LA LABOR POLÍTICA DE LOS REPUBLICANOS EN LA ZUMÁRRAGA DE LA SEGUNDA REPÚBLICA.

De los 10 concejales elegidos en las elecciones de 12 de Abril de 1931, 6 pertenecían al PNV, 3 eran de inspiración republicana y 1 era de ANV.

Dentro del nuevo régimen instaurado el 14 de Abril, los republicanos constituían, si no la fuerza más importante de las que competían por el poder, sí la fuerza que con mayor rapidez se adaptó y supo entrar en la nueva situación política republicana, pues aunque el PNV logró la mayoría absoluta en las elecciones, no tenía una plasmación concreta a modo de infraestructura, pues carecía de dirigentes reconocidos por el partido en Zumárraga, el batzoki no lo inauguraron hasta bien entrado el año 1933, etc. Los republicanos, en cambio, en días anteriores y posteriores al advenimiento de la República, se reunían en su sede de la calle Legazpi, y ya el 21 de Junio de 1931 inauguraron el "Centro de la Agrupación Republicana de Zumárraga y Villarreal" . A este efecto, pidieron a "Unión Republicana de Guipuzcoa" que mandase venir a los cuatro candidatos -entre ellos Telesforo Monzón e Indalecio Prieto- de esa formación a Cortes para hacer uso de la palabra a fin de hacer propaganda electoral por el Bloque formado por la Coalición Republicano-Socialista-ANV.

Como primera medida a adoptar por los republicanos tras el 14 de Abril, se intentó, por medio del "Comité Republicano de Zumárraga y Villarreal" establecido el 20 de Noviembre de 1930, la incautación de los Ayuntamientos de Zumárraga y Urretxu, lo cual no se llevó a efecto por el cambio de criterio de un concejal republicano. A propósito de esta acción frustrada desde el propio campo republicano, algunos correligionarios propusieron en la Junta Directiva celebrada el 18 de Abril que dimitiera dicha Junta, no resultando respaldada esa decisión por la mayoría.

Dentro de esta temática, y ya formada la "Agrupación" con su propio reglamento, se decidió no admitir a las personas que habían pertenecido a "Unión Patriótica" o que públicamente hubieran colaborado con la dictadura de Primo de Rivera, y ante discrepancias a la hora de la organización interna, se planteó el tema de si podían votar en asuntos referentes a una de las dos villas los afiliados a la Agrupación Republicana en cada uno de los dos municipios y se pidió, para el caso de que se votara en contra de dicha posibilidad, que en asuntos de uno de las dos villas no pudieran votar los miembros pertenecientes a la otra población. La mayoría de la Asamblea se definió el 26 de Mayo de 1932 votando negativamente a las dos propuestas planteadas.

Desde un punto de vista político, en cuanto a la definición de la "Agrupación Republicana", en Agosto de 1931 los concejales republicanos se significaron como federales, y aunque en la Junta General Ordinaria de 8 de Agosto de 1931 se les intentó modificar su actitud por entender que representaban al total de la Agrupación, en la cual estaban representados distintos partidos, triunfó la tesis de que se trataba de posturas individuales y no de la propia Agrupación, en la que, en cualquier caso, tenían cabida las diferentes tendencias republicanas.

Los concejales republicanos ejercieron una tenaz oposición a todo lo que fuera apoyo a las instituciones clericales por parte del Ayuntamiento, sobre todo en materia económica. Así, el día 11 de Marzo de 1932, en la aprobación de los presupuestos municipales, se propuso dedicar una partida de "imprevistos" a una subvención a un colegio religioso. Por parte de los republicanos se trató de impedir a toda costa que se concediese dicha subvención con remisión de cartas en contra de dicha propuesta al Gobernador, al Ministro de Inspección Pública, etc. Meses más tarde, un concejal republicano denunció la publicación en los periódicos de la noticia de haber aprobado el municipio una subvención de 1.500 ptas. para el Patronato de Escuelas Legazpi, colegio regido por los "Hermanos de La Salle", bajo el calificativo de ser una escuela dedicada a "artes y oficios". Tras cambiar impresiones, se decidió poner una denuncia amplia e informativa sobre este asunto ante el Tribunal Económico Administrativo Municipal para que al pasar el presupuesto del Ayuntamiento a su estudio, dicha subvención fuese retirada.

