Una escuela que no
garantiza la armonía entre la igualdad y la diferencia no puede ser
financiada con dinero público. Si un centro selecciona a su alumnado
por su extracción social o por sus recursos económicos está actuando
de forma discriminatoria. Sólo a través de una escuela plural se
puede educar en el respeto a los iguales y a los diferentes.
En un país donde se fundó la Institución Libre de Enseñanza que bajo
la dirección de Francisco Giner de los Ríos alcanzó notoriedad
internacional, no podemos olvidarnos de los logros alcanzados en el
pasado, ni de los avances educativos conseguidos.
No estaría de más echar la vista atrás y recuperar el espíritu de
aquellos que creían posible otra forma de enseñanza y fueron capaces
de plasmar una nueva realidad educativa.
Las Misiones Pedagógicas fueron una experiencia cultural e
innovadora sin parangón en la Europa del siglo XX , su director
intelectual fue Manuel Bartolomé Cossío quien llevó a cabo una de
las iniciativas del proyecto republicano que consideraba indisoluble
la unión entre cultura y justicia social, se mantuvieron durante un
tiempo breve durante el cual se mejoró de forma considerable el
nivel de educación y el acceso a la cultura de la población
española.
En la creación de las misiones no se puede olvidar la figura de
Giner de los Ríos ya que el influjo de su Escuela Nueva, de
orientación socialista, fue muy importante en su fundación y
desarrollo, así como el papel determinante de la ILE (Institución
Libre de Enseñanza) cuyos ideales se plasmaron en aquel proyecto
educativo. Hasta aquel momento la pedagogía había estado bajo la
tutela de la Iglesia
El 14 de abril de 1931 se proclamó la II República y el 29 de mayo
del mismo año se creó el Patronato de Misiones Pedagógicas que
dependía directamente del Ministerio de Instrucción Pública y Bellas
Artes, la dirección corría a cargo del Comitè Central con sede en el
Museo Pedagógico, un centro de investigación que funcionaba desde el
año 1884; este museo estaba estrechamente relacionado con la ILE
(Institución Libre de Enseñanza) y se erigió en la columna sobre la
que se sostuvo un gran proceso de renovación de la enseñanza. Su fin
era “difundir la cultura general, la moderna orientación docente en
lugares rurales, villas y aldeas".
En aquel momento el porcentaje de analfabetos en España era del
44´3%, con mayor incidencia en la
En aquel momento el
porcentaje de analfabetos en España era del 44´3%, con mayor
incidencia en la población rural, el objetivo era poner fin al
analfabetismo y al aislamiento de la población rural.
población rural, el objetivo era poner fin al analfabetismo y al
aislamiento de la población rural.
En el Decreto de la creación de las Misiones se dice que «se trata
de llevar a las gentes, con preferencia a los que habitan en las
localidades rurales, el aliento del progreso y los medios de
participar en él, en sus estímulos morales y en los ejemplos de
avance universal, de modo que los pueblos todos de España, aun los
apartados, participen en las ventajas y goces nobles reservados hoy
a los centros urbanos».
Fueron muchos los intelectuales comprometidos con aquel innovador
proyecto educativo y a muchos de ellos la guerra civil les
sorprendió trabajando con las misiones:
Rafael Dieste, Maruja Mallo, María Zambrano, Ramón Gaya, Luis
Cernuda, Antonio Machado, Pedro Salinas, Federico García Lorca y La
Barraca... y tantos hombres y mujeres anónimos que aportaron su
trabajo y su dedicación al proyecto.
Sus colaboradores, entre los que había maestros, intelectuales,
artistas, visitaban escuelas para poder realizar orientaciones
pedagógicas con celebraciones posteriores de cursillos para los
maestros; se potenciaba la cultura ciudadana con reuniones; se
acercaba a los pueblos todo las opciones culturales a las que tenían
acceso los habitantes de las ciudades.
Por primera vez se habló de cultura como bien común al que todos los
ciudadanos tenían derecho.
Si una localidad solicitaba el envío de su misión tenía que
presentar un estudio detallado de las características de la zona que
pudiesen tener interés para su organización. Fue en la localidad
segoviana de Ayllón, entre el 17 y el 23 de diciembre de 1931, donde
tuvo lugar la primera actuación de las Misiones Pedagógicas.
El equipo que llevaba a cabo las misiones estaba varios días en la
localidad solicitante a la que se desplazaba con proyectores,
gramófonos, escenarios de fácil montaje, libros y discos. Las
actividades encaminadas a fomentar la cultura general eran muy
diversas, proyectaban películas; representaban teatro, musicales;
daban conferencias que daban pie a coloquios con los participantes.
Se educaba a los ciudadanos en los hábitos democráticos y
constitucionales, se les educaba en derechos y en deberes.
Parte de las actividades se dirigían hacia la orientación pedagógica
de los maestros rurales a los que se les entregaban libros para que
pudiesen iniciar una biblioteca que aunque se emplazaba en la
escuela era de acceso abierto para todos los habitantes del lugar.
La dictadura intentó borrar su recuerdo pero sólo consiguió
difuminarlo y a día de hoy el reconocimiento a la labor realizada y
a los colaboradores que pusieron en marcha las Misiones Pedagógicas
es una realidad