Con 400.000 ciudadanos de
origen musulmán repartidos
en los veintitrés cantones
helvéticos, de los que sólo
cerca del 10% se declaran
practicantes de su religión,
Suiza era considerada hasta
ahora un buen ejemplo de
pacífica convivencia entre
culturas y confesiones
religiosas diversas. En el
conjunto de su territorio,
con un claro predominio de
las distintas confesiones
cristianas, existen en la
actualidad 180 mezquitas y
sólo en cuatro de ellas se
había erigido el
correspondiente minarete,
tan simbólico para los
musulmanes como puede ser el
campanario para los
cristianos.
La iniciativa de la ultraderechista UDC,
una formación política con
un crecimiento electoral muy
significativo en los últimos
años y que centra casi todos
sus mensajes
propagandísticos en un
populismo xenófobo de
inequívocos tintes racistas,
ha sido derrotada en algunos
importantes cantones de la
Confederación Helvética,
como los de Ginebra,
Basilea, Neuchatel o Vaud,
pero finalmente ha logrado
hacerse con el inesperado y
sorprendente triunfo en el
conjunto del país, no sólo
en contra de las previsiones
de todos los sondeos y de
las opiniones de los
principales medios de
comunicación sino también
contra lo defendido por las
grandes formaciones
políticas históricas, ya que
tanto democristianos como
socialdemócratas, liberales
y socialistas eran
claramente contrarios a la
propuesta vencedora en el
referéndum.
Ahora se abre en Suiza un importante
debate, puesto que el
Gobierno confederal opina
que para aplicar lo aprobado
en referéndum será preciso
proceder de inmediato a la
modificación de la
Constitución helvética, que
no parece admitir
prohibiciones como la ahora
aprobada en referéndum.
Por vez primera en Europa ha sido aprobada una
medida claramente basada en
unos principios no sólo
xenófobos sino claramente
islamofóbicos, que entran en
abierta contradicción con
los criterios de defensa de
los Derechos Humanos. El
nido de la serpiente anida
ahora en Suiza, a modo de
advertencia para el conjunto
de una Europa que conoce ya
sobradamente qué acaba
sucediendo cuando, en
tiempos de crisis, el
populismo xenófobo llama a
arrebato contra el
diferente.
Jordi García-Soler
es periodista y analista
político