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Nido de ratas

Eduardo Sande Padilla   

Canarias 24 horas 21 de mayo de 2009

En el seno de la ultracatólica Irlanda, treinta y cinco mil niños han sido víctimas de abusos y depravaciones sexuales por curas y sacerdotes -violaciones incluidas- al amparo y el auxilio de la iglesia, de su moral enferma y de su proterva, infecta y trastornada comunidad de pedófilos predilectos y protegidos.

 
Miran desde sus púlpitos con la superioridad autoimpuesta de quien, a sabiendas, han inventado una gran farsa de moralidad, pecado, conciencia, virtud o culpa, basados en el mejor precepto de cualquier organización mafiosa: el miedo.

Terror a la condena eterna, impiedad flagelada a base de generalizar conceptos tan mezquinos como la fe. Ese dogma totalitario de quien no puede ser interpelado, ni criticado, ni siquiera puesto en duda. Es palabra de Dios. Como si Dios les hubiera hablado alguna vez: mentirosos.

Han conformado una secta de ideas burdas, alimentada con el analfabetismo cultural, la miseria humana y el dolor, la tortura, el calvario... como parte fundamental de toda su doctrina.

Enseñaron durante siglos que el hombre necesita redimirse, humillándose ante ellos, porque son los elegidos. Ampararon a dictadores, absolutistas y a criminales. Quemaron, torturaron, esquilmaron, en nombre de su Dios, a todo aquel que fuera capaz  de evidenciar su gran farsa. Impusieron a base de sangre y amenazas su visión retorcida y malintencionada del hombre y de su propia existencia. Emanada, incluso, de un pecado original. Como no.

Y no basta esa historia llena de bochornosa actitud mezquina, infame e ignominiosa. Hoy, gobernados por un ex miembro de las Juventudes Hitlerianas, hacen apología de la enfermedad, negando el uso del preservativo en el corazón mismo de la indigencia humana. Estafadores.

"Cuando se presentaban evidencias de abusos sexuales, la respuesta de las autoridades religiosas era transferir al infractor a otro lugar donde, en muchos casos, estaba libre para cometer abusos nuevamente".

¿Qué clase de Dios les tutela a ellos? 

¿Qué retorcida moral les gobierna?

A nadie puede escandalizar peguntarse si el celibato, la rígida disciplina, el anacrónico sistema, la in dubitativa y poco controlada enseñanza en los seminarios;  convierte a una parte de los curas en reprimidos sexuales, en pedófilos en ciernes, en individuos atormentados, patógenos morales, misóginos, pederastas incubados, latentes y peligrosos.

Y a toda la iglesia Católica Apostólica y Romana en un auténtico, nido de ratas.

-Dirán que mis palabras exageran-  "Ningún abusador será acusado como resultado del informe". ¿Justicia divina?

 

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