Correo

Alameda, 5. 2º Izda. Madrid   28014 Teléfono:  91 420 13 88 Fax: 91 420 20 04     

 

No consiento que se hable mal de Franco en mi

 presencia. Juan  Carlos «El Rey»   


 

¡Tus derechos me ofenden!

 

Víctor Casco

Digo Vivir / Tercera Información  18 de Diciembre de 2009

 

       Los catolibanes españoles celebran mani-misa este mes, dicen, “en defensa de la familia”. Sus argumentos están claros: las leyes que se vienen aprobando en España van “contra el modelo familiar católico” y sus adeptos “se sienten amenazados por todas partes”.

       Podría uno pensar que el gobierno de España ha puesto en marcha iniciativas para prohibir los enlaces religiosos o impedir que los cristianos puedan tener niños. Si se sienten atacados debería ser porque algunos grupos les impiden vivir conforme a sus dogmas y supersticiones. Pero un análisis más detallado de lo que ellos entienden por “legislación lesiva” nos sitúa ante la verdadera dimensión de su concepción política: lo que les molesta es el matrimonio homosexual, o la ley del aborto, o la ley del divorcio, es decir, les molesta que otras personas tengan derechos. ¡Tus derechos me ofenden! podríamos decir.

        A nadie se le impide poder casarse con otra pareja católica por el rito católico y tener hijos a los que puedan adoctrinar y amenazar con el infierno, pero ellos quieren impedir que dos personas del mismo sexo se casen por lo civil y puedan tener derechos. A nadie se le obliga a separarse de su media naranja (¡perdonen la cursilería, es la época!) pero ellos quisieran poder obligar a dos personas que no se aman, incluso que pueden llegar a odiarse, a convivir sufriendo. Sus derechos están protegidos. Pero ellos quieren arrebatárselos al resto de los españoles, a los que no piensan como ellos, a los que no comulgan con las hostias de los curas… ¡Pretenden que seamos todos “familia católica” porque sí, porque son  integristas, porque no conciben ni una sociedad plural ni un Estado laico.

       Es por eso por lo que los kikos y la clericalla se moviliza: no porque “su concepto de la familia” esté en peligro, sino porque “su concepto de la familia” no es obligatorio para todos.

      Y a decir verdad en ésto no hay nada nuevo bajo el sol. Aquí tienen una pequeña relación de lo que desde el siglo XIX viene condenado la Iglesia:

- La libertad de cultos.

- La libertad de expresión.

- La libertad de cátedra.

- El darwinismo.

- El liberalismo. El socialismo. El comunismo. El anarquismo.

- La democracia.

- La libertad de conciencia.

- El feminismo. Los derechos de gays y lesbianas.

- La escuela laica y pública.

- La libertad de enseñanza.

- La supresión de la obligatoriedad de la enseñanza religiosa.

- La creación de registros civiles para recién nacidos.

- El matrimonio civil. 

- El divorcio.

- La investigación con células madres. La investigación genética.

- Los métodos anticonceptivos. La enseñanza de la sexualidad.

       Si la sociedad no hubiera dado de lado a las posiciones de los papas del siglo XIX y del XX, con sus anatemas contra la libertad de expresión, o el sistema de partidos políticos, o la libertad de conciencia… aún seguiríamos en el pasado. Y es tal vez eso lo que añoran.


 

 

 

  Página de inicio