Entrevista a Francisco Delgado.
"La laicidad en el sistema educativo español no existe"
Educaweb 28
de Enero de 2009
¿Considera que la escuela pública debe
ser aconfesional o pluriconfesional?
En nuestra opinión la escuela ha de ser laica, ninguna religión
se ha de ofrecer como asignatura específica en la escuela, al
alumnado no se le puede segregar en función de las creencias de
sus familias, los privilegios, símbolos o ritos de una
determinada confesión o ideología no deben formar parte del
currículo o actividad del centro escolar.
Las normas, culto, orientaciones espirituales, historia, etc. de
cada religión tiene que ver con los ámbitos familiares y de las
diferentes iglesias a través de los actos e información que
desarrollan en los espacios que cada religión posee.
Toda escuela financiada con fondos públicos ha de ser neutral en
materia religiosa o ideológica.
Si sería conveniente que, dentro de las áreas de sociales y para
todo el alumnado, la escuela ofrezca de forma plural y neutral,
una visión general de la diferentes convicciones religiosas y no
religiosas, de su influencia, trascendencia social y de su
historia, así como de las diferentes cosmovisiones y filosofías,
que forman parte de las diferentes culturas y tradiciones y que
son la base del desarrollo de la humanidad.
¿De qué forma integran los centros educativos la pluralidad
de confesiones religiosas entre sus alumnos?
La imposición, históricamente por la fuerza, de la religión
católica (única y verdadera) en el sistema educativo español,
desde su génesis, ha hecho que en estos últimos treinta años de
democracia constitucional, otras religiones no hayan tenido
apenas espacio para ejercer proselitismo dentro de los centros
escolares y por supuesto nada los seguidores o entidades
representativas de otras cosmovisiones o filosofías no
religiosas.
De hecho, ahora, tan sólo son el judaísmo, otras visiones
cristianas y el Islam son las únicas que tienen la posibilidad
de solicitar que se impartan en los centros escolares, eso si
con muchas condiciones y sólo en los centros de titularidad
pública o privados que no tengan el ideario católico. Hoy y en
la práctica es casi imposible que haya pluralismo religioso en
los centros de ideario católico, aunque estén financiados con
fondos públicos: hecho, éste, que significa una gran trasgresión
constitucional, hecho éste que los poderes públicos admiten o se
inhiben.
Los Acuerdos con la Santa Sede de 1979 son el principal hándicap
para que haya verdadero pluralismo religioso, Acuerdos que
Europa laica los consideramos nulos de pleno derecho, por
diversos motivos.
¿Cuál es la situación actual de la laicidad en el sistema
educativo español?
Por los motivos anteriormente expuestos, el sistema educativo no
es laico, ni siquiera es pluralmente religioso, ya que hay una
religión que ostenta ancestrales privilegios, ejerciendo un
monopolio: la católica.
Pero además en bastantes centros de titularidad pública todavía
existen símbolos católicos, capillas, catequistas, se
desarrollan actos religiosos, son visitados, de forma oficial,
por jerarquías católicas, en horario lectivo. Además de que un
alto porcentaje de centros financiados, totalmente, con fondos
públicos son de ideario católico: centros a los que asiste
alumnado de familias de diferentes convicciones y religiones, en
ocasiones de forma obligada, ya que no hay en la zona de
referencia familiar (barrio o distrito escolar) disposición de
plazas en centros públicos (ello supone una media del 30% en el
conjunto del estado y en algunas ciudades grandes sobrepasa el
50%).
Pero es más a las familias, contraviniendo la Constitución
española (artículo 16.2), se les obliga a pronunciarse en un
documento público (matrícula de inicio de curso) sobre sus
convicciones religiosos o no religiosas.
Existe una legión de unos 15.000 catequistas (denominados
profesores de religión) seleccionados por los obispados, pero
pagados por el estado, que no sólo imparten religión al alumnado
que voluntariamente lo solicita, sino que tienen como misión
apostólica el hacer proselitismo religioso en sus centros
escolares.
Otro hecho grave es que mientras que unos alumnos asisten a
clase de religión, los que no lo desean permanecen secuestrados
en el centro en horario lectivo, sin aprovechar el tiempo y
costando mucho dinero al estado las horas que utiliza el
profesorado que se dedica a su cuidado, sin provecho alguno.
