25 de noviembre. El Día del Laicismo
Lise Rochette Juhen
Granada Hoy
26
de Noviembre de 2009
El 25 de noviembre se conmemora la proclamación en 1981, por la ONU, del día
para la eliminación de cualquier tipo de intolerancia y discriminación fundadas
en la religión o las convicciones. Lise Rochette Juhen, miembro de Andalucía Laica
El 25 de noviembre de 2009 celebramos sin
liturgias ni clero, como ciudadanos libres, el
día del Laicismo. Llevamos años con esta fecha
que hemos elegido y que tiene su significado por
la proclamación en 1981, por la ONU, del día
para la eliminación de cualquier tipo de
intolerancia y discriminación fundadas en la
religión o las convicciones.
No hemos pedido permiso. Construimos como seres humanos
libres e iguales una reflexión y práctica, que
viene de tiempos lejanos más autoritarios y que
da contenido y significado al Laicismo. Esto es
lo que amamos y defendemos cuando utilizamos
esta palabra: la libertad de conciencia para
cada persona, la igualdad ante la ley, la
justicia social y la defensa de los derechos
humanos proclamados en la Declaración Universal. |
Lise Rochette Juhen, miembro de
Andalucía Laica./ JD |
Estamos en deuda con quienes han luchado por un
mundo más habitable, pacífico y libre y han construido
discursos cada vez más creíbles y necesarios en los que
se ha dado cabida a la diversidad humana con sus
creencias de tipo religioso o no, con sus compromisos
racionales y emocionales (esa metafísica personal e
individual de la que nos habla Fernando Savater como un
derecho), con la sana Filosofía de la duda, del ensayo y
del error que sigue permitiendo sueños de futuro en esta
humanidad tan joven y vital en el calendario del
universo.
Las creencias religiosas o de cualquier otra
naturaleza no son, por sí mismas, factores de cohesión,
sólo integran la diversidad de lo humano y, en un estado
laico o aconfesional, ninguna debería tener carácter
universal e imponerse y financiarse con fondos públicos.
Pedimos una separación clara del Estado y las Iglesias
con financiación de éstas últimas a cargo de sus fieles
y creyentes.
En un estado en el que ninguna creencia debe
tener carácter estatal, la esfera pública no puede
confundirse con la particularidad de una creencia
religiosa, con sus ritos y símbolos (en nuestro país esa
colonización forzada nos viene de la mano de la Iglesia
Católica).
Desde hace años funciona un Observatorio de
la Laicidad en el seno de Granada Laica que nos informa
del gran lastre confesional que mediatiza la esfera de
lo público. Creemos que el instrumento básico para
lograr una sociedad laica en la que puedan convivir
distintas culturas y creencias es la Escuela Pública, en
cuyo ámbito se debe promover la libertad de conciencia y
el pluralismo. Expresamos la necesidad de que la
religión salga de la escuela así como de otros ámbitos
en los que se ejerce la función pública (Educación,
Sanidad, Justicia, Ejército...).
Nuestro desafío es extender el compromiso con el
Laicismo a personas, instituciones y organizaciones (se
ha presentado un proyecto de ley sobre libertad de
conciencia, para su reflexión y consideración en
distintas instancias sociales). Queremos romper el
aislamiento y las prevenciones que de forma interesada
promueven aquellos que ven amenazados sus privilegios y
el viejo dominio por la ignorancia y el sometimiento
intelectual: “Nosotros somos quien somos. ¡Basta de
historia y de cuentos!”. Hemos heredado la lucha por la
racionalidad y las libertades de quienes se atrevieron a
pensar y soñar sin tutelas divinas; con menos riesgos y
más certezas, también nosotros debemos comprometernos en
impulsar esa lucha humanizadora por el laicismo.
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