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No consiento que se hable mal de Franco en mi

 presencia. Juan  Carlos «El Rey»   

 

 

La buena nueva del ateísmo

 

La Opinión de LA Coruña 2 de Febrero de 2009

 

Según informa LA OPINIÓN, querida Laila, se prevé que la llamada "publicidad atea" llegue "a los buses de A Coruña el próximo 6 de marzo". La polémica está servida. Yo, por mi parte, me malicio de que en estos momentos ya habrá gente empleada a fondo en tratar de evitarlo, con lo cual, si llega, la cosa volverá a ser noticia. Y si no llega, también.

Observa, querida, que prácticamente nadie, por lo menos en occidente, niega el derecho de los individuos a ser no creyentes o a negar la existencia de Dios. Lo cual es un notable avance con respecto a tiempos no muy lejanos.

 

 

 

 

 

 

 Vistadel cartel que se exhibe en un autobús de Barcelona

Efe 

 Pero en cuanto la negación de Dios se publicita o se intenta el proselitismo ateo, la cosa cambia. Surgen entonces reacciones individuales y corporativas absolutamente intolerantes con la manifestación pública y el intento de difusión de las convicciones o proposiciones ateas. Y todo ello en una sociedad donde la propaganda, la publicidad y el proselitismo religioso y teísta están al orden del día y son exhaustivos. Las corporaciones de creyentes, es decir, las iglesias, reaccionan ante la publicidad y el proselitismo ateo con gran desasosiego, cuando no con violencia verbal y de la otra. Recuerda, por ejemplo, la que le montaron a Leo Bassi por su espectáculo, por cierto más laicista que abiertamente ateo, pero de clara intención proselitista.

No es extraño, por otra parte, que la propaganda atea choque. Piensa que las proposiciones ateas, desde el pensamiento y la filosofía, son relativamente recientes y han sido sistemáticamente ocultadas. ¿Quién conoce o sabe algo, por ejemplo, de Jean Meslier, el cura de Etrépigny? Pues fue el primero en la historia que formuló abiertamente el ateísmo, que lo defendió y que lo argumentó. Pero de esto se enteraron muy pocos y sólo a partir de1729, cuando, ya muerto, se publica su libro Demostraciones claras y evidentes de la vanidad y falsedad de todas las divinidades y de todas las religiones del mundo. Hasta entonces, pensadores y filósofos habían criticado las religiones, atacado a las iglesias, propuesto doctrinas laicas e incluso llegado al agnosticismo. Pero nadie había formulado y propuesto el ateísmo, es decir, la afirmación filosófica de que Dios no existe. Incluso ahora, el eslogan propagandístico que nos ocupa es más agnóstico que ateo al introducir el "probablemente". El libro del Padre Meslier fue conscientemente condenado al olvido y su pensamiento escamoteado al conocimiento público, a los mismos estudiosos y, desde luego, a la enseñanza y a la transmisión de la cultura y del conocimiento. Similar ocultación sufrieron pensadores ateos subsiguientes como el barón de Holbach y, en gran medida, el propio Feuerbach. Esta intencionada relegación del pensamiento ateo encaja perfectamente con la errónea estrategia teísta que niega el ateísmo mismo y que vulgarmente se formula diciendo que "en realidad el ateo no existe, porque no hay nadie que lo sea plenamente en el fondo de su corazón". Afirmación inocua que se corresponde perfectamente con la de que "no hay nadie que en el fondo no dude de la existencia de Dios".

Puede chocar, por tanto, la propaganda atea, pero es una desmesura y una falsedad tacharla de blasfema, como hacen la jerarquía católica y el fundamentalismo musulmán. Nadie está más lejos de la blasfemia que el ateo, ya que la blasfemia es injuriar a Dios y esto presupone su existencia. Como es una injusticia perseguir, impedir o prohibir la propaganda atea. Además de inútil, porque el pensamiento humano prevalece siempre.

En todo caso, querida, que el pensamiento ateo, como cualquier libre pensamiento, se abra paso, creo que es una nueva buena y un signo de nuestro tiempo.

Un beso.

Andrés

 

 

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