Esto se solucionaría, de forma muy simple, sacando, en su caso,
la religión del horario lectivo, hecho que no contravendría ni
la ley, ni los acuerdos con la Santa Sede. A pesar de que según
los últimos informes del Consejo Escolar del Estado más del 50%
del alumnado de secundaria, no solicita clase de religión y
entre el alumnado de infantil y primaria cada año hay menos.
Conclusión: La laicidad en el sistema educativo español no
existe, quedan muchas reminiscencias de la España católica y,
por lo tanto, podemos afirmar que le enseñanza en España, hoy
por hoy, continúa siendo confesional y católica.
¿Cuál es la postura de la Europa Laica en referencia a la
asignatura de Educación para la Ciudadanía?
En el seno de Europa Laica hay bastante pluralidad de opiniones,
ya que el tema tiene una cierta complejidad y ha generado un
calculado conflicto. Es curioso que mientras se ha generado una
fuerte polémica en las escuelas públicas, incluso con algunas
familias que han objetado (por cierto muy pocas) y el tema en el
momento de contestar estas preguntas está pendiente de una
sentencia del Tribunal Supremo, en los centros de ideario
católico, se imparte sin problemas, eso sí, con una “guía
cristiana”, admitida por el Ministerio, incluso algunas
Consejerías han fracasado en su intento de desprestigiarla y
otras han modificado, muy sutilmente, los objetivos y
contenidos. Otra curiosidad más es que las editoriales católicas
parece ser que han vendido más textos que el resto de
editoriales. Es decir que, por un lado, la jerarquía católica
monta en cólera y arremete contra la asignatura (ya que
históricamente han sido, ellos, los que han tenido la facultad
única de formar al alumnado en sus convicciones exclusivas y…
ahora ven peligrar ese privilegio) y por otro lado “hacen caja”.
En la enseñanza obligatoria son muy pocas horas las que se
dedican a impartir esta asignatura y tan sólo en un curso de
primaria y en otro de secundaria. Sus objetivos, contenidos y
didáctica, en mi opinión, no comporta ningún problema de
conciencia, es más, las familias han de tener confianza en los
maestros y profesores de sus hijos e hijas, pues han de pensar
que lo van a hacer bien y no van a entrar, nunca, en cuestiones
de conciencia, ni de costumbres.
Pero ciertamente la educación cívica se puede enseñar y vivir,
también, de forma transversal, como muchos sectores progresistas
expresan, es decir no hace falta una asignatura específica. En
conclusión: una opinión mayoritaria, aunque no exclusiva, de los
socios y socias de nuestra asociación tiende a pensar que así,
como lo ha planteado el Ministerio y las Consejerías, no ha sido
de la forma más adecuada. Aunque es una norma que aunque
criticable (como todo) está aprobada por la mayoría en el
Parlamento.
¿Qué acciones se llevan a cabo dentro de la campaña “Por una
escuela laica”?
Desde el año 2002 se viene actuando, por parte de más de 100
organizaciones sociales, sindicales y políticas de todo el
estado, en una campaña unitaria, con la finalidad de que se
deroguen los acuerdos con la Santa Sede, para que la simbología
y cualquier tipo de culto y proselitismo, ya sea de carácter
confesional o de otro tipo ideológico, salga de las escuelas y
para que la enseñanza de la religión, al menos, salga del
horario lectivo obligatorio.
En estos momentos la campaña descansa, con más fuerza, en las
coordinadoras territoriales, que las hay en casi todo el estado
y dado que la LOE y sus desarrollo no ha tenido en cuenta estas
reivindicaciones, sino que, incluso, ha agravado el problema, se
está trabajando: 1.-para informar a las familias y al
profesorado sobre la importancia de la escuela laica, base de la
democracia, 2.- para que el alumnado no solicite religión y
3.-para impedir, escuela a escuela, que haya cualquier tipo de
proselitismo y/o coacciones a las familias, sobre todo del
alumnado de infantil y primaria.
El actual objetivo es mantener informada a la comunidad
educativa y a la sociedad en general, de que la escuela laica no
es el modelo escolar que actúa en contra de las religiones, ni
de la religión católica en particular, es la escuela que educa
sin dogmas, en valores humanistas y universales, en la
pluralidad y en el respeto a los derechos humanos, en la
asunción de la diferencia y de la diversidad y en los valores
éticos, no sexistas y democráticos. Es la escuela en la que se
sienten cómodos tanto los no creyentes, como los creyentes de
las diversas religiones o convicciones, en donde no se
estigmatiza o se segrega al alumnado en función de las creencias
o las pertenecías de carácter ideológico.
Para más información: www.europalaica.com /presidente@europalaica.com