Van provocando
Lucía Etxebarria
ADN
6 de Octubre de 2009
Me eduqué como católica. Aún me considero
creyente e, incluso, profundamente
cristiana. Pero si yo, y muchos como yo,
hemos abandonado la Iglesia, puede que sea
porque sus estructuras y su tenebroso
horizonte de culpa, represión, intolerancia,
y subordinación de la mujer -ausente de las
estructuras de poder eclesiástico-, nos
resulten, como poco, disuasorios. Por eso en
su día no quise confirmarme.
Como se supone que, desde Kant, en Occidente
establecemos la diferencia entre derecho y
moral, me resulta cada vez más urgente el
fin de la financiación de la Iglesia
Católica a costa de los Presupuestos
Generales del Estado. Al igual que el resto
de organizaciones religiosas, debería
financiarse por sí misma.
Me reafirman en mi opinión afirmaciones como
las de Silvano Tomasi, observador permanente
del Vaticano ante la ONU, sobre que en su
Iglesia "no se debería hablar de pedofilia
sino de homosexuales atraídos por
adolescentes… Efebófilos que tienen
relaciones con varones de los 11 años a los
17".Tomasi dice que no son "pedófilos" sino
"homosexuales", los curas que acosan y/o
violan niños... Bastantes años les ha
costadoa muchos aprender a diferenciar los
dos términos como para que ahora la Iglesia
los confunda otra vez. Intencionadamente.
Pero además ¿abusar de un niño de 11, 12,
13, 14 años no es ser pedófilo? ¿Desde
cuándo? Solo le faltó soltar al ¿señor?
Tomasi que son los menores los que provocan,
como dijo el obispo de Tenerife hace dos
años. Me provoca él a mí. Asco.