Posteriormente, la mayoría nacionalista del Ayuntamiento sometió a debate la concesión de una nueva subvención a las Escuelas Legazpi so pretexto de compra de maquinaria para dicha escuela. Nuevamente los republicanos se opusieron a dicha subvención. El Inspector de Primera Enseñanza les indicó que habían de protestar ante el Presidente de la Diputación por estimar que se vulneraba lo establecido en la Constitución. En Marzo de 1934 se adoptó el acuerdo de protestar ante el Gobernador el fallo del Tribunal Económico Administrativo Municipal concediendo subvenciones a las Escuelas Legazpi. En Julio de 1934 se interpuso recurso ante el Tribunal de Garantías Constitucionales para impedir dicha subvención, no prosperando el mismo por estarse tramitando otro recurso ante el Tribunal Supremo.

Otro tema de permanente discordia entre la mayoría nacionalista y la minoría republicana fue el tema de la bandera vasca, pues los republicanos no veían con buenos ojos la compra por parte del Ayuntamiento de una bandera nacionalista y éstos, por su parte, aducían que era la bandera del País Vasco, no la propia del partido. Los republicanos se opusieron y protestaron ante el Gobernador y ante el Ministerio de la Gobernación, pero los nacionalistas acabaron comprándola con fondos municipales.

Los republicanos tampoco fueron partidarios de poner "la bandera vasca Jel" (Jaungoikoa eta lege zaharra) junto a la "bandera española" en festividades. Recurrieron ante el Gobernador en diversas ocasiones.

En cuanto a la consecución de un Estatuto de Autonomía, ya en Junio de 1932 los republicanos actuaron conjuntamente con los demás partidos de la localidad que eran partidarios del Estatuto, colaborando en la formación de una comisión proestatuto encargada de la propaganda del mismo. Posteriormente, en Mayo de 1933, cambiaron de opinión respecto al Estatuto que se pensaba aprobar por aquellas fechas. Desde la Agrupación de Zumarraga se envió un mandato a la Federación de Asociaciones Republicanas de Gipuzkoa de no conformidad con ningún tipo de Estatuto, pues opinaba que su aprobación beneficiaba solamente al elemento reaccionario, que era el que en dicho mes de mayo de 1933 lo apoyaba.

En Octubre de 1933, la Agrupación de Zumárraga-Villarreal dejó a sus afiliados en completa libertad para la votación del Estatuto. No obstante, tras esta decisión, la Agrupación comunicó a la Federación de Asociaciones Republicanas de Guipúzcoa que no acataría el resultado que se adoptase por la mayoría de la Federación si no era el mismo sustentado por la Agrupación.

