La Verdad de Murcia 1 de Mayo de 2009
En el estado Vaticano (que, por cierto, es un estado miembro de la ONU, como todos los demás estados ) y en su organización de intervención internacional, llamada Iglesia católica, no son sus ciudadanos ni sus fieles los que eligen a sus dirigentes.
Los obispos y cardenales son elegidos por el Jefe del Estado Vaticano, también llamado Papa, y a su vez son los cardenales los que eligen al Jefe del Estado (bueno esto es un decir porque ellos dicen que es Dios el que los elige).
Como es fácil de colegir este funcionamiento teocrático tiene poco que ver con los valores democráticos.
Es en esta «escuela teocrática», y por lo tanto no democrática, en la que se ha formado el cardenal monseñor Rouco Varela y sus colegas dirigentes de la Iglesia vaticana.
Por eso mientras hablan de asuntos religiosos y teológicos yo no tengo nada que decir, están en lo suyo. Ahora bien, cuando sale por sus bocas la palabra democracia (como ha ocurrido en la última Asamblea Plenaria de los obispos), yo me digo: peligro, peligro.
No tienen derecho a dar lecciones de democracia a nadie mientras el estado Vaticano y su organización internacional, llamada Iglesia católica,no funcionen democráticamente.