bondad y solidaridad a partes iguales, resulta acción, creación, conciencia vigilante siempre alerta que el creador, el artista, debe ejercitar como gimnasia dialéctica siempre revolucionaria, para no desvincularse del ser y del sentir del Pueblo.

 

Es el medio por el cual el poeta, el escritor, se implica, incardinado, con la demás Ciudadanía. Y se compromete en su Defensa más allá de posibles iniciales diferencias de clase, o de personalismos.

 

Conciencia Vigilante que redefine, ensanchándolo, el concepto del compromiso del artista, por trascender las palabras y actos puntuales, y devenir comportamiento, ética, moral, ser y vida toda; entero Compromiso al cual todo se subsume y en el cual todo se consuma para cristalizar en Símbolo. Esto es: en Ejemplo ya imperecedero.

 

Como los del Cristo, Ernesto Guevara, Miguel Hernández, Pier Paolo Pasolini, Lorca...

 

Mariana Pineda...

 

Para todos nosotros. Para la Humanidad. Aquí y hoy. Cada uno a su forma y circustancia.

 

Recordemos una vez más, pero a esta luz ahora, las palabras:

 

 La única moneda con la cual podemos pagar lo que es debido a nuestro pueblo, es la vida

 

 Y como el Pueblo, ente colectivo a través del tiempo y de la historia, es infinitamente más justo de lo que algunos piensan y quieren hacer pensar, corresponde siempre a lo recibido con su mejor especie: la Memoria y la Gratitud.

 

Porque

 

 Sólo la creación apasionada triunfa del olvido

 

 Y apasionados en su quehacer fueron aquellos hombres y mujeres.

 

Y porque, a fin de cuentas, la Conciencia Vigilante de creador para con su Pueblo (el verdadero artífice) es siempre recíproca, dado que

 

 Por encima, y por debajo y a través de la truhanería inagotable de la política internacional burguesa, vigila la conciencia universal de los trabajadores

                                                                   *

  Es el cristiano creyente en la fraternidad del Cristo y absolutamente descreído de la jerarquía eclesiástica y de la tiranía del vínculo de sangre:

 

 "La comunicación cordial, una convergencia de corazones en un mismo objeto de amor. Tal fue la hazaña del Cristo (...) La idea que funda para siempre la fraternidad humana"

 

Es el trabajador del intelecto que, sin ser marxista, resulta, por compromiso con la Justicia Social, socialista real, y comunista "En cuanto supone una manera de convivencia humana basada en el trabajo, en la igualdad de medios concedidos a todos para realizarlo y en la abolición de los privilegios de clase (...) Es la gran experiencia humana a que todos, de algún modo, debemos contribuir"

 

Y encuentra precisamente en un Comunismo de raíz humanista la formulación política más próxima al mensaje de Amor y Hermandad del Cristo evangélico. (Véase su artículo del año 1934 "Sobre una lírica comunista que pudiera venir de Rusia", publicado en el número VI de la Revista de Escritores Revolucionarios "Octubre", que fundaran María Teresa León y Rafael Alberti)

                                                                    *

  Es el miliciano del saber y la cultura que defiende la suprema Dignidad del Hombre, del ser humano:

 

 Existe un hombre del pueblo que es, en España al menos, el hombre elemental y el que está más cerca del hombre universal y eterno

 

 Para este "Hombre Universal" y eterno, hombres y mujeres, hijos del Pueblo, labora, escribe, en tanto

 

 El señoritismo ignora, se complace en ignorar, la insuperable dignidad del hombre. El pueblo, en cambio, la conoce y la afirma; en ella tiene su cimiento más firme la ética popular. “Nadie es más que nadie” reza un adagio. ¡Expresión perfecta de modestia y de orgullo! (...) Porque, por mucho que valga un hombre, nunca tendrá valor más alto que el valor de ser hombre

 

Noble señorío -el del pueblo trabajador- frente al señoritismo de los especuladores de toda laya y sus siervos, también de toda grey.

 

Señorío frente a la Muerte: Porque la muerte es cosa de hombres. Y sólo el hombre -nunca el señorito-, el hombre íntimamente humano, puede mirarla cara a cara

 

 Como los soldados de la República española y su Ejército Popular:

 

 Hay en los rostros de nuestros milicianos, hombres que van a la guerra por convicción moral -nunca como profesionales de ella-, el signo de una profunda y contenida reflexión sobre la muerte (...) Todos parecen capitanes, tanto es el noble señorío de sus rostros

 

Defensores de la Luz y la Razón. De la Verdad y la Justicia para todos.

 

Defensores de la República. 

                                                         

 Es, finalmente, y de principio, el hombre bueno que, ya anciano, evacuado por el Gobierno legítimo en plena batalla, protesta:

 

 Yo me voy a la fuerza de Madrid. Mi gusto hubiera sido morir en Madrid luchando al lado del pueblo que tanto amo. Toda mi vida ha sido una vida digna y, repito, que mi gusto hubiera sido morir dignamente a vuestro lado

 

Lo consiguió de sobra.

 

El poeta que escribió al jefe del V Cuerpo del Ejército del Ebro: Si mi pluma valiera tu pistola de capitán…

 

 Valió eso y más: fue ese poeta un Combatiente de los mejores. Por eso, los soldados del ejército del pueblo; del Ejército Popular de la República española, le rindieron honores en Collioure y cubrieron su féretro con la bandera tricolor; la enseña de la España Leal. La misma que él había izado un 14 de abril de 1931 en el Ayuntamiento de Segovia...

 

 En tiempos -estos- de boca chica para Verdades grandes, poderoso Ejemplo el suyo, Dignidad y Compromiso, que ya nunca nada, ni nadie, podrá arrebatarnos jamás.

 

Don Antonio Machado Ruiz:

 

                                   A LÍSTER, JEFE EN LOS EJÉRCITOS DEL EBRO

 

 Tu carta -oh noble corazón en vela,

español indomable, puño fuerte-,

tu carta, heroico Líster, me consuela,

de esta, que pesa en mí, carne de muerte.

 

 Fragores en tu carta me han llegado

de lucha santa sobre el campo ibero;

también mi corazón ha despertado

entre olores de pólvora y romero.

 

 Donde anuncia marina caracola

que llega el Ebro, y en la peña fría

donde brota esa rúbrica española,

 

 de monte a mar, esta palabra mía:

"Si mi pluma valiera tu pistola

de capitán, contento moriría".

 

 

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