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No consiento que se hable mal de Franco en mi

 presencia. Juan  Carlos «El Rey»   


 

Moncho. Adiós al último jefe guerrillero

Javier Rivera

El Progreso (A Mariña)   22 de Enero de 2010

       El último jefe de la Cuarta Agrupación de Guerrilleros de Galicia, el mariñano Francisco Rey Balbís, alias Moncho, falleció este mes en La Habana, con 92 años. Este militante comunista, nacido en San Cibrao, aceptó la petición del PCE de abandonar la lucha armada en 1951 para emigrar a Francia y asentarse después en Cuba.

       Los familiares que le quedan en San Cibrao y Xove no le conocieron, pero alguno, como el xovense Antonio Rey, recuerda que su padre hablaba de este "parente escapado", hijo de un primo, y de su carácter "revolucionario". Se enteraron por El Progreso de la muerte de Moncho en La Habana el día 9, anunciada por el diario oficial 'Granma', y se sorprendieron de su repercusión mediática. Y es que Francisco Rey Balbís, nacido en marzo de 1917, fue el último símbolo de la resistencia antifranquista en Galicia y sobrevivió para contarlo.

       Era hijo de Benigno Rey Infante, un patrón de barco de ideas progresistas, y de María Balbís Franco. A los 9 años dejó su pueblo natal para vivir en Gandarío, Sada, "onde quedaron viviendo dúas irmáns", dice Antonio Rey. La gente le conocía como O Moreno de Gandarío, aunque cuando se incorporó a la guerrilla utilizó el sobrenombre de Moncho, en recuerdo de un hermano que falleció de niño. En San Cibrao residían dos primas suyas, Jesusa y Lola, ya fallecidas, que tenían otra hermana casada en Viveiro. Su único pariente lejano en su localidad natal es Jaime Rey Insua, hijo de la primera.

     Aprendiz de herrero en su adolescencia, Rey Balbís fue primero anarquista que comunista. Militó en las Juventudes Libertarias y en la Federación Anarquista Ibérica. El 18 de julio de 1936 se subió a un camión que iba para A Coruña con el objetivo de pedir armas para defender la República, pero no se las dieron. Al volver se escondió en el monte hasta que le citaron para el servicio militar y se incorporó al Ejército nacional, "con la idea de pasarme a la zona republicana", dijo en una entrevista a la revista 'Propuesta Comunista', del Partido Comunista de los Pueblos de España, en el que militaba y al que representaba en Cuba.

      Terminada la guerra se entregó en el cuartel de Infantería de Marina de Ferrol ante la imposibilidad de huir del país. Le enviaron a prisión y en 1940 fue condenado a muerte, aunque le conmutaron la pena por la de 30 años de prisión. "Pasé mucha hambre, como todos, en la cárcel y la tortura psicológica de las sacas". Este último término se usaba para definir la selección de presos para ser paseados o fusilados al amanecer.

       Fue entre rejas cuando se empapó de comunismo y en 1941 ingresó en el PCE influido por Xesús Guzmán Carreiras. Cuatro años después salió del presidio y trabajó de vendedor de seguros y viajante, mientras se dedicaba a su actividad clandestina. En esa etapa adoptó el nombre de guerra de Moncho.

        Coincidiendo con la llegada de José Gómez Gayoso y Antonio Seoane para organizar el Partido Comunista en Galicia Rey Balbís colaboró en la organización de varios destacamentos guerrilleros, entre ellos el Enrique Líster, que operaba en Bergondo y San Pedro de Nós. Otro batallón, de nombre Santiago Álvarez, actuaba en Betanzos, Miño y Abegondo. Estas partidas y las del norte de Lugo formaron la Cuarta Agrupación Guerrillera, dirigida por Marcelino Rodríguez Fernández, Marrofer, un comunista asturiano que dio clases particulares en Celeiro antes de echarse al monte. Marrofere lideró desde 1941 a los escapados de A Mariña y Ortegal, aglutinados en el Grupo de Neira.

         Tras la muerte de Marrofer en Betanzos y la posterior caída de su sucesor, Manuel Ponte Pedreira, en abril de 1947, Moncho se convirtió en el líder de esos combatientes irredentos hasta 1951. El PC decidió ese año dejar la guerrilla y apostar por la infiltración de militantes en el sindicato vertical. Sólo algunos cuadros relevantes, como Francisco Rey, aceptaron la proposición de abandonar España y resguardarse en Francia. Otros prefirieron seguir su vida de huidos y encararon su trágico final. Con su esposa, Marita Gallego Abeledo, pasó a Francia por los Pirineos, "por lugares que no usaban ni las cabras". Allí compartió actividad con Julián Grimau, fallecido cuando lo tiraron por una ventana de la Dirección General de Seguridad de Madrid en 1962. 

En Cuba

  • Profesor de francés y mando revolucionario. Tras el fallecimiento su esposa y ante el riesgo de ser deportado de Francia a España, Rey Balbís marchó en 1964 a Cuba con su hija Lina, que entonces tenía ocho años. Allí se casó con Isabel Álvarez, una 'niña de la guerra' enviada a la URSS, de origen asturiano. En el país caribeño se incorporó de inmediato a los Comités de Defensa de la Revolución y mandó una escuadra de las Milicias Nacionales Revolucionarias.

  • Docente. Francisco Rey Balbís dio clases de Francés en la sede formadora de maestros 'Antón Makarenko'. De ahí viene el título de 'Moncho, profesor de francés' que le da el reconocido escritor Xosé Neira Vilas al relato que le dedica a su vida en el libro 'Guerrilleiros'.

 

 

 

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