Por el contrario, un tema que unió a todos los representantes de los partidos democráticos fue el de la defensa del concierto económico. Examinando la actuación efectuada por Izquierda Republicana en dicho tema, vemos que el 11 de Agosto de 1934 se le pidió a la Junta Municipal de dicho partido en Zumárraga que votase por los cuatro concejales del distrito de Tolosa propuestos por la Comisión Defensora del Concierto Económico, que estaba compuesta por: once representantes del PNV, cuatro de Izquierda Republicana, tres del PSOE, uno de ANV y uno de Ezquerra Vasca Federal. Estamos ante el comienzo de una dura pugna con las autoridades representantes del poder central por la defensa de la autonomía local. Prueba de ello fue que, al día siguiente, los concejales de Zumárraga tuvieron que reunirse en casa del Alcalde de Zumárraga, del PNV, y que había sido destituido de su cargo, puesto que la Casa Consistorial se hallaba ocupada por la Guardia Civil. Los concejales reunidos solicitaron la reposición en el cargo del Alcalde. Días después se recibió una orden de Izquierda Republicana de la provincia indicando a su "delegación" de Zumárraga y Urretxu que los concejales de los partidos preautonomistas reconociesen a los Alcaldes destituidos como Alcaldes a todos los efectos. Todos los concejales republicanos, salvo uno que días después -el 18 de Agosto- fue objeto de una cobarde agresión por nacionalistas, acataron la orden recibida. Izquierda Republicana no se solidarizó con el díscolo concejal y le presionó hasta que consiguió que presentase la dimisión de su cargo. Pocos días después, en solidaridad con el Alcalde destituido y con lo ocurrido en el resto de Ayuntamientos vascos, todos los concejales del Ayuntamiento de Zumárraga presentaron su dimisión, dando lugar a unos días de confusión en el municipio a los que puso fin el Comandante Militar de la Plaza el 24 de Octubre al constituir un nuevo Ayuntamiento, entre cuyos componentes habría dos republicanos, uno de ellos el anterior concejal Iriondo, y cuyo Alcalde habló de un pasado movimiento soviético que tanta ruina y sangre había traído a nuestra patria. Ante tales hechos, Izquierda Republicana tomó la decisión de expulsar del partido a Iriondo y solicitar del otro concejal la baja. La situación creada perduró hasta el 23 de Febrero de 1936, fecha en la que el Alcalde electo envió un telegrama al Presidente del Consejo de Ministros agradeciendo la reposición de los Ayuntamientos populares, insistiendo en que las Diputaciones fuesen formadas por elementos populares y solicitando se concediese rápidamente el Estatuto Vasco.

Pasando a examinar las relaciones de Izquierda Republicana de Zumárraga y Urretxu con el Frente Popular, vemos en primer lugar la pugna existente dentro de su Junta Municipal de Zumárraga entre si aceptar para Gipuzkoa que en la candidatura del Frente Popular fuesen dos candidatos de Izquierda Republicana y ninguno de ANV o que fuesen uno por cada formación política. Si inicialmente Izquierda Republicana fue partidaria de que esta disputa se solucionase en la Asamblea a celebrar en Tolosa, pocos días después exigió que los dos candidatos fuesen de su formación política. De todos modos, en las elecciones salieron elegidos los presentados por Izquierda Republicana y no los de ANV.

A la hora de enjuiciar su labor política, hemos que tener en cuenta que los republicanos siempre fueron oposición en el Ayuntamiento de Zumárraga. A partir de aquí podemos ver las dificultades de una fuerza que no fue nacionalista en sí en una población donde los nacionalistas tuvieron mayoría absoluta, haciendo una oposición constructiva en un Ayuntamiento democrático en el que nunca, por ejemplo, tuvieron representación los carlistas.

Es evidente, por otra parte, que tuvieron que luchar también contra los postulados del PNV, un partido que no fue en verdad nunca "muy republicano", y que se adaptó a las circunstancias de las nuevas reglas políticas conferidas desde Madrid, no dejando nunca de lado sus posturas en temas como el logro del Estatuto de Autonomía, su catolicismo, etc. Por todo ello, los concejales republicanos tuvieron el sentimiento de que la labor que desempeñaron no sirvió para mucho, caso de la subvención a un colegio religioso, caso de la bandera nacionalista, al mismo tiempo bandera vasca, por lo que no fue extraño que en Julio de 1932 los concejales republicanos manifestasen en la Asamblea de su partido el deseo de retirarse del Ayuntamiento, toda vez que se les hacía por parte de la mayoría nacionalista una labor de destrucción sistemática, o que llegasen a denunciar ante la misma Asamblea calumnias vertidas por el Alcalde hacia alguno de ellos, aunque posteriormente el referido Alcalde retirara sus acusaciones.

De todas formas, los republicanos ayudaron con su labor a consolidar un "imperio de la ley democrática y popular" al aliarse, codo con codo, con los nacionalistas con ocasión del conflicto denominado de los "Ayuntamiento Vascos" en el verano de 1934